Nos quieren callados y tontos | José Antonio Ruiz de la Hermosa

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Esta semana os voy a hablar de un tema importante, como es el “SUICIDIO”, pero la actitud perdonavidas de los medios apesebrados y de las plataformas globalistas me piden que primero os denuncie algo.

 

Por motivos que desconozco, pero que fácilmente intuyo, la plataforma Facebook no está muy de acuerdo con lo que yo escribo y denuncio o, quizás, con este Digital. En resumen, deciros que cuando pretendo situar en mi página de Facebook alguno de los artículos que aquí pongo a vuestra disposición, el citado medio ya me advierte de que es posible que sea retirado. Lo que suele hacer en breve espacio de tiempo. Parece ser que faltamos a la verdad, a su verdad, y por eso simplemente nos censuran, al eliminar el contenido que en el artículo yo pretendo insertar.

 

Yo tengo la suficiente edad para haber vivido más de veinte años en la España de Franco. No existía Internet y, por supuesto, ninguno de los medios globalistas que ahora nos dictan qué podemos escribir, hablar, hacer o no, etc. Recuerdo perfectamente que en esa época yo ya hacía alguna colaboración en algún medio, tanto escrito como de radio AM. No recuerdo que ningún director de ninguno de ellos me indicase qué decir, ni qué callarme. Os puedo asegurar que quizás yo era más combativo políticamente que ahora y, lo cierto, es que, si bien nunca tuve ese problema, el de la Censura y la Prohibición, como ahora tengo, debo reconocer que personas, que después militaron en los llamados partidos democráticos, sí que ya apuntaban maneras, cuando me insinuaban que me callase en algunas de mis críticas, alguno hoy en día está en los dos principales partidos, de este país de mis pecados.

 

Es lo que ahí y lo que me está poniendo frente a la tan cacareada “democracia” cuando yo era un universitario y que ahora se ha convertido en una mascarada y una “charocracia”, de “las charos”, me refiero a las que mandan en el desgobierno de la Nación, directamente y con la complicidad del P. S. que está en el poder gracias a esa pandilla de descerebradas, que se dedican a, entre otras cosas, proyectar y sacar adelante leyes locas que al final perjudica gravemente a quien dicen proteger. Hay una especie de “demencia colectiva” que, apoyada por unas generaciones que chochean y otras jóvenes que viven del cuento de la subvención, nos arrastran a una situación social que solo tiene una luz al final del túnel: La destrucción de la Sociedad tal y como la conocemos y queremos.

 

Las “charos”, representadas fundamentalmente por la señorita “Spam”. Bueno, ese es su nombre definitorio, pues como recordarán los que manejan un ordenador, esa es la carpeta antesala de tirar a la basura algo. Como decía, la “Spam” y sus coleguitas, una pandilla de mujeres con un ataque de cuernos por falta precisamente de ellos, pues no hay quien se las arrime, y mala leche reconcentrada, que se han erigido en las justicieras de la moral, con la que persiguen a un grupo de la población, concretamente el cuarenta y ocho por ciento, es decir los hombres blancos y heterosexuales. Eso sí, habrá que detraer de la cifra anterior a los homosexuales y sobre todo a sus admirados musulmanes del norte de África y a los que desde el sur del Continente Negro también se han venido a vivir aquí. Porque que quede claro, lo que ellos hacen es bueno, pero el españolito de toda la vida sea bueno o malo, es un delincuente para esas zumbadas.

 

La demostración más palpable la hemos tenido estos días, con la persecución de un individuo al que le podían acusar de todo menos de lo que precisamente le acusan las «charos». Lo peor es que las «charos» nos toman por imbéciles y como muestra un botón, ya que, si se molestan en ver y oír a la acusación particular del caso, una abogada muy en la línea, ésta nos trata de imbéciles al explicarnos lo que ella ve en las famosas imágenes del “piquito”. Hasta la saciedad las hemos visto. Nos las han analizado por activa y pasiva todos los periodistas amarillos y pagados por el poder. Y a pesar de eso, más del noventa y cinco por ciento tenemos claro, muy claro lo que pasó. Bueno pues la licenciada en cuestión dice que no, que estamos ciegos y poco más o menos que somos unos “gilis” al no ver lo que ella quiere que veamos.

 

Miren, si esto fuera una democracia como tanto se cacarea, los medios de comunicación no habrían recibido, tan solo en lo que llevamos de mes, hasta 16 millones de euros. Bueno, todos los medios no, solo los que le hacen la ola al desgobierno y a las «charos». Pero ese es el tema: “subvenciona que algo queda”, o sea, paga y serviremos a tus designios amado Cesar. Una vergüenza más de esta nación que va al desastre, como ya advirtió Cicerón hace 2.000 años, sobre los estados que hicieran leyes locas, y ya saben a lo que me refiero con este término.

 

En definitiva, que ya tengo más que medio justificado el artículo del próximo día. Hablaremos del Suicidio, del incremento del suicidio en España. De 1.200 suicidios en 1980 a, oficialmente, más de 4.000 el año pasado. Lo cual, como les comentaré, es totalmente falso, pues se encubren como otras causas más de 3.000. De todos, absolutamente todos, tan solo el 20% son de mujeres, cuando los intentos de suicidio de las mujeres son superiores al número total de los que seguramente sean los verdaderos. Las causas de estos suicidios, están íntimamente relacionadas con las 160.000 denuncias de violencia de género anuales en España, más de tres millones desde 2005. O sea, que cifras en la mesa, y sin más averiguaciones, uno de cada siete españoles es un maltratador. De las denuncias yo sostengo que más del 90% son falsas, pero que arruinan la vida a hombres que acaban en el suicidio. Es decir, un gran triunfo para las «charos». Y ahí lo dejo…

 

José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional.

2 comentarios en «Nos quieren callados y tontos | José Antonio Ruiz de la Hermosa»

  1. Me encanta el articulo , que comparto en su totalidad , en mi opinion esto si es una dictadura , tenemos censura , si no aplaudes al » regimen » a este ,no tenemos seguridad , y sin seguridad no ahi libertad . Mi libertad termina donde empieza la de mi vecino . No respetan la propiedad privada el delincuente tiene mas derechos que las personas de bien

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  2. Todo este circo es de traca!
    No deberíamos permitir este maremagnun de insensateces que, al final acaban con la vida y la salud de las personas de bien, los cuales, somos incapaces de asimilar, esto que nos cae desde arriba, como si fuera una lluvia fina incesante.
    Cuando nos amotinamos chicos? O mejor lo dejamos para cuando ya sea tarde.
    Pobre de mi España, en qué cuneta quedará…

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