Toman su propia medicina: Fractura total entre partidos y entidades separatistas en una Diada bochornosa y pinchazo sin paliativos de la Diada
Los de Pere Aragonès, abucheados y pitados durante otros actos de este 11 de septiembre, están enfrentados con diversos sectores del secesionismo.
El enfrentamiento entre los partidos separatistas, la ausencia de representantes institucionales y líderes políticos, los problemas de organización, el hastío de las bases separatistas han desembocado en un fracaso sin paliativos de los actos separatistas de la Diada.
La división del movimiento independentista se verá reflejada en la Diada. Se estima que la manifestación de este domingo 11 de septiembre, que se inicia a las 17.14 de la tarde, sea de las menos concurridas de la última década. La Asamblea Nacional Catalana, organizadora de la protesta, ya ha anunciado que a diferencia de ediciones anteriores no tendrá un tono festivo, ni siquiera habrá coreografías, ni olas ni cadenas humanas.
Tras los incidentes de este sábado en el Fossar de les Moreres, la tradicional ofrenda floral en la estatua de Rafael Casanova en Barcelona se ha convertido en el escenario de nuevas broncas, gritos e insultos en una Diada entre separatistas y que está resultando bochornosa. Grupos de separatistas han insultado a los líderes de ERC y Junts per Catalunya (JxCat), a quienes han acusado de «traidores» y «vendidos».
Manifestación de la ANC
La manifestación principal de la Diada, que convoca cada año la entidad independentista ANC, ha arrancado este domingo por la tarde en un contexto de división y enfrentamientos dentro del propio secesionismo.
Como es habitual, en la marcha convocada por la ANC, los asistentes se han dirigido hacia la Estación de Francia. El gran ausente de esta edición es el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que mantiene discrepancias con la entidad convocante. De hecho, desde varios sectores del independentismo se critica la estrategia seguida por los republicanos, que apuestan por la mesa de diálogo con el Gobierno de Sánchez. ERC, a su vez, está enfrentado con su socio de coalición, JxCat.
Además de las anunciadas ausencias del presidente catalán y los consellers de ERC, a la manifestación tampoco han asistido ni Oriol Junqueras, ni Marta Vilalta, ni otros dirigentes de peso. El partido no está viviendo una Diada tranquila. Sus cabezas visibles han sido abucheadas y pitadas en el Fossar de les Moreres, un enclave emblemático para el independentismo, y en el acto floral de Barcelona en las ofrendas al monumento a Rafael Casanova.
Una de las grandes incógnitas de esta jornada era sobre la asistencia a la manifestación. Los organizadores habían estimado que la marcha de este domingo sería multitudinaria, pero ha sido un fracaso sin paliativos. Los separatistas toman su propia medicina.