Las mentiras de Sánchez nos llevan a la cola de Europa en recuperación económica

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Solo tres países, España, Eslovenia y República Checa, están por debajo del nivel de PIB de 2019, pero somos el farolillo rojo. 
Esta semana, Eurostat ha certificado que España es la última economía de Europa en recuperación. Solo tres países –España, Eslovenia y República Checa– están por debajo del nivel de PIB de 2019 y, además, los otros dos están a pocas décimas (0,3% y 0,7% solamente) de la recuperación total. España se queda a la cola, un 2,5% por detrás del PIB de 2019 tras aumentar la deuda pública más de 250.000 millones de euros. Es peor, la AIReF ha vuelto a revisar a la baja las estimaciones de recuperación de PIB del tercer trimestre, que ya refleja una caída del 0,5% en su predicción. Lo verdaderamente increíble ha sido escuchar al presidente del Gobierno en el debate del Senado con el líder de la oposición que en esta crisis se han implementado políticas públicas innovadoras, que se han puesto todos los recursos del Estado al servicio de los ciudadanos «y no al revés» y que «en la anterior crisis ustedes (por el PP) implementaron despidos masivos». Merece la pena detenerse en la ristra de mentiras incluidas en su comparecencia.Primero, el presidente Sánchez dijo que los ciudadanos se han ahorrado 2.000 millones de euros por su «tope del gas». Es empíricamente falso. Para llegar a esa cifra el presidente usa el aumento del precio spot (diario) de la electricidad en Europa y lo compara con el mismo precio en España. Es una mentira burda porque los precios de la electricidad para las familias no se calculan así. La factura en España con la tarifa regulada está 100% ligada al mercado diario y, además, hay que pagar el tope del gas, la subvención a las gasistas que se le cobra a los consumidores de la tarifa regulada y los que no la tienen igualmente. Con esa realidad, la tarifa de los consumidores ha subido mucho más –por meterles el concepto del tope del gas– a los que tienen tarifa cerrada con comercializadora y también más que en la mayoría de los países de Europa en la tarifa regulada porque la española es la única que está ligada al precio diario. Si lo miramos por segmento de consumidores, todos pagan más que uno similar en Portugal, Francia o Italia.

Al leer todo esto, pensará que el presidente está mal asesorado, que se equivocó o que le dieron mal los datos. No es así. Vivimos un periodo en el que se está intentando reescribir la historia. La labor de este Gobierno ante lo que es una situación económica terrible es reescribir la historia. Según ellos, la crisis de 2008 pasó en 2012, los ERTE los inventó Sánchez y los ICO también, ellos han «bajado impuestos» cuando la realidad es que han tocado un par modestamente mientras han subido 42 impuestos y se han negado a deflactar el IRPF, disparando la recaudación en medio de la inflación más alta en tres décadas, y el mundo se maravilla ante sus propuestas y las copia. El Gobierno repite una y otra vez que los líderes europeos quieren copiar las medidas de límite del precio del gas, incluso cuando Bruselas las rechaza por escrito. Pero es peor. Vanagloriarse de que Europa quiere imponer medidas equivocadas que han llevado a que regalemos 80 millones de euros mensuales a Francia es aterrador. Mal de muchos…

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