La Unión Europea ha pedido diálogo en Cuba ante la oleada de protestas que se han saldado con al menos 150 personas detenidas, entre ellos activistas y periodistas como Camila Acosta, según el balance ofrecido por el director para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior de la Unión Europea, Javier Niño Pérez.
En una comparecencia ante la Comisión de Exteriores del Parlamento Europeo centrada en la situación que atraviesa Cuba, el diplomático español ha defendido la necesidad de que las autoridades de la dictadura de La Habana atiendan las demandas de las manifestaciones y aborden reformas «económicas y cívicas» para atender el descontento social en la isla. Sin embargo, no hizo un llamado a que la tiranía dé paso a una democracia en la isla.
Según la diplomacia comunitaria, las movilizaciones son las más importantes desde la crisis de los balseros en 1994, habiéndose producido entre 12 y 58 manifestaciones con la participación de centenares de cubanos en distintos puntos de la isla.
«Son una combinación de factores, desde la penuria económica, el golpe de la pandemia y la reivindicación de derechos cívicos», ha asegurado Niño Pérez, quien ha indicado que en esta «tormenta perfecta» también juega un papel el embargo estadounidense –orientado a presionar para que la tiranía permita unas elecciones libres–.
En todo caso, ha puesto de manifiesto que Cuba debe abrir un diálogo y escuchar las demandas ciudadanas. «Se debe evitar la violencia y entrar en una dinámica de revolucionarios contra enemigos. Se necesita diálogo y solución a los problemas de Cuba», ha valorado.
Sobre las acciones del bloque, hay encuentros previstos con la embajadora cubana en Bruselas, y también por parte de la delegación de la UE en La Habana, en los que los diplomáticos pasarán estos mensajes, ha detallado Niño Pérez, quien ha abogado por trabajar en un «doble frente» con la isla que pase por promover las reformas económicas y de derechos políticos y humanos para que, entre otras cosas, se regule principios básicos como el derecho de manifestación.
Por todo ello, ha hecho una defensa del acuerdo político y de cooperación de la UE con Cuba, considerándola una herramienta válida para trabajar en esta línea y rechazando la vía de la «confrontación» que, según ha dicho, no ha producido resultados en el pasado.
(La Gaceta)