El Índice de Precios de Consumo (IPC) de septiembre publicado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha traído consigo una desagradable sorpresa ‘negativa’: Es el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que siguieron creciendo en septiembre con una variación anual del 14,4%, seis décimas superior a la de agosto, y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destacan los incrementos de los precios de las legumbres y hortalizas (16,3%); leche, quesos y huevos (20,1%); y carne (12%), todos mayores este mes que en 2021.

En agosto, el precio de uno de cada tres productos de la cesta básica del supermercado subía más de un 15%, una tendencia que se mantuvo en septiembre. De hecho, la inflación se nota en la totalidad de los alimentos, aunque el margen de la subida en este sector es muy amplio, oscila entre el 5% y el 66%.

Las mayores subidas respecto al mismo mes de 2021 se siguieron concentrando en septiembre en los aceites comestibles (66%), harinas y otros cereales (39%), mantequilla (33%), pastas alimenticias y cuscús (30%), y salsas y otros condimentos (28%). Por contra, las menores subidas (de entre el 5% y el 6%) se localizaron en los frutos secos y el chocolate.

Sin tener en cuenta la rebaja del impuesto especial sobre la electricidad y las variaciones sobre otros impuestos, el IPC interanual alcanzó en septiembre el 9,3%, cuatro décimas por encima de la tasa general del 8,9%. Así lo refleja el IPC a impuestos constantes que el INE también publica en el marco de esta estadística.

Muebles, restaurantes y hoteles

Por otra parte, hay otros componentes del IPC general que también registraron en septiembre subidas superiores a las del mes anterior, como por ejemplo los muebles y artículos del hogar (con una tasa anual del 7,8%, dos décimas superior a la de agosto) y los servicios de restaurantes y hoteles (con un crecimiento del 7,9% respecto a septiembre de 2021, tres décimas superior al que se registró en agosto).