El diario italiano Il Tempo da la noticia de que la sanidad pública italiana confirma oficialmente que han muerto de esta terrible plaga menos de 4.000 personas, y no las 130.000 que se han alegado hasta ahora y han servido para desencadenar confinamientos, cierres de empresas, distancias de seguridad, mascarillas y pasaportes vacunales en toda Europa.
De las 130.468 muertes registradas oficialmente como causados por el virus chino desde el principio de la pandemia, solo 3.783 son achacables directa y únicamente al virus. Todos los demás italianos que perdieron la vida tenían entre una y cinco comorbilidades existentes: estaban gravemente enfermos de otras cosas. De los muertos por encima de 67 años, el 7% tenía más de tres enfermedades mortales, y el 18% al menos dos. El 65,8% de los italianos que murieron con el virus, informa la sanidad italiana, tenía hipertensión arterial; el 23,5%, demencia; diabetes, el 29,3%, y fibrilación atrial, el 24,8%, a lo que hay que añadir un 17,4% con problemas pulmonares, un 16,3% con cáncer terminal y 15,7%, enfermedades cardiacas.
En definitiva, la admisión del Instituto significa que las muertes directa y exclusivamente atribuibles al covid representan un número menor al de personas que muere cada año por gripe.