Esta semana hemos vivido unas jornadas especialmente clarificadoras de en qué País vivimos. España, esa que era y yo creo que sigue siendo mi Patria, ha enseñado lo peor de sí misma. Hemos asistido a una demostración más de la destrucción de una Sociedad, la española, de una Cultura, la española y de unos “pilares básicos” sobre los que se asientan todos lo que significa España que no es que rayen en lo delictivo, sino que habría que mirar con mucho cuidado varias cosas: ¿Quién lo hace?, ¿quién lo dirige? Y ¿a dónde nos quieren llevar?
El último fin de semana de este mes de octubre, en Gijón, una mujer, como dicen los pijo-seudo-periodistas-progres, envenena a su hija causándole la muerte. Nos cuentan desde el principio una rocambolesca actuación de la policía, que personalmente no me creo. Dirán, ¿por qué?, pues si escuchan con atención lo que se cuenta en los vídeos que se acompañan, no es la normal actuación de esa policía que está para protegernos a los ciudadanos, pero que se está demostrando que actúan rápido o despacio, o simplemente no actúan, depende dónde, cuándo y con quién. Vean los vídeos y hablaremos
Una actuación de los medios de comunicación, que si bien en los más comprometidos políticamente, sobre todo algunas cadenas de radio y televisión autonómicas, consiste en ignorar, o sea ocultar los hechos, contra programando con la exaltación de los relatos oficiales de otras cosas, o de estas. Caso claro en las televisiones pagadas por los que con el BOE y el Presupuesto Nacional mantienen esas cadenas hacen ejercicios de malabarismo informativo propios de un premio Pulitzer.
Hemos visto y oído a los de siempre, que llegan a negar el que a una niña se le hayan suministrado unos barbitúricos para eliminarla, hay quien ha calificado los hechos de suicidio asistido, de suicidio ampliado o de otras situaciones aún más peregrinas, con tal de justificar a la “presunta” asesina. Hemos visto y oído a todos los palmeros, acompañados de alguna declaración institucional de la Justicia, que válgame Dios, ya que esos palmeros la han utilizado para enredar y tratar de darle la vuelta al tema. Solo ha faltado decir que el padre a más de 400 km de distancia ha sido el asesino.
Y mientras ese desgobierno que clama a los cuatro vientos con la muerte en teórica violencia de género, que no doméstica, de una mujer, este año según ellos llevamos 32, todo un récord, que no justifica para nada los 573 millones de euros del próximo presupuesto, tan solo del desgobierno para las influencias y chiringuitos de Irene Montero y Podemos. Más obreros mueren en el tajo, tan solo en la provincia de Madrid, una de 50 provincias, y el gasto es casi nulo. ¿Vale más la muerte de una mujer que la de un trabajador?, pues sí, porque el trabajador que muere en su labor diaria es en su mayor parte, más del 90% hombre y eso lo deja claro.
Pero no queda ahí la cosa. Cuando dos diputadas, en sendas comparecencias en diferentes lugares claman a la titular del ministerio de la mujer empoderada para que condene el asesinato, está en lugar de hacerlo, nos da uno de sus habituales mítines contra la derechona y su persecución al Feminismo. Curiosamente ese “Feminismo Histórico”, del que habla la ministra, no quiere ni verla, pues lo está llevando al estercolero de la Historia.
Dirán ustedes, ¿qué está pasando? Pues es fácil de resumir. Cuando al comunismo internacional se le acabó el discurso de la lucha de clases, que le servía para enfrentar a los pueblos y a las personas, surgió la idea, que ya habían apuntado Marx y Engels, de la lucha de sexos. Esta lucha es más amplia todavía y permite la eliminación de la “Familia” pilar básico de cualquier sociedad estructurada desde que el mundo es mundo. De ahí que las ministras socialistas dijeran que los niños no son de los padres, sino del Estado. Grandiosa pista que nos lleva al libro 1984 de Orwell, que en contra de lo que opina el señor Alberto Núñez Feijóo, no se escribió en ese año, pues su autor: Eric Arthur Blair, cuyo seudónimo es George Orwell, murió el 21 de enero de 1950. Demostración palpable de que la EGB ha hecho mucho daño a los conocimientos culturales de los españolitos. Pero no se preocupen, los social-comunistas están logrando una mayor incuria. Y ahí lo dejo.
 José Antonio Ruiz de la Hermosa es, de primera formación, Sanitario y Capitán retirado de Sanidad Militar. Después, historiador, escritor y divulgador. Actualmente dirige en Decisión Radio varios programas de divulgación histórica y “La Cortina de Humo” sobre la actualidad nacional. |
