Uno de los detenidos, la pareja de Eva Kailli, reconoce la conexión marroquí en el QatarGate, que podría estar tejiéndose desde hace una década.
Según recoge el diario ‘Le Soir’, que destapó el escándalo, las investigaciones de la policía y de la Justicia belga también apuntan a Panzeri como el cerebro de la trama de corrupción. Tras su paso por el Parlamento Europeo, fundó la ONG Fight Impunity, que está ahora en el centro de mira por su papel como potencial empresa pantalla para el blanqueo de dinero. Panzeri sería la pieza clave en manos de los marroquíes. Sus ojos y su escudo en la Eurocámara.
Plan de Acción para el Parlamento Europeo
El diario italiano ‘Il Fatto Quotidiano’ se hace eco de un “Plan de Acción para el Parlamento Europeo” articulado por la misión del Reino de Marruecos ante la UE en 2013, periodo en el que Panzeri es jefe de la delegación para las relaciones con el Magreb y año en el que comienzan las negociaciones hacia el acuerdo de libre comercio.
El objetivo de este plan estratégico, que se remonta a una década atrás antes del estallido del QatarGate y que menciona a Panzeri en numerosas ocasiones, tendría como objetivo promover los intereses alauitas en la Eurocámara, que han crecido caudalosamente en los últimos años.
La relación comercial entre Bruselas y Rabat mueve anualmente unos 35.000 millones de euros. Tanto Marruecos como la UE han intentado blindarla a toda costa a pesar de las resoluciones de la Justicia europea, que reclaman para su validez el beneplácito del pueblo saharaui, al que pertenecen muchos de los recursos explotados. El 90% de las capturas del acuerdo de pesca UE-Marruecos se producen en aguas saharauis. Con todo ello en juego, el Consejo de la UE recurrió la última sentencia que declaraba estos acuerdos inválidos. La resolución definitiva, por parte de la máxima instancia judicial europea, llegará en los próximos meses. De momento, se mantiene el ‘status quo’.
Oficina permanente en el bar de los eurodiputados
Algunos eurodiputados han señalado que “durante las sesiones plenarias, la embajada marroquí tenía prácticamente una oficina permanente en el bar de los eurodiputados”. Una presunta presión que se habría traducido en nulas críticas a Rabat desde suelo europeo. De hecho, tuvieron que pasar más de 20 años para que la Eurocámara -en el marco de la crisis de Ceuta- emitiese una resolución de condena contra el país magrebí en el ámbito de abusos de derechos humanos. El diario transalpino recoge cómo se fraguó una visita pactada entre las autoridades marroquís y Panzeri a los campos de refugiados saharauies en Tinduf para que este limpiase su imagen “pro-marroquí”.
“¿En el Parlamento Europeo hay gente a sueldo de Marruecos?” – “Sí, hay claramente un lobby pro-marroquí aquí en la Eurocámara”, aseguraba la portuguesa Gomes en una entrevista ya en 2018. El propio embajador de Marruecos en Polonia, Abderrahim Atmoun, habría enviado jugosos regalos y hasta una tarjeta de crédito a la familia de Panzeri. Atmoun formaría a su vez parte de una organización y red de sobornos en la que estarían implicados dos agentes del servicio de espionaje marroquí en el exterior, según detalla Le Soir.
Mientras se amplía la lupa sobre sus presuntos tentáculos, la estrategia de Rabat ha sido la negación y la victimización. El ministro de Asuntos Exteriores marroquí Nasser Bourita afirmó este jueves que su país está bajo un “continuo ataque mediático” y un “repetido acoso legal”.
España sospechosa
En los pasillos de Bruselas es evidente que ha habido un acercamiento en los últimos años a Marruecos, al que a menudo se le califica como un “aliado estratégico y fiable”. El gran giro copernicano lo consumó, sin embargo, el Gobierno español patrullado por Pedro Sánchez, cambiando la histórica postura hacia el Sáhara y alineándose con los propósitos marroquíes. Un giro que también ha calado en la delegación socialista de la Eurocámara, según fuentes parlamentarias.
La relación bilateral aguanta el tipo
El escándalo amenaza ya con lastrar la imagen y credibilidad de las instituciones europeas. Y pone en aprietos a la relación bilateral que Bruselas mantiene con Doha y Rabat en un momento en el que sendas monarquías árabes subían escalones en la lista de partenariados prioritarios. El primer país, uno de los mayores productores de Gas Natural Licuado (GNL) del mundo, es uno de los favoritos para reemplazar la energía rusa.
Y el segundo, el activo más preciado de los europeos para frenar la migración irregular. Y, de momento, el cierre de filas de Bruselas con Rabat es indiscutible. Marruecos es uno de los países terceros que más financiación recibe de los fondos europeos en el marco migratorio –por detrás de Turquía- y la UE prepara ya incrementar las partidas a Mohamed VI para este fin.
(Con información de VozPopuli)