Ahora, la iniciativa debe ser votada en el Senado antes de convertirse en ley.
Aunque los “vientres de alquiler” están prohibidos en Italia desde 2004, aún es posible obtener un hijo buscando esa práctica en un país extranjero.
El texto modificó el artículo 12 de la Ley 40, de 19 de febrero de 2004, relativa a las normas de procreación médicamente asistida, y propone penas de prisión que pueden ir de tres meses a dos años, y multas que podrían alcanzar un millón de euros para los ciudadanos italianos que contraten mujeres en el exterior.
La iniciativa de ley fue presentada por la diputada Carolina Varchi, del partido Fratelli d’Italia y cuenta con el apoyo del gobierno de la primera ministra Giorgia Meloni.
“La maternidad es única, insustituible y no subrogable” dijo Varchi en la presentación del proyecto, y añadió que “la maternidad no puede darse a cambio de una tarifa porque un hijo no es un objeto comercializable”.
Eugenia Roccella, ministra de Familia, que participó en una manifestación ante el Parlamento para apoyar el proyecto de ley, dijo: “el día de hoy es importante porque sitúa a Italia en la vanguardia de la defensa de las mujeres y los niños a escala internacional. Esperamos que esta votación abra un debate mundial sobre esta práctica para lograr su abolición”.
Ese debate ya viene siendo impulsado por la Declaración de Casablanca, que considera la “maternidad subrogada” una práctica inhumana análoga a la esclavitud y busca su abolición universal.
(Fuente: Political Network for Values (PNfV))