La peligrosidad de los retos en las Redes Sociales: Una alerta urgente | Albert Mesa Rey

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En las últimas horas de madrugada de un domingo en Talavera de la Reina (Toledo, 84.000 habitantes) no suelen ocurrir muchas cosas. Pero el pasado fin de semana día 13 de octubre ha sido diferente. A las 7.14 de la mañana del domingo, la centralita de la Jefatura Superior de Policía de Castilla-La Mancha alertó a los agentes. Un ciudadano que se encontraba en la inmediaciones del puente de Castilla La-Mancha, en una circunvalación en el sur de Talavera, daba aviso al cuerpo policial de un grave accidente: un ciudadano inglés de 26 años se había caído desde una altura de entre 40 y 50 metros al escalar los tirantes del viaducto para superar un reto de redes sociales, según informa la Jefatura Superior.

En la era digital, las redes sociales se han convertido en una plataforma para la conexión, la creatividad y el entretenimiento. Sin embargo, también han dado lugar a una tendencia preocupante: los retos virales, que en muchos casos ponen en riesgo la salud física y mental de quienes los intentan. Desde desafíos aparentemente inocuos hasta peligrosos actos extremos, los retos en redes sociales han demostrado ser un fenómeno con consecuencias graves, especialmente para los jóvenes, que son los más vulnerables a esta presión.

¿Qué son los retos virales?

Los retos virales, también conocidos como «challenges«, son pruebas o actividades que se difunden rápidamente en plataformas como TikTok, Instagram, YouTube y Facebook. Estos desafíos suelen ser grabados en video y compartidos para que otros usuarios los vean y, a menudo, los repliquen. Algunos de estos retos son inofensivos y promueven la diversión, la creatividad o incluso la caridad, como el famoso «Ice Bucket Challenge» que recaudó millones para la investigación de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Sin embargo, otros se han convertido en verdaderos peligros para la seguridad de los usuarios.

Retos peligrosos: ejemplos alarmantes

Muchos retos virales que circulan por las redes tienen implicaciones serias para la salud, llegando incluso a provocar muertes en casos extremos. A continuación, algunos ejemplos de los retos más peligrosos:

El desafío de la canela: Este reto consistía en ingerir una cucharada de canela en polvo sin agua. Aunque pueda parecer inofensivo, la canela en polvo puede irritar las vías respiratorias, provocando asfixia, problemas pulmonares graves e incluso neumonía por aspiración.

El desafío del «Tide Pod»: Uno de los retos más absurdos y peligrosos fue el «Tide Pod Challenge», en el que los adolescentes mordían o ingerían cápsulas de detergente líquido. Las sustancias químicas en estos productos son extremadamente tóxicas, y provocaron numerosos casos de intoxicación, hospitalizaciones e incluso muertes.

El «Blue Whale Challenge»: Este reto macabro alentaba a los participantes, mayormente jóvenes, a completar una serie de tareas peligrosas durante 50 días, que culminaban con el suicidio. Aunque no se ha confirmado la relación directa con muertes, el impacto psicológico de este tipo de retos es devastador.

El desafío del «Skull Breaker»: En este reto, dos personas hacían caer a una tercera, golpeando su cabeza contra el suelo de manera intencionada. Las lesiones más comunes derivadas de este reto incluían fracturas, conmociones cerebrales y, en casos graves, daño neurológico.

El desafío del Benadryl: Este reto alentaba a los jóvenes a tomar grandes dosis del medicamento Benadryl (un antihistamínico) para experimentar alucinaciones. Los efectos secundarios incluían confusión, ataques epilépticos y arritmias, y algunos casos terminaron en muertes por sobredosis.

¿Qué impulsa a los jóvenes a participar en estos retos?

La popularidad de estos retos está estrechamente relacionada con la psicología de las redes sociales y el deseo de aceptación social, especialmente entre los adolescentes. Hay varios factores que influyen en su participación:

Búsqueda de atención y validación: Los jóvenes, al compartir estos desafíos, buscan obtener “likes”, comentarios y seguidores, lo que les proporciona una sensación de reconocimiento social. En muchos casos, el miedo a quedarse fuera o no ser parte de una tendencia popular empuja a los adolescentes a participar en estos retos, aunque sean peligrosos.

Presión de grupo: El deseo de ser aceptado en un grupo social, ya sea en la escuela o en el mundo digital, hace que muchos jóvenes sientan la obligación de participar en estos desafíos, por más riesgosos que sean.

Falta de conciencia de los riesgos: Los adolescentes a menudo no son plenamente conscientes de los peligros a los que se exponen. Las consecuencias de estos retos a menudo se minimizan o no se consideran antes de participar, ya que el enfoque está en el entretenimiento momentáneo o la viralidad.

Imitación de modelos a seguir: Las redes sociales están llenas de influencers o figuras públicas que, intencionadamente o no, promueven estos retos. Los jóvenes, al idolatrar a estas figuras, intentan imitarlos sin pensar en las repercusiones.

Consecuencias a largo plazo

Las consecuencias de participar en retos peligrosos pueden ser devastadoras, tanto a nivel físico como psicológico. Las lesiones graves, el deterioro de la salud mental y la muerte son los resultados más extremos, pero también existen secuelas menos visibles, como el trauma emocional o la adicción a la adrenalina que generan estos desafíos. Además, en muchos casos, las acciones filmadas pueden tener repercusiones legales, y los participantes pueden enfrentarse a denuncias o cargos penales si sus acciones resultan en daños a otras personas.

¿Qué pueden hacer los padres y educadores?

La responsabilidad de mitigar los efectos negativos de estos retos recae en gran medida sobre los padres, educadores y la sociedad en su conjunto. Aquí hay algunas recomendaciones clave:

Fomentar la comunicación abierta: Es crucial que los padres hablen con sus hijos sobre los riesgos de los retos virales. Una conversación abierta y honesta sobre los peligros y las posibles consecuencias puede prevenir la participación en estos desafíos.

Supervisar el uso de las redes sociales: Los padres deben ser conscientes del contenido que sus hijos consumen en las redes sociales. Aunque el control total es difícil, la supervisión y el uso de herramientas de control parental pueden ser útiles para evitar la exposición a ciertos tipos de contenido.

Educar sobre los riesgos: En las escuelas, es importante que se impartan clases o talleres sobre los peligros de los retos virales y el impacto que pueden tener en la salud y el bienestar. Los adolescentes deben aprender a cuestionar la presión de sus pares y a tomar decisiones informadas.

Fomentar el pensamiento crítico: Enseñar a los jóvenes a evaluar las consecuencias de sus acciones y a pensar de manera crítica sobre lo que ven en las redes sociales puede ayudar a reducir la influencia de estos retos peligrosos.

El papel de las plataformas digitales

Las empresas que gestionan las redes sociales también deben asumir su responsabilidad en la proliferación de estos retos. Algunas plataformas han comenzado a tomar medidas, como la eliminación de videos que promueven conductas peligrosas o la inserción de advertencias sobre los riesgos asociados. Sin embargo, estas medidas a menudo son insuficientes o llegan demasiado tarde. Las plataformas deben mejorar sus sistemas de monitorización y moderación de contenido para identificar y eliminar rápidamente los retos que puedan poner en peligro a los usuarios.

Conclusión

Los retos en las redes sociales representan un fenómeno peligroso que afecta principalmente a los jóvenes, quienes buscan aceptación y notoriedad a través de actividades que, en muchos casos, comprometen su seguridad. Si bien algunos retos son inofensivos o incluso benefician a la sociedad, la aparición de desafíos peligrosos ha demostrado que es crucial educar y concienciar a las nuevas generaciones sobre los riesgos inherentes a este tipo de conductas. Solo a través de la educación, la comunicación y la responsabilidad compartida entre padres, educadores y plataformas tecnológicas, podremos proteger a los jóvenes de las graves consecuencias de estos retos virales. Una vez más, gracias por leerme.

Albert Mesa Rey es de formación Diplomado en Enfermería y Diplomado Executive por C1b3rwall Academy en 2022 y en 2023. Soldado Enfermero de 1ª (rvh) del Grupo de Regulares de Ceuta Nº 54, Colaborador de la Red Nacional de Radio de Emergencia (REMER) y Clinical Research Associate (jubilado). Escritor y divulgador. 

 

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