La educación hasta el siglo XVI
Hasta el siglo XVI la educación de los españoles consistía en aprender a leer, escribir y algo de matemáticas. Entre los 6 años y los 12 (mujeres) a 14 años (hombres) se aprendía todo esto.
El curso académico duraba once meses al año. Luego estudiaban latín y a los autores latinos, los cuáles proporcionaban lecciones sobre historia, geografía, filosofía y retórica, además de diversas clases de matemáticas en rango aparte. La educación secundaria en la escuela de gramática terminaba hacia los 17 años, y capacitaba al alumno para ingresar en la universidad.
Se promovió que las corporaciones municipales fueran importantes en la creación de un importante número de escuelas, sobre todo durante el siglo XVI. Las escuelas de gramática eran el medio de educación más popular para las familias urbanas. Sin embargo, a estas escuelas no iban los nobles y aristócratas, que preferían la figura del tutor para organizar la educación de sus hijos.
La educación y los Jesuitas
Después de un periodo de dejación en el tema educativo, la Compañía de Jesús, fundada hacia 1548, se ganó por derecho propio un lugar privilegiado en el panorama educativo español de los siglos XVI y XVII, y ello por su firme disciplina y alta exigencia académica, prácticamente sin punto de comparación. Los jesuitas fueron poco a poco introduciéndose en los colegios y universidades de España, y fundando muchos por su propia iniciativa, en los que impusieron por norma el mérito individual y corporativo. Los colegios jesuitas eran conocidos por su buena organización interna y el buen nivel cultural y académico de sus profesores, elementos ambos que se echaban en falta con gran frecuencia en las escuelas municipales y particulares.
Sobre la etapa universitaria, el siglo XVI es un siglo de patente expansión en la vida universitaria española.
La educación estatal
No es hasta el siglo XIX, tras la revolución francesa, cuando surgen en Europa los sistemas educativos a nivel estatal.
En España, es la Constitución de 1812, en su título IX, el primer gran texto legal que incorpora la idea de la educación como un conjunto de actuaciones y propósitos donde en su organización, financiación y control debe intervenir el Estado, fijando de este modo las bases para el establecimiento del sistema educativo español. A partir del texto constitucional de 1812 y hasta la actualidad, han pasado doscientos tres años, y unas cuantas leyes de educación.
La primera ley reguladora del propio sistema educativo fue la Ley Moyano de 1857 o Ley de Instrucción Pública. Ordenó el sistema educativo español desde mediados del siglo XIX hasta bien iniciado el segundo tercio del XX. Implanta de manera definitiva los grandes principios del moderantismo histórico: gratuidad relativa para la enseñanza primaria, centralización, uniformidad, secularización y libertad de enseñanza.
La educación con Franco
Durante la etapa franquista se añade la asignatura de la religión católica, las enseñanzas medias, establece los contenidos de las asignaturas y del bachillerato y en 1943 aparece en escena una Ley de Ordenación de la Universidad.
En 1970 se aprueba la Ley General de Educación (LGE) y del financiamiento educativo. Establece una nueva estructura del sistema educativo general proveniente de la Ley Moyano de 1857.
La educación en la democracia
A partir de aquí la legislación en Educación ha sido una carrera sin fondo. Muchos cambios y una constante actividad legislativa, que ha originado un cierto grado de inestabilidad, por decirlo de un modo suave.
Leyes Orgánicas de Educación elaboradas hasta la actualidad son:
– 1980 LOECE, del Estatuto de Centros Escolares (no entró en vigor)
– 1983 LRU, de Reforma Universitaria (actualmente derogada)
– 1985 LODE, del Derecho a la Educación (modificada y en vigor)
– 1990 LOGSE, de Ordenación General del Sistema Educativo (derogada)
– 1995 LOPEG, de Participación, Evaluación y Gobierno de los centros docentes (derogada)
– 2001 LOU, de Universidades
– 2002 LOCFP, de las Calificaciones y de la Formación Profesional
– 2002 LOCE, de Calidad de la Educación (derogada)
– 2006 LOE, de Educación (modificada ampliamente y en vigor) en la que entró en escena Educación para la Ciudadanía.
– 2013 LOMCE, de Mejora de la Calidad Educativa
La ley Celaá
– Y en 2020 aparece la LOMLOE, aprobada por una irrisoria mayoría absoluta el pasado jueves 19 de noviembre de 2020 en el Congreso de los diputados.
Esta LOMLOE o Ley Celaá, por ser la ministra de educación Celaá la instigadora de esta perversidad, una ley que no es una más en esta colección de leyes, reformas y derogaciones de lo anterior. No es solo un eslabón más en esta cadena legislativa que cambia de color según el gobierno que esté en el poder.
Esta LOMLOE quiere cambiar las reglas del juego. Subvertir el orden. Los padres son los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos pero con la ley Celaá : «No podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres». Por lo que los hijos pasan a ser potestad del estado en materia educativa.
En todas las normativas y leyes sobre educación, existe el derecho a la educación y exactamente, el derecho a ser educado en la verdad. NO como dice la ley Celaá que se inventa un derecho a la educación pública laicista, que además está ideologizada por el gobierno de turno.
Y aniquila la “demanda social”, es decir la libertad de elegir de los padres. NO existe la posibilidad de que los padres puedan pensar en que tipo de educación puede ajustarse a las necesidades y realidades de cada uno de sus hijos. Así que a partir de ahora las familias y sus hijos están al servicio del estado. Donde le haga falta al estado allí vamos con nuestros hijos.
Esta LOMLOE culmina el proceso revolucionario de adoctrinamiento en las aulas. Ni siquiera “Educación para la Ciudadanía” de 2006 es tan maligna. Además, esta ley está metida con calzador, sin necesidad de esta premura con la que se ha legislado, en plena pandemia mundial, cuando la sociedad entera está todavía en estado de shock y no sabe ni conoce lo que está pasando.
Han aprovechado el miedo que paraliza, para meternos esta ley educativa que es el culmen perfecto de este proceso de ingeniería social.
“La mentira no existe por eso no se busca y si se construye. La verdad existe y por eso se busca. No hay que construirla. Y cuando se encuentra se da a conocer”.
Este dar a conocer es EDUCAR, y educar en la Verdad. Esto es. Lo demás son meras tácticas de adoctrinamiento y manipulación ideológica que solo pervierte a la persona desde su misma esencia y naturaleza.
Sabiendo el fin de esta ley, deberíamos actuar en consecuencia. No es una mera ley más. Ni un ataque más. Están terminando de dar la vuelta al calcetín. Enfrentarnos el embate y proclamar la verdad. No hay otra forma.
