Los años que han arruinado España

los años que han arruinado España

No son solo los nefastos tiempos que estamos viviendo con Sánchez. Estos años, tras el 78, han vaciado nuestros bolsillos, han debilitado nuestros derechos fundamentales, han fracturado la unidad de España y arruinado nuestra confianza en las instituciones

Los años que han arruinado España no comenzaron con Pedro Sánchez, aunque él aceleró la decadencia. El origen está en la Constitución del 78 y en un sistema partitocrático corrupto.

La Constitución de plastilina

La Constitución del 78 se vendió como el gran pacto nacional. En realidad, fue diseñada como una norma ambigua, moldeable, una auténtica Constitución de plastilina.

Con una ligera torsión, todo cabe:

  • La unidad de España o el federalismo disgregador.
  • La defensa de la vida o la promoción de la muerte con aborto y eutanasia.
  • Un Estado central fuerte o un Estado autonómico desbordado.

Y cuando algo parecía no encajar, ahí estaba el Tribunal Constitucional, dependiente del poder político, para justificar lo injustificable.

El resultado ha sido devastador. La seguridad jurídica se ha diluido y los principios fundamentales han quedado sometidos al capricho del Gobierno de turno. Así comenzaron los años que han arruinado España.

La corrupción partitocrática

El sistema no se basa en la soberanía nacional, sino en la alternancia del bipartidismo. El PSOE y el PP se han repartido el poder durante décadas.

Aparentemente vivimos en democracia. En realidad sufrimos una dictadura bipartidista, donde los partidos PP y PSOE mandan y los ciudadanos obedecen. Cada escándalo político se maquilla, cada caso de corrupción se tapa y todo sigue igual.

Un país en el que la esposa del presidente, su hermano, el fiscal general y altos cargos del Gobierno están investigados judicialmente sin que nadie dimita, es un país moralmente quebrado. Y lo peor es tener una oposición que blanquea esa corrupción en lugar de combatirla.

Estos pactos de silencio son parte de los años que han arruinado España, y han consolidado un sistema fallido desde su origen.

El laboratorio de la ingeniería social

Durante décadas, PP y PSOE han jugado su teatro político. El PSOE diseñaba leyes de ingeniería social y el PP hacía como que protestaba. Pero cuando llegaba al poder, nunca las derogaba, las mantenía y consolidaba.

Así, poco a poco, España ha cambiado. No hablamos de mejoras sociales, sino de un ataque frontal a los valores tradicionales:

  • Se ha debilitado la familia natural.
  • Se ha promovido el aborto y la eutanasia como derechos.
  • Se ha impuesto la ideología de género en la educación.
  • Se ha socavado la unidad nacional en nombre del autonomismo.

Este proceso de descomposición cultural y moral forma parte central de los años que han arruinado España.

Sánchez y la aceleración de la decadencia

Pedro Sánchez no inventó el sistema corrupto, pero lo ha llevado al extremo. Bajo su mandato se ha normalizado la mentira política, la corrupción institucional y la división social.

Su Gobierno se ha apoyado en enemigos de España: separatistas, comunistas y filoetarras. Ha entregado la soberanía nacional a cambio de sillones y poder.

El relato oficial presume de récords de cotizantes o transición ecológica. La realidad es otra:

  • Más deuda pública.
  • Más paro encubierto.
  • Más impuestos.
  • Más pobreza en las familias.

La fractura social se agranda, la unidad de España se resquebraja y la confianza en las instituciones desaparece. Sánchez ha acelerado los años que han arruinado España.

Una democracia fallida

El gran fracaso de estos años es haber demostrado que el régimen del 78 no funciona. La partitocracia ha sustituido la soberanía del pueblo. El bipartidismo se protege mutuamente.

La Constitución, diseñada para ser retorcida, se ha convertido en un arma contra la nación. El Estado se fragmenta en 17 reinos de taifas que arruinan la unidad.

El pueblo español sufre un doble abandono: de sus gobernantes y de una oposición que no les defiende.

Esa es la verdad incómoda: vivimos los años que han arruinado España y no habrá regeneración sin romper con este modelo fallido.

España no necesita parches. Necesita una regeneración moral, política y social. No basta con cambiar de partido en el Gobierno si el sistema sigue siendo el mismo.

El pueblo español debe recuperar la soberanía, exigir una Constitución que defienda sin ambigüedad la unidad nacional, la vida y la familia, y acabar con la corrupción partitocrática.

Solo así será posible superar los años que han arruinado España y construir un futuro digno para las próximas generaciones.

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