La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunció recientemente la tramitación de 17 nuevos Bienes de Interés Cultural (BIC) y de Interés Patrimonial (BIP). Entre ellos se incluyen espacios como la Quinta de los Molinos, la antigua fábrica de Clesa, y la Feria del Libro de Madrid. Sin embargo, el conjunto monumental del Valle de los Caídos y su icónica cruz, aún no han sido incluidos en esta categoría, una decisión que evidencia la falta de coraje político del Partido Popular (PP) frente a la izquierda.
BIC y BIP: logros menores frente a una omisión clave
Según anunció Ayuso, se blindarán espacios como la Dehesa de la Villa, reconocida como Paisaje Cultural, y el flamenco, que recibirá el estatus de BIC inmaterial por su histórico arraigo en Madrid desde el siglo XIX. Además, inmuebles como la iglesia de San Marcos y el monasterio del Corpus Christi también serán protegidos. Estas decisiones son, en sí mismas, relevantes para la conservación patrimonial de la región, pero palidecen al contrastarlas con la negativa de la Administración a proteger un emblema histórico y espiritual como el Valle de los Caídos.
A pesar de las reiteradas peticiones de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, Ayuso y su gobierno insisten en que «no tienen competencias» para declarar el conjunto monumental como BIC. Esta respuesta resulta incomprensible si se tiene en cuenta que otros lugares con menor relevancia histórica han sido incluidos en la misma categoría.
El complejo de inferioridad del PP
La actitud de la presidenta madrileña refleja un problema recurrente en el Partido Popular: un complejo de inferioridad que les impide enfrentarse a la izquierda. Declarar el Valle de los Caídos y su cruz como BIC supondría una defensa valiente de los valores históricos y culturales que representan, pero también un enfrentamiento directo con la narrativa izquierdista que busca destruir este monumento.
En lugar de liderar una batalla ideológica que podría incomodar a ciertos sectores, el PP opta por decisiones poco comprometedoras, propia de cobardes. Blindar patrimonios culturales menores como la fábrica de Clesa o la Quinta de los Molinos es fácil y no genera controversias. Sin embargo, defender la cruz del Valle y el conjunto monumental implica desafiar directamente a quienes pretenden reescribir la historia de España desde una perspectiva sectaria.
El silencio ante el Valle de los Caídos
El Valle de los Caídos no solo es un monumento único en el mundo por su magnitud y significado, sino también un lugar de reconciliación nacional. Su cruz, visible a kilómetros de distancia, es un símbolo espiritual que trasciende ideologías. Sin embargo, Ayuso ha decidido no actuar, dejando claro que su compromiso con la defensa del patrimonio histórico tiene límites, especialmente cuando este está asociado a valores que pueden ser atacados por la izquierda.
La excusa de la falta de competencias no es convincente. Si el Gobierno de la Comunidad de Madrid tiene la capacidad de incoar expedientes para la protección de espacios como la Feria del Libro o la Dehesa de la Villa, también podría haber hecho lo mismo con el Valle. Este silencio administrativo refleja una preocupante falta de voluntad para asumir riesgos políticos en defensa de los ideales que el propio partido dice representar.
Consecuencias de la inacción
El abandono del Valle de los Caídos por parte del PP deja un vacío que será aprovechado por quienes desean desmantelar este patrimonio histórico. Mientras la izquierda radical avanza en su agenda para despojar a España de sus símbolos tradicionales, el PP demuestra que prefiere evitar la confrontación antes que defender aquello en lo que supuestamente cree.
La indiferencia de Ayuso hacia el Valle de los Caídos es un recordatorio de que el PP a menudo prioriza el cálculo político sobre la defensa de sus principios. Es un ejemplo más de la falta de coraje del Partido Popular para plantar cara a la izquierda, o en el peor de los casos, que es un cómplice de la labor de la izquierda. Sin esa valentía, seguirán siendo un partido que se pliega a las exigencias de sus adversarios en lugar de liderar con firmeza.
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3 comentarios en «La cobardía de Ayuso: protege edificios como BIC pero ignora y abandona al Valle de los Caídos»
Esta dejadez en la defensa del Valle de los Caídos, tiene dos partes: Llevamos años angustiados, tanto a creyentes como no creyentes, porque es un monumento propiedad de todos los españoles, y vemos como se va deteriorando, sin restaurar lo que tiempo atrás no hubiese costado tanto económicamente, ahora su reparación es mucho más costosa. El Partido Popular, no aprecia a sus votantes, cree que si no son de izquierdas, le tienen que votar por ser la única opción. Y esto no es así, ahora sus votantes tienen más de una opción. Esto está claro. Pues se están jugando las próximas elecciones.
No es verdad, en ningún momento anterior ha sido publicado. Que me digan donde y cuando.
Ésta forma de actuar denota varias cosas relevantes y nada banales:
-1ª- No quiere desobedecer, se pliega a la masonía que es realmente quien instiga esa y otras muchas acciones de la misma índole: Es la primera y principal de todas.
-2ª- Lo es también como comportamiento habitual y por las mismas razones del PP.
-3ª- El hecho de priorizar las conveniencias estratégicas políticas del momento, es otro comportamiento habitual en el PP que denota poca consistencia moral junto con clara proclividad a claudicar y no defender el pensamiento de sus votantes. Y su inmediato corolario es: El día que los votantes del PP se den cuenta de que desde el partido les están traicionando de pleno, va a ser la diáspora total.
-4ª- El verdadero enemigo a la que yo creo idiosincrasia genuina española es la asociación de las izquierdas, los nacionalismos, la mayoría de las masonías (las hay de todos los colores) y la agenda global «sin caras» pero «no votada»
…Cuando digo agenda global sin caras pero no votada, destaco el carácter anónimo cobarde de nadie dar la cara de ésa agenda