A causa de la finalización de un curso on-line (Understanding the Brain: The Neurobiology of Everyday Life por The University of Chicago) y también el hecho de que en mi entorno familiar hay varios casos me he animado a investigar sobre el tema y a escribir este artículo. No sabría decir si es por un entorno cada vez más complejo y rico en estímulos, porque hay una mayor atención en los centros escolares en su detección o por ambas cosas a la vez, pero lo que hace bastantes años parecía un fenómeno poco habitual, hoy en día es mucho más frecuente. Se trata de los niños con altas capacidades.
Los niños con altas capacidades (AC) representan un grupo con características cognitivas, emocionales y conductuales únicas. Estos niños suelen mostrar un rendimiento excepcional en una o más áreas del conocimiento, una curiosidad insaciable, y habilidades de pensamiento crítico y creativo superiores a la media. Desde una perspectiva neuropsicológica, el estudio de las altas capacidades implica comprender cómo las diferencias en la estructura y función cerebral subyacen a estas habilidades excepcionales. Este artículo trata de explorar las bases neuropsicológicas de las altas capacidades, así como los desafíos con los que estos niños y sus familias se pueden enfrentar.
La prevalencia de niños con altas capacidades (AC) varía según las definiciones y los criterios utilizados para identificarlos. Generalmente, se considera que los niños con AC son aquellos que se encuentran entre el 2% a 5% superior de la población en términos de habilidades intelectuales, creatividad o rendimiento académico. Sin embargo, este rango puede ampliarse dependiendo de los métodos de evaluación y de los factores culturales y socioeconómicos de la población. En la mayoría de los estudios, la prevalencia de niños con AC se sitúa entre el 3% y el 5% de la población escolar. Esto significa que, en una escuela con 1.000 estudiantes, entre 30 y 50 podrían ser considerados como niños con AC, dependiendo de los criterios de identificación utilizados.
Bases neuropsicológicas de las Altas Capacidades
Las altas capacidades (AC) en los niños son un fenómeno complejo que involucra una interacción de factores genéticos, biológicos, y ambientales. Desde una perspectiva neuropsicológica, estas capacidades excepcionales se asocian con diferencias estructurales y funcionales en el cerebro, que permiten un procesamiento cognitivo más eficiente y creativo.
Diversos estudios de neuroimagen han revelado que los niños con AC presentan variaciones en la estructura cerebral que podrían estar relacionadas con su rendimiento cognitivo superior. Algunas de las principales diferencias identificadas serían:
Un mayor volumen cortical: Se ha observado que los niños con AC tienden a tener un mayor volumen en ciertas áreas del cerebro, especialmente en la corteza prefrontal, que está relacionada con funciones ejecutivas como la planificación, la toma de decisiones y la resolución de problemas. También se ha identificado un mayor grosor cortical en áreas implicadas en el lenguaje y las matemáticas.
Una mayor conectividad cerebral: Los niños con altas capacidades suelen mostrar una conectividad más robusta entre diferentes regiones cerebrales, particularmente entre el hemisferio izquierdo (más implicado en el procesamiento lógico y verbal) y el hemisferio derecho (relacionado con el procesamiento visual y creativo). Esta conectividad mejorada facilita la integración de información compleja y el pensamiento flexible, permitiendo la generación de ideas innovadoras.
Además de las diferencias estructurales, los estudios neurofuncionales han identificado patrones de activación cerebral que distinguen a los niños con AC.
Mayor actividad en la red neuronal por defecto (RND): La RND es un conjunto de regiones cerebrales que se activa cuando la mente está en reposo, soñando despierto o involucrada en procesos creativos. Los niños con AC muestran una mayor actividad en esta red, lo que podría estar relacionado con su capacidad para pensar de manera divergente y generar múltiples soluciones a un problema.
Mayor eficiencia en el procesamiento de la información: El cerebro de los niños con AC suele ser más eficiente en el uso de la energía neural. Esto significa que pueden resolver tareas cognitivas complejas utilizando menos recursos neuronales en comparación con sus pares. Esta eficiencia se observa en tareas que requieren memoria de trabajo, atención sostenida y procesamiento de información rápida.
Dominancia hemisférica: En algunos niños con AC, se ha observado una mayor actividad en el hemisferio derecho durante tareas que tradicionalmente se asocian con el hemisferio izquierdo, como la resolución de problemas matemáticos o el procesamiento del lenguaje. Esto sugiere un procesamiento cerebral más equilibrado y una mayor capacidad para abordar problemas desde múltiples perspectivas.
Se ha sugerido que los niños con AC podrían tener niveles elevados de ciertos neurotransmisores, como la dopamina, que están asociados con la motivación, la atención y la recompensa. Estos neurotransmisores facilitan la capacidad de concentración y el aprendizaje rápido, características típicas en niños con AC.
La plasticidad cerebral, o la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones sinápticas, también es un factor clave en las altas capacidades. Los cerebros de los niños con AC pueden ser más plásticos, lo que les permite aprender y adaptarse más rápidamente a nuevas situaciones. Esta plasticidad se manifiesta en una capacidad superior para adquirir conocimientos y habilidades en diferentes áreas del conocimiento.
La genética juega papel importante en las altas capacidades. Estudios han identificado genes que podrían estar relacionados con la inteligencia y el rendimiento cognitivo superior. Estos genes influyen en el desarrollo y la función de las neuronas, la sinapsis y las redes neuronales.
Los factores ambientales o epigenética también interactúan con la genética para influir en el desarrollo de las altas capacidades. La epigenética, que estudia cómo los factores ambientales pueden modificar la expresión genética sin alterar la secuencia del ADN, sugiere que la estimulación cognitiva y un entorno rico en experiencias pueden potenciar o suprimir ciertas capacidades en función de las interacciones entre genes y ambiente.
Desarrollo cognitivo y emocional
El desarrollo cognitivo y emocional en los niños de altas capacidades (AC) es un proceso complejo y, a menudo, asincrónico. Estos niños, que demuestran habilidades intelectuales superiores, no siempre se desarrollan al mismo ritmo en el ámbito emocional y social, lo que puede generar desafíos particulares en su adaptación al entorno escolar y social.
Los niños con AC suelen mostrar un desarrollo cognitivo acelerado en comparación con sus pares. Desde una edad temprana, exhiben una serie de características cognitivas que los diferencian:
- Curiosidad intelectual: Tienen un deseo insaciable de aprender y comprender el mundo que los rodea. Pueden formular preguntas profundas y complejas, y buscan respuestas exhaustivas, lo que refleja un nivel avanzado de pensamiento crítico y analítico.
- Rápida adquisición de conocimientos: Estos niños suelen aprender más rápido que sus compañeros. Pueden dominar habilidades como la lectura, la escritura y las matemáticas mucho antes que otros niños de su edad. Esto se debe en parte a su capacidad para procesar información de manera más eficiente y a su memoria superior.
- Pensamiento abstracto y creativo: Los niños de AC muestran una habilidad precoz para el pensamiento abstracto, lo que les permite entender conceptos complejos y manejar ideas que están más allá de lo concreto. Además, suelen ser muy creativos, capaces de generar ideas originales y soluciones innovadoras a problemas.
- Capacidad de concentración y persistencia: A menudo, estos niños son capaces de concentrarse intensamente en temas de interés durante períodos prolongados. Esta capacidad de concentración se complementa con una gran persistencia para resolver problemas y alcanzar objetivos, lo que a su vez refuerza su desarrollo cognitivo.
- Discrepancia en el desempeño: Es posible que un niño con AC sobresalga en una o varias áreas mientras que en otras áreas su desempeño sea más similar al de sus pares o incluso inferior. Esta discrepancia puede ser una fuente de frustración tanto para el niño como para sus padres y educadores.
El desarrollo emocional de los niños con AC a menudo no sigue el mismo ritmo acelerado que su desarrollo cognitivo, lo que puede llevar a una disincronía en su desarrollo global:
La disincronía es una característica común en los niños de AC, donde su desarrollo emocional, social y físico no está alineado con su desarrollo intelectual. Un niño con un intelecto muy avanzado puede tener dificultades para manejar emociones complejas o enfrentarse a situaciones sociales, lo que puede causar frustración y malentendidos.
Muchos niños con AC son perfeccionistas, estableciendo estándares extremadamente altos para sí mismos. Este perfeccionismo puede llevar a una gran ansiedad, miedo al fracaso y aversión a tomar riesgos, lo que podría limitar su disposición a enfrentarse a nuevos desafíos.
Los niños con AC suelen experimentar emociones de manera más intensa que sus pares. Pueden tener reacciones emocionales fuertes ante situaciones que otros niños podrían considerar insignificantes. Esta intensidad puede manifestarse en forma de ansiedad, tristeza profunda o alegría exuberante.
Estos niños también tienden a ser muy sensibles y empáticos, mostrando una gran preocupación por las injusticias y el sufrimiento de los demás. Sin embargo, esta sensibilidad puede hacerlos vulnerables al estrés emocional y al sentirse abrumados por situaciones que perciben como injustas o dolorosas.
Muchos niños de AC pueden presentar problemas de ajuste social debido a su desarrollo cognitivo avanzado, los niños de AC pueden tener dificultades para conectarse con sus compañeros, quienes no siempre comparten sus intereses o nivel de comprensión. Esto puede llevar a sentimientos de aislamiento y soledad, ya que pueden tener problemas para encontrar amigos que los comprendan y valoren.
Estrategias para apoyar el desarrollo cognitivo y emocional
Para abordar la complejidad del desarrollo en niños con AC, es esencial implementar estrategias que equilibren sus necesidades cognitivas y emocionales:
- Educación diferenciada: Es crucial adaptar el currículo educativo a las necesidades de estos niños, proporcionando desafíos adecuados que mantengan su interés y eviten el aburrimiento. Programas de enriquecimiento, aceleración y agrupamiento por habilidad pueden ser efectivos.
- Apoyo emocional: Los padres, educadores y psicólogos deben estar atentos a las necesidades emocionales de estos niños. Es fundamental ofrecerles un entorno de apoyo que les permita expresar y gestionar sus emociones, y desarrollar estrategias para manejar el perfeccionismo y la ansiedad.
- Fomento de habilidades sociales: Dado que las interacciones sociales pueden ser un desafío, es importante ayudar a los niños con AC a desarrollar habilidades sociales. Participar en grupos de interés común, actividades extracurriculares y programas de tutoría con pares intelectualmente afines puede ser beneficioso.
- Promoción del equilibrio: Se debería alentar a los niños con AC a encontrar un equilibrio entre sus intereses intelectuales y otras actividades, como deportes, artes y tiempo libre, que promuevan un desarrollo integral y les ayuden a relajarse y disfrutar de la infancia.
Intervenciones neuropsicológicas
Las intervenciones neuropsicológicas para niños con AC deben ser personalizadas y abordar tanto sus fortalezas como sus áreas de necesidad. Una evaluación neuropsicológica exhaustiva es esencial para identificar las capacidades específicas del niño, así como cualquier área de dificultad. Esta evaluación puede guiar la creación de planes educativos individualizados (PEI) que incluyan estrategias de enriquecimiento académico, apoyo emocional y social, y técnicas de manejo del estrés y la ansiedad.
Además, es importante que las intervenciones se centren en el desarrollo de habilidades de afrontamiento emocional y social. Programas que enseñen habilidades de resolución de conflictos, empatía, y comunicación efectiva pueden ser extremadamente beneficiosos. También se recomienda el uso de la terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a estos niños a manejar la ansiedad, el perfeccionismo, y otros desafíos emocionales que puedan enfrentar.
Es fundamental la coordinación colegio-familia. La Asociación Española para Superdotados y con Talento, AEST, que lleva más de 25 años ayudando a las personas con altas capacidades y sus familias, recomienda a los padres que estén lo más cerca posible del centro educativo y traten, en la medida de lo posible, de trabajar en equipo con ellos. «Sabemos que no es una tarea fácil, pero los profesores deben de ser conscientes de que a mayor compenetración con los padres, más fácil será su trabajo y mejores resultados obtendrán del alumno, porque son ellos los que mejor conocen al niño, ya que es en la confianza del ámbito familiar, donde el niño se muestra tal y como es», afirma Alicia Rodríguez, presidenta de AEST.
Conclusión
Los niños con altas capacidades representan un grupo diverso y complejo que requiere una comprensión profunda desde la neuropsicología. Aunque poseen habilidades cognitivas excepcionales, también enfrentan desafíos únicos que pueden afectar su desarrollo emocional y social. Es crucial que las intervenciones educativas y terapéuticas sean integrales y estén adaptadas a sus necesidades específicas, para garantizar que estos niños no solo alcancen su máximo potencial académico, sino que también se desarrollen como individuos equilibrados y emocionalmente saludables. Gracias una vez más por leerme.
Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy en 2022 y en 2023. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) del Grupo de Regulares de Ceuta Nº 54, Colaborador de la Red Nacional de Radio de Emergencia (REMER) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. |
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1 comentario en «Niños de Altas Capacidades: Un enfoque neuropsicológico | Albert Mesa Rey»
Al final el señor Mesa Rey no dice nada sobre porque hay un aumento de este tipo de niños AC últimamente.
En EEUU se les denomina, ‘Autism’ me parece. Pero cual es la razón del aumento de estos en la población?
Robert F. Kennedy Jr. tiene su teoría, de ahi su gran defensa sobre la salud, sobre todo en los niños.