No solo son malas medidas energéticas, sino también económicas. El Gobierno de Pedro Sánchez ha implementado más de cuarenta subidas de impuestos desde su llegada, el 80% de ellas contra la clase media, además de seguir negándose a deflactar los impuestos a la inflación, lo cual deja a los españoles sufriendo más inflación y pagando más impuestos por ella.
Los españoles asalariados se enfrentan a un duro invierno con la mayor caída de poder adquisitivo en dos décadas y más impuestos. El Gobierno, además, quiere seguir subiendo más la carga fiscal con peajes en todas las autovías, un proyecto rescatado de nuevo, impuestos en el aire acondicionado y otros que se les ocurrirán.
Ya explicamos la semana pasada que los datos de España son claros. Partimos de la peor recuperación, más endeudados y con la mayor tasa de paro de la Unión Europea y nos enfrentamos a una crisis con políticas que empeoran la situación de todos.
Sánchez lleva a cabo una política en la que los contribuyentes, familias y empresas están al servicio del Gobierno y no al revés. No se ha anunciado la más mínima medida de reducción de ministerios, gasto superfluo, asesores, etc. Para el ciudadano español, el invierno será muy duro. Serán los afectados. Los ciudadanos serán los responsables de las medidas que les impongan. Para el Gobierno y sus socios, como si nada. Ellos no son responsables de nada.