Han pasado más de tres meses desde que la Ley ELA fue aprobada y publicada en el Boletín Oficial del Estado el 31 de octubre del 2024. Sin embargo, sigue sin financiación, dejando en la incertidumbre a los más de 4.000 enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica en España. Durante este periodo, cientos de personas han fallecido sin recibir las ayudas prometidas. Esta inacción deliberada gubernamental evidencia una dejadez inaceptable y convierte la ley en papel mojado.
El coste para garantizar la cobertura de los cuidados necesarios oscila entre los 184 y 230 millones de euros, según estimaciones de expertos. Sin embargo, el Gobierno no ha asignado los fondos necesarios, escudándose en la falta de Presupuestos Generales del Estado. Esta excusa es inaceptable cuando se destinan grandes sumas a otras partidas menos urgentes. Se trata de una cuestión de prioridades, se trata de vidas, de personas, y parece claro que para el Ejecutivo los enfermos de ELA no están en la agenda. Como dice una de las caras más visibles de la enfermedad, Jordi Sabaté, «Hay dinero para todo, excepto para salvar miles de vidas humanas»,
El Ministerio de Sanidad ha iniciado una consulta pública para definir las enfermedades que se incluirán en la ley, pero ni rastro de la financiación, indispensable para que esta ley realmente se implemente. La parálisis institucional obliga a las familias a asumir costes desorbitados, que en la fase más avanzada de la enfermedad pueden superar los 114.000 euros anuales. La falta de recursos, para no ser una carga familiar, por no arruinar económicamente a los suyos o hipotecar de por vida a sus hijos, provoca que un alarmante 70% de los enfermos de ELA acaben solicitando la eutanasia por no poder costear sus cuidados.
El Gobierno debe actuar de inmediato y asignar los fondos necesarios para cumplir con su obligación moral y legal. Se han planteado alternativas como utilizar fondos de contingencia o planes estratégicos para asegurar la financiación sin depender de los Presupuestos Generales del Estado. No es una petición, es una exigencia de justicia y dignidad. Cada día que pasa sin una solución, más vidas se pierden por culpa de la inacción.
El Ejecutivo ha prometido una hoja de ruta con medidas concretas, pero sin una partida presupuestaria real, seguirá siendo un gesto vacío. Es urgente garantizar que la Ley ELA no se convierta en una promesa incumplida más. No se trata de discursos, sino de hechos. Es hora de que el Gobierno actúe con responsabilidad y voluntad política para asegurar que ninguna familia tenga que elegir entre la vida y la ruina económica. Pero el problema es que a este gobierno no les interesa las persona ni resolver sus problemas. Los aboca a pedir la eutanasia. Es el gobierno de la muerte.
Comparte en Redes Sociales |
Evita la censura de Internet suscribiéndose directamente a nuestro canal de Telegram, Newsletter |
Síguenos en Telegram: https://t.me/AdelanteEP |
Twitter (X) : https://twitter.com/adelante_esp |
Web: https://adelanteespana.com/ |
Facebook: https://www.facebook.com/AdelanteEspana/ |