La Agencia Europea de Fronteras cancela eventos en España

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El bochorno de España por la gestión del coronavirus llega ya a todas las instituciones, incluidas las de la UE. La Agencia Europea de Fronteras, Frontex, que depende directamente de la UE, ha empezado a cancelar eventos en España, al menos hasta octubre, a causa de la grave situación del coronavirus bajo el mando de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

La decisión de Frontex se convierte en un aviso a navegantes: y es que su principal argumento es que es un peligro realizar determinadas actividades en España «dado que participaban alumnos procedentes de diferentes Estados Miembros de la UE».

La Agencia Europea de Fronteras cancela eventos en España hasta octubre por su mala gestión del coronavirus

El evento era un acto de coordinación y formación de los cuerpos encargados del control de las fronteras de toda la UE. Se debía realizar el próximo mes de octubre. Y las esperanzas de la UE de que la gestión del coronavirus mejore en el país gobernado por los sociocomunistas son tales que ya ha decidido cancelar el curso en España.

El documento, al que ha tenido acceso OKDIARIO y que hoy reproduce este medio, refleja el sentimiento de la UE frente a España y retrata perfectamente la imagen de inseguridad trasladada por las autoridades españolas a lo largo de toda la gestión del virus.

El acto en cuestión fue comunicado oficialmente a los agentes intervinientes el “8 de noviembre de 2019”, justo antes del inicio de la crisis del Covid-19. Se debía celebrar en “las instalaciones de la Autoridad Portuaria de la localidad de Algeciras junto a una visita de estudios a la frontera terrestre de El Tarajal en Ceuta”. El curso iba “dirigido a expertos policiales de rango medio de responsabilidad, sobre gestión integral de fronteras desde una perspectiva europea”. La fecha de celebración era el “mes de octubre próximo”.

Y la cancelación -comunicada internamente con sello oficial del 24 de agosto- no deja gran lugar a interpretaciones: “Dado que en este curso participaban alumnos procedentes de diferentes Estados miembros de la UE, y su posible repercusión en la situación de pandemia derivada de la Covid-19, la agencia ha decidido cancelarlo”. Punto final.

La peor gestión 

Se trata de la última prueba del enorme impacto en España de la pésima gestión del coronavirus por parte del Gobierno. Y es que el mes de agosto no ha hecho más que confirmar a España como el peor país en gestión de la enfermedad.

De este modo, España ha entrado a lo largo de las últimas semanas, y de nuevo, en el grupo de los países que peor previsión tienen frente a la pandemia. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), organismo de referencia de la Unión Europea, ya ha incluido a España entre los países con el nivel más alto de incidencia acumulada junto a Brasil o Estados Unidos.

La situación de la pandemia del coronavirus en España ya es una preocupación a nivel internacional. España rompió a mitad de agosto la barrera de los 120 casos por cada 100.000 habitantes que el ECDC establece para incluir a un país entre la lista de naciones más afectadas por un brote. Datos muy negativos para el Gobierno de Pedro Sánchez, que ha convertido en toda una tónica la postura de distanciarse y lavarse las manos para culpar a las autonomías del avance del virus.

El ECDC elabora con esos datos un mapa en el que se señalan, en cuatro niveles, los países de todo el mundo en relación a la incidencia acumulada (IA) del virus. Un factor al que recurren los epidemiólogos como uno de los principales y más fiables medidores para conocer la evolución de la pandemia.

El primer nivel muestra en amarillo una incidencia reducida, menor a 20 casos por cada 100.000 habitantes. En naranja se resaltan aquellas naciones que se encuentran entre un índice de 20 y 60. En el tercer lugar, en marrón, se muestran los países cuya situación ya es preocupante (una IA entre 60 y 120). El último nivel, en marrón oscuro, señala a los países que están sufriendo de lleno la pandemia y cuya evolución futura resulta extremadamente preocupante. Y España entró a mitad de agosto en esa triste categoría: ya se muestra en el mapa global del ECDC como uno de los países más afectados del mundo por el avance del virus. Así, España se ha colocado ya como ‘líder’ absoluto a nivel continental.

Opacidad

Y España no ha recibido un mazazo en su credibilidad sólo por este aspecto. También por su descarado ocultismo estadístico de lo que ocurre en el tratamiento y consecuencias del virus. La cifra real de muertos ha sido una de las cuestiones más polémicas desde que se inició la pandemia de coronavirus. El Gobierno ha escondido ese dato desde el inicio y se niega a reconocer más de 30.000 defunciones por el coronavirus. Una cifra que se queda lejos de la realidad y que no permite valorar el impacto real de la enfermedad. Los cálculos de OKDIARIO -recogiendo las sumas de la Comunidad de Madrid y de Cataluña, que el Ministerio de Sanidad se niega a contabilizar- elevan el número por encima de los 43.000 fallecidos.

La propia Unión Europea ha confirmado este mes de agosto que España es de los países que peor cuenta a sus fallecidos por Covid. Así lo ha revelado el dossier de vigilancia elaborado por el ECDC sobre la evolución de la pandemia en Europa.

En la descripción del sistema utilizado para contabilizar a las víctimas, se evidencia que el adoptado en España infravalora esas cifras, en relación a otros países del entorno. El Gobierno español, señala el ECDC, cuenta únicamente como tales, los fallecidos con prueba diagnóstica confirmada, y «mayormente» en hospitales.

Un sistema que contrasta con el de países como Francia, donde se incluyen muertes con confirmación de Covid, pero también con sospecha, y tanto entre hospitalizados como en la «comunidad», lo que incluye viviendas particulares y residencias. El Ministerio de Sanidad ignoró en cambio estas defunciones, especialmente en los primeros meses, lo que permite concluir que las cifras no reflejan la magnitud de la pandemia.

Países como Bélgica o Luxemburgo también siguen el modelo francés. Y la inmensa mayoría recogen las muertes en lugares que no sean estrictamente hospitales.

El Gobierno siempre se ha justificado de las críticas de la oposición en que seguía los patrones internacionales de recuento. La propia UE certifica que eso es simplemente una mentira más.

(Carlos Cuesta. OK Diario)

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