Nueva batalla en el Gobierno: Iglesias declara la guerra a Escrivá

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El supuesto entendimiento entre los socialistas y los podemitas en el seno del Gobierno vuelve a saltar por los aires. La última batalla campal se veía venir: Pablo Iglesias ha declarado la guerra al plan de José Luis Escrivá de alargar la vida laboral. El problema es que sin esa reforma, como demuestran los cálculos del ministro de Seguridad Social, la salud del sistema de pensiones está en peligro.

El último gran choque entre PSOE y Podemos estaba servido. El campo de juego: la reforma de las pensiones que defiende el ministro de Seguridad Social. José Luis Escrivá ha recopilado el respaldo personal de Pedro Sánchez para plantear el alargamiento de la vida laboral efectiva hasta los 67 años y ampliar la base de cálculo de las pensiones hasta los 35 años. Pero a nadie se les escapa que ambas medidas suponen una reducción real de las prestaciones totales que percibirán los futuros pensionistas. Y Podemos pide exactamente lo contrario.

El ministro Escrivá nunca ha ocultado sus deseos. Y tampoco lo hizo en sus contactos con el presidente del Gobierno. Es más, aceptó el cargo tras recibir el respaldo del presidente a sus reformas diseñadas, precisamente, para dar sostenibilidad al sistema de pensiones y evitar una quiebra.

Escrivá dejó claros sus propósitos defendidos ya desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), organización fiscalizadora de las cuentas públicas creada en la etapa de Gobierno del PP, que se amplíe la edad efectiva de la jubilación a los 67 años -actualmente en 62,7- y se eleve de 25 a 35 años el periodo de cálculo de las pensiones.

El problema de gasto

Todo ello es un trago excesivamente amargo para Pablo Iglesias. Tanto, que ha declarado la guerra a la reforma en el seno del Consejo de Ministros. El ministro de la Seguridad Social se ha mostrado favorable a ir más allá, incluso, de la reforma de las pensiones aprobada por el PP en 2013, de forma que la edad efectiva de jubilación pase de los 62,7 años actuales a los 67 -de forma que se elimine la brecha entre la edad de jubilación y la edad real a la que se jubila los trabajadores-, ya que, con esa medida, se puede corregir «más de la mitad del problema de gasto». Y Pablo Iglesias considera todo ello una aberración frente a su dogma comunista.

Además, el ministro del Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez también ha sido partidario de continuar avanzando en el periodo de cálculo de las pensiones hasta que se tenga en cuenta toda la vida laboral, frente a los últimos 25 años que fijó la reforma de 2011. Y es que esta medida, de nuevo, permitiría subsanar una «parte importante» del problema. Pese a esos deseos, por el momento, ha propuesto ampliar la base de cálculo hasta los 35 años.

Pero todo este plan, que cuenta con el respaldo al menos inicial del Gobierno para que se pueda estudiar la reforma, choca con el eje central del discurso de Podemos. Así se lo ha trasladado ya Iglesias al presidente del Gobierno. Los hombres de Pablo Iglesias han pedido todo lo contrario: «Incrementar las pensiones mínimas y las no contributivas. Al establecer un Ingreso Básico Garantizado de, al menos, 600 euros por persona sola, se habrán elevado de un plumazo más de 200 euros las pensiones no contributivas», justifican. Defienden subir «las pensiones de viudedad y elevar las pensiones mínimas a partir de un suelo de 750 euros».

Edad de jubilación

También exigen que «las personas que lleguen a la edad de jubilación puedan elegir libremente los años de cómputo para el cálculo de sus pensiones». Además quieren que «las personas que hayan cotizado al menos 35 años puedan jubilarse anticipadamente sin penalización en sus pensiones», aplicando, además, «la medida también de forma retroactiva».

Por si fuera poco, pretenden «compensar las lagunas de cotización a empleadas del hogar, autónomos y trabajadores agrarios» y regular la «jubilación anticipada (antes de los 65) sin penalización en sectores especialmente duros: camareras de piso, extinción de incendios, ayuda a domicilio, buceo, rederas, trabajo en astilleros y en la estiba, trabajos industriales penosos y de transporte en carretera, entre otros».

Todo un choque frontal que ya ha despertado la ira en las filas de Podemos. Y el enfado máximo en su líder, Pablo Iglesias. Se trata del enésimo jardín para Sánchez. Del último campo de batalla de dos formaciones cuyo Gobierno, además, se enfrenta a una brutal caída de la recaudación que convierte en más necesarias que nunca las reformas.

(Carlos Cuesta. Ok Diario)

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