10 frases de «El Arte de la Guerra» de Sun Tzu aplicadas a la Batalla Cultural | José María Romero

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Como era previsible, la VI Cumbre Transatlántica ha sido blanco de ataques tanto por parte de los mercenarios de la censura mediática como un intento de boicot desde el exterior, que, por cierto, fue un rotundo y clamoroso fracaso. Ello me ha evocado un artículo que leí hace unos días en el El Cierre Digital sobre El arte de la guerra de Sun Tzu. Inspirado por esta reflexión, decidí aplicarlas a cómo los organizadores han planteado esta Cumbre y la lucha que la derecha cultural debe emprender para prevalecer en la batalla cultural.

El clásico Arte de la Guerra de Sun Tzu ha trascendido su origen militar para convertirse en una guía estratégica aplicable a diversos ámbitos, incluidas las batallas culturales y políticas. En el panorama actual, la derecha cultural libra una batalla crucial contra la hegemonía ideológica de la izquierda, que controla muchos de los espacios de influencia social: educación, medios de comunicación, entretenimiento y cultura popular.

Para revertir esta situación y construir una narrativa propia que recupere el terreno perdido, los principios de Sun Tzu pueden ser herramientas invaluables. Este artículo desarrolla cómo estas enseñanzas estratégicas pueden aplicarse al combate cultural en diez claves fundamentales.

1. “Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, tu victoria no quedará en duda”. La primera y más importante lección es la del conocimiento profundo. La derecha cultural debe analizar meticulosamente las tácticas de la izquierda, sus mensajes clave y los valores que promueven. Esto implica entender cómo han monopolizado los espacios educativos, culturales, mediáticos y qué narrativas han utilizado para construir hegemonía.

La reciente VI Cumbre ha demostrado con claridad cómo, frente a la amenaza de un ataque mediático coordinado, diseñado para desacreditar, censurar e incluso prohibir el evento, respaldado por una ofensiva de presión externa, estrategias típicas de la extrema izquierda (como detallaremos en un próximo artículo), los organizadores respondieron con previsión y determinación. La capacidad de anticiparse y comprender el «dónde» y «cómo» de los ataques del adversario es esencial para contrarrestarlos de manera efectiva y salvaguardar el propósito del encuentro.

Sin embargo, igual de importante es el autoconocimiento. La derecha cultural necesita revisar sus propias fortalezas, como la defensa de la familia, la vida y la libertad, y corregir errores del pasado que hayan generado división o desconfianza. Tener claro un mensaje y defenderlo con firmeza es mucho mejor que la duda y la incoherencia. Este equilibrio permite anticiparse a los movimientos del adversario y actuar con inteligencia. Solo una derecha cultural consciente de quién es y de a quién se enfrenta podrá operar con ventaja en el campo de batalla cultural.

2. “La rapidez es la esencia de la guerra”. En la era digital, las narrativas cambian a la velocidad de un clic. La rapidez se ha convertido en un requisito esencial para contrarrestar los ataques ideológicos de la izquierda. Cada crisis, debate o polémica debe ser respondida con agilidad, pero sin caer en la improvisación.

Disponer de un equipo preparado para analizar la coyuntura en tiempo real, crear mensajes claros y distribuirlos estratégicamente es fundamental. Por ejemplo, cuando surjan leyes o iniciativas contrarias, la derecha cultural debe responder no solo denunciándolas, sino proponiendo alternativas claras que conecten emocionalmente con la sociedad.

En este contexto, el equipo de prensa de la Cumbre ha demostrado una notable eficacia y rapidez. Al ataque orquestado y sincronizado desde medios como El PaísEs Diario y Público, ha sabido oponer una respuesta estratégica con artículos sólidos en El Debate, La Gaceta, La RazónABC y otros diarios digitales, logrando neutralizar la ofensiva mediática con éxito. Además han logrado conectar con las redes sociales que han amplificado su mensaje.

3. “El general que gana una batalla hace muchos cálculos en su templo antes de la batalla”. La planificación es la base de toda victoria. En lugar de actuar de forma reactiva, la derecha cultural necesita diseñar estrategias a largo plazo que incluyan la formación de líderes, el fortalecimiento de medios de comunicación afines y la creación de think tanks que generen ideas innovadoras.

Que la VI Cumbre haya tenido lugar en el Senado subraya que la derecha cultural no solo no teme al debate y a la confrontación de ideas, sino que está dispuesta a liderarla.

Por el contrario, la reacción de la izquierda, intentando cancelarla, pone de manifiesto su debilidad y cobardía. No buscan el debate cultural; lo que desean es imponer su visión mediante censura y control.

¿Y por qué se ha conseguido? Porque cada iniciativa, en este caso la Cumbre, debe ser evaluada con detenimiento para garantizar que se alinee con los objetivos generales y tenga un impacto duradero. Una planificación rigurosa permitirá no solo resistir los embates ideológicos de la izquierda, sino también construir una alternativa sólida.

4. “No basta saber cómo atacar a los demás con el fuego, es necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen a ti”. Una defensa fuerte es esencial. La izquierda utiliza tácticas como la mentira, la manipulación, censura y el desprestigio para debilitar a sus oponentes. Se ha visto claramente con el intento de censura de la citada Cumbre. La derecha cultural debe blindarse contra estos ataques, protegiendo tanto a sus líderes como a sus mensajes.

Esto incluye anticiparse a las campañas de difamación y desarrollar plataformas independientes que permitan difundir ideas sin depender de espacios controlados por la izquierda. Además, es crucial generar una narrativa cohesionada que evite fisuras internas que puedan ser explotadas por el adversario. Una derecha cultural unida y bien defendida será más difícil de atacar y mucho más efectiva en sus ofensivas.

5. “Cuando el enemigo esté relajado hazlo esforzarse. Cuando esté saciado, hazlo sentir hambre. Cuando esté asentado hazlo mover”. La adaptabilidad es clave para desestabilizar al adversario. La derecha cultural debe aprender a cambiar las reglas del juego, obligando a la izquierda a salir de su zona de confort. Esto puede lograrse introduciendo temas que los incomoden o exponiendo las contradicciones en sus políticas y discursos. Cambiar el enfoque del debate obliga al adversario a responder y permite tomar la iniciativa en la conversación pública.

La Cumbre ha logrado reabrir en la agenda pública temas fundamentales como la familia, la vida y el aborto, o la dignidad de la persona humana, asuntos que la izquierda daba por ganados. En este sentido, ha conseguido incomodar profundamente a quienes creían tener la última palabra, moviéndoles la silla y obligándoles a replantear su estrategia. Y es por ello sus intentos de cancelación.

6. “La invencibilidad es una cuestión de defensa, la vulnerabilidad es una cuestión de ataque”. El poder de una defensa bien planteada no debe subestimarse. En muchas ocasiones, no es necesario atacar directamente; resistir y mantener posiciones firmes puede ser más efectivo.

Por ejemplo, cuando se ataca a la familia como institución, la derecha cultural debe responder reafirmando su importancia y defendiendo su papel en la sociedad, sin entrar en discusiones inútiles o distracciones. La defensa de los valores debe ser sólida y coherente, mostrando que estos son una base firme que no se derrumba ante las modas pasajeras.

La participación de 300 asistentes provenientes de 45 países en la Cumbre Internacional por la Vida y la Libertad, celebrada en el Senado de España, evidencia que estos valores no solo son universales, sino que cuentan con un amplio respaldo de personas comprometidas a defenderlos con determinación en sus respectivos países.

7. “Triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuándo no”. Seleccionar las batallas adecuadas es un principio estratégico fundamental. No todas las luchas valen el esfuerzo, y en ocasiones, evitar un enfrentamiento puede ser la decisión más sabia.

La derecha cultural debe priorizar los temas que realmente movilizan a sus bases y que tienen un impacto directo en la sociedad, como la libertad educativa o la defensa de la vida y la familia. Enfocar los recursos en estos puntos garantiza una mayor resonancia y evita desgastes innecesarios en debates secundarios o provocaciones ideológicas.

8. “La forma más elevada de autoridad es resistirse a los planes del enemigo”. La calma y la resistencia son armas poderosas. La izquierda suele buscar polarizar los debates para desestabilizar a la derecha cultural y llevarla a su terreno. Responder con serenidad, sin caer en provocaciones, refuerza la imagen de liderazgo sólido.

Por ejemplo, ante ataques mediáticos o manipulaciones emocionales, la derecha cultural debe mantener el foco en sus prioridades, ofreciendo soluciones prácticas y mensajes claros. Resistir inteligentemente, sin perder la compostura, desarma al adversario y proyecta fortaleza.

9. “La oportunidad de asegurarnos contra la derrota está en nuestras propias manos, pero la oportunidad de derrotar al enemigo la provee él mismo”. La paciencia estratégica permite aprovechar los errores del adversario. La izquierda, al controlar tantos espacios de poder, a menudo cae en contradicciones internas o promueve políticas que generan descontento. La derecha cultural debe estar preparada para capitalizar estos momentos.

Esto significa observar atentamente, estar siempre lista para actuar y no precipitarse. Por ejemplo, cuando políticas de izquierda generan rechazo en sectores amplios de la sociedad, la derecha cultural debe ofrecer una alternativa clara que conecte con esas preocupaciones.

10. “La calidad de la decisión es como la sacudida oportuna de un halcón que le permite golpear y destruir a su víctima”. El momento oportuno puede ser decisivo. La derecha cultural debe ser capaz de identificar cuándo lanzar una iniciativa cultural, un manifiesto o una campaña mediática para obtener el mayor impacto.

Esto requiere preparación constante y un análisis detallado de las circunstancias. Una decisión tomada en el momento adecuado puede cambiar el curso de la batalla cultural, mientras que una acción precipitada o tardía puede desperdiciar recursos valiosos.

Una estrategia para ganar la batalla cultural. La batalla cultural que la derecha cultura enfrenta no será fácil ni rápida, pero con las enseñanzas de Sun Tzu, es posible trazar un camino estratégico hacia la victoria. La clave está en combinar autoconocimiento, agilidad, planificación a largo plazo y una sólida defensa.

Como dijo Sun Tzu: “El éxito pertenece a aquellos que se preparan para aprovechar las oportunidades”. La derecha cultural, trabajando con unidad y determinación, puede recuperar el terreno perdido y construir una sociedad más libre, justa y basada en principios sólidos que trasciendan generaciones.

…Continuará…

José María Romero | Analista Político

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