La educación afectivo sexual que defiende Save Of Children provoca más violencia sexual | Alicia Beatriz Montes Ferrer 

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Hace pocos días salió publicada una nota de prensa de la organización Save Of Children sobre el uso de los dispositivos digitales de los menores. Con la excusa de protegerlos de la violencia digital, como son los abusos sexuales, insiste en que los derechos de la infancia no pueden ser vulnerados y considera urgente abordar la educación afectivo sexual desde edades tempranas[1].

Veamos si es necesaria la educación que fomentan desde los organismos afines a la ONU.

No hace muchos años España era cuasi un paraíso para las mujeres: éramos el 2º país del mundo con menor violencia hacia la mujer. Sin embargo, actualmente la situación ha dado un vuelco radical.

Cuando hablamos de violencia podemos incluir tanto la física como la violencia sexual.

Según datos del año 2022[2], casi 2 de cada 3 mujeres que han sufrido violencia, llamada de género, han nacido en España. Estas cifras se refieren a aquellas mujeres que han recibido violencia por parte de parejas o exparejas. Si nos detenemos a analizar al resto de relaciones, como sería la llamada violencia doméstica, obtenemos que España también encabezaría la lista de países a nivel mundial. Pero lo más alarmante es que 1 de cada 4 víctimas son menores de 18 años.

¿Qué ha ocurrido para que haya habido este aumento en tan pocos años?

Sin entrar en detalles sobre el hecho de que un gran porcentaje de casos de violencia es llevado a cabo por inmigrantes, y que éstos han aumentando exponencialmente en nuestro país, podemos llegar a la conclusión de que las políticas que el Gobierno lleva estos años implantando con mucho esmero (y dinero) en cuestiones de violencia de género, no es que estén siendo insuficientes, sino que están dando la vuelta a la tortilla y logrando todo lo contrario a lo que, supuestamente, se pretende alcanzar. Y digo supuestamente, porque ya es bien sospechoso, que estos políticos tan listos que tenemos, que no dan puntada sin hilo, no se hayan dado cuenta de su fracaso garrafal. Quizás, querido lector, es que nos la están metiendo doblada por otros motivos. No es que quiera ser mal pensada, es que los hechos hablan por sí mismos y el ataque hacia el hombre es tan evidente, así como la desprotección de los menores, que no podemos mirar hacia otro lado, por mucho que nos digan que somos unos insensibles con el sufrimiento de las víctimas y que lo que hace falta es más educación sexual en igualdad de género.

Pero volviendo al asunto que quería tratar, hemos de fijarnos en que quizás haya otro aspecto que no se está teniendo en cuenta a la hora de buscar las causas que están llevando al aumento de violencia en nuestro país, que, como insisto, se suma al cada vez más preocupante número de inmigrantes que vienen para quedarse, aunque sea vagabundeando en un limbo sin papeles. Y me estoy refiriendo a la educación afectivo sexual que han introducido en la mente inocente de los niños.

Las RRSS a las que tienen acceso desde edades muy tempranas, así como los programas televisivos, muestran un gran contenido cargado de sexualización implícita, por no decir, la tan terrible pornografía a golpe de un clic. Pero yo iría aún más allá, y más peligroso según mi parecer: en los propios centros escolares se les está enseñando una visión distorsionada de la sexualidad. Los programas educativos, la mayoría de las veces diseñados por feministas y miembros de los colectivos LGTBI+, son utilizados a libre elección por los docentes, así como la amplia gama de libros de la sección de “Igualdad” de las bibliotecas de dichos centros, sin olvidar los talleres que se imparten en las propias aulas por personas que, sin saberse bien quienes son ni sus antecedentes, se dedican a contar a los niños que son lesbianas, que les gusta ponerse tacones y faldas aunque tengan barba o que el sexo anal mola un montón.

El caso es que desde que los niños aprenden que es una gran liberación dar rienda suelta a su sexualidad masturbándose, que pueden acostarse con cualquier amigo suyo mientras ambos lo deseen, y que no hay por que casarse porque los hombres oprimen así a las mujeres dado su potencial violencia que ejercen sobre las féminas, estamos presenciando una salida de armario masiva en menores. Pero no solo esto, también podremos comprobar el aumento de embarazos en adolescentes, de menores enganchados a la pornografía, así como lo que estoy intentando explicar desde el principio de este escrito: la cada vez más violencia sexual que se respira entre los menores.

Y si con esto no fuera suficiente, podemos comprobar un dato muy relevante que es el hecho de que los homosexuales son responsables de hasta el 40% de casos de abuso sexual infantil[3]. La educación sexual desordenada que se está enseñando promocionando la homosexualización prepara a los niños para ser tanto víctimas como violentos sexuales.

Cuando se pierde la visión del ser humano como un ser digno de total respeto, cuando se olvida la verdad del ser humano creado para amar y ser amado y cuando se pierde la referencia de un sentido trascendente que dirija nuestra vida, tan sólo queda esperar esto: el uso del otro como un objeto de deseo, del que se puede uno desprender según se antoje o arrojar sobre él las propias frustraciones emocionales y afectivas mal gestionadas.

Un saludo y hasta la próxima cita:

Alicia Beatriz Montes_ colaboradora AE Alicia Beatriz Montes Ferrer | Casada, madre de 6 hijos, máster en Ciencias de la Familia, maestra de religión católica y socia voluntaria de las asociaciones Libertas y ECA 

 

 

 

[1] https://www.savethechildren.es/notasprensa/dia-internacional-de-internet-seguro-save-children-advierte-de-que-prohibir-los-moviles

[2] https://www.ine.es/prensa/evdvg_2022.pdf

[3] Ver más en Child Molestation and Homosexuality  https://journals.sagepub.com/doi/pdf/10.2466/pr0.1986.58.1.327

1 comentario en «La educación afectivo sexual que defiende Save Of Children provoca más violencia sexual | Alicia Beatriz Montes Ferrer »

  1. Y a todo ésto, habría que añadir la falta de formación moral en los niños y adolescentes. Los sistemas cognitivos influyen de forma previa en las conductas correctas o reprobables, y hoy se da por hecho que da lo mismo tener o no un control sobre la pulsión sexual, como si fuera neutro el tema en las respuestas comportamentales. Cuestión que, sin embargo, no se predica de la ira, la mentira u otros aspectos morales. Sin formación moral en éste ámbito, los resultados no pueden ser buenos por muchas leyes que se hagan; es una fuerza que destruye a la larga al individuo y estropea el correcto entramado social

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