Sánchez en manos de los proetarras otra vez y Otegi se jacta de que los votos de Bildu son una vez más «decisivos»

El Gobierno de Sánchez se ha echado una vez en manos de los proetarras de Bildu, que se ha convertido en una vez más en el aliado del Gobierno del que aún se desconoce lo que ha dado a cambio en Gobierno en el  cambalache de Sánchez con los herederos de ETA. El apoyo de los cinco diputados proetarras ha permitido al ejecutivo sacar adelante su decreto económico, frente al rechazo de los separatistas catalanes de ERC.

Otegui se jacta de que sus votos son decisivos

La votación había generado gran nerviosismo en el Gobierno de Sánchez al no contar con una mayoría asegurada. El dirigente de la formación, Arnaldo Otegi, se ha jactado de que sus votos sean «decisivos» para la aprobación del decreto.

«Aprobaremos este decreto por la gente, no por el Gobierno», ha dicho en su intervención la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, quien ha advertido a Sánchez que «la confianza está tocada».

El Gobierno prefiere a Bildu antes que al PP

El Gobierno ha negociado contra reloj para sacar adelante el decreto, que no incluye ninguna de las rebajas de impuestos que le exigía el Partido Popular. Sánchez ha rechazado todas las condiciones del PP -deflactar la tarifa del IRPF con la inflación, rebaja al 5% del IVA de la luz y el gas, una mejor gestión de los fondos europeos y reducción de ministerios y gasto público superfluo-, lo que ha llevado al partido a rechazar el decreto.

Con el apoyo de los cinco diputados de Bildu, Sánchez ha sumado 176 síes, es decir, uno más de la mayoría absoluta del Congreso. Así, ha obtenido el respaldo del PSOE (120), Podemos (33), PNV (6), Bildu (5), PDeCAT (4), Más País (2), Compromís (1), Nueva Canarias (1), Partido Regionalista de Cantabria (1), Teruel Existe (1), BNG (1), además de la ex diputada de Podemos, Meri Pita. Coalición Canaria se ha abstenido.

Cabe recordar que la presidenta del Congreso, la socialista Meritxell Batet, ha impulsado un cambio de la normativa de la llamada Comisión de Secretos Oficiales que, por primera vez, permitirá a Bildu acceder a información sensible del Estado.