Mucho antes de que el presidente Donald Trump anunciara su apoyo a Stargate, un proyecto de inteligencia artificial del sector privado de 500 mil millones de dólares, Silicon Valley y el Departamento de Defensa ya se habían unido para transformar la atención médica estadounidense en un sistema impulsado por inteligencia artificial basado en la recopilación generalizada de datos personales de atención médica, según un nuevo informe de investigación de Max Jones de Unlimited Hangout.
Durante una conferencia de prensa con personalidades de Silicon Valley durante su segundo día en el cargo, el presidente Donald Trump expresó su apoyo político a un proyecto de inteligencia artificial (IA) del sector privado de 500 mil millones de dólares llamado Stargate. La empresa conjunta entre OpenAI, Oracle, SoftBank y otros financiará infraestructura para la IA. Entre otras cosas, parte de esa financiación se destinará al desarrollo de la IA para la detección temprana del cáncer y la creación rápida de vacunas de ARNm contra el cáncer .
Pero mucho antes del anuncio de Trump, Silicon Valley y el Departamento de Defensa de Estados Unidos (DOD) ya se habían unido para transformar la atención médica de Estados Unidos en un sistema impulsado por IA, un sistema diseñado para liberar el poder de la » medicina predictiva » para la detección temprana y el tratamiento de enfermedades, en un individuo o población, a veces incluso antes de que una enfermedad se manifieste, según un nuevo informe de investigación de Max Jones de Unlimited Hangout .
El futuro de la medicina predictiva depende del intercambio de datos entre el Departamento de Defensa , el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS), que supervisa 13 agencias de salud pública , y el sector tecnológico privado , escribió Jones.
La medicina predictiva se utilizará para la vigilancia masiva de los estadounidenses y servirá para orientar los enfoques futuros ante las pandemias, informó Jones.
Jones dijo que en el corazón de este nuevo sistema se encuentra el Centro de Pronóstico y Análisis de Brotes (CFA, por sus siglas en inglés). Anunciado el año pasado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), el CFA tiene como objetivo establecer “ un Servicio Meteorológico Nacional, pero para enfermedades infecciosas ”, utilizando la recopilación masiva de datos para predecir y controlar los brotes de enfermedades.
Para lanzar la iniciativa, el HHS anunció una subvención estimada de 262 millones de dólares durante cinco años para establecer una red de 13 centros de pronóstico y análisis de enfermedades infecciosas para coordinar este trabajo en todo Estados Unidos.
La CIA metida
La empresa de minería de datos Palantir, vinculada a la CIA, de Peter Theil, gestionará los datos de la red, dijo Jones. “La próxima pandemia probablemente utilizará la infraestructura de biovigilancia actualmente en expansión y el software de predicción de enfermedades de IA para desarrollar medidas políticas ‘dirigidas’ a comunidades específicas y potencialmente a individuos durante futuras pandemias”, escribió.
CFA se centrará en construir una infraestructura digital para facilitar el intercambio de datos entre todos los niveles de gobierno y el centro de atención médica.
También está desarrollando herramientas de datos “interoperables” para permitir que diferentes proveedores de atención médica, instituciones y agencias gubernamentales compartan fácilmente todos los datos que recopilan. Ya está probando estos métodos a través de Insight Net , lanzado en 2023, que incluye a 100 participantes públicos y privados en 24 estados que comparten datos.
La medicina predictiva ya está en marcha
Jones señala las raíces de este nuevo aparato de bioseguridad en múltiples sectores gubernamentales que están construyendo alianzas con Silicon Valley. Por ejemplo, la cirujana general del ejército de Estados Unidos, Mary K. Izaguirre, se reunió recientemente con científicos de Stanford y ejecutivos de Google para recibir información sobre cómo la IA puede revolucionar la medicina de emergencia en las fuerzas armadas.
Las grandes compañías farmacéuticas también están recurriendo a la medicina predictiva, escribió Jones. Los científicos de Pfizer han promovido el uso de la IA para predecir el “ próximo evento de propagación de patógenos ” y compartir rápidamente datos de enfermedades e inteligencia, y hacer más eficiente la prestación de servicios de salud. Lo más importante para gigantes farmacéuticos como Pfizer es que una mejor vigilancia de las enfermedades permite el rápido desarrollo de nuevas vacunas para enfermedades con “potencial pandémico”.
Las propuestas de los científicos de Pfizer se hacen eco de las de instituciones globales , incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias ( CEPI ), respaldada por la Fundación Gates, que se han asociado desde 2016 en un programa de investigación para acelerar el desarrollo de vacunas tras la declaración de una pandemia mundial.
CEPI está colaborando con la Facultad de Medicina de Harvard para desarrollar una herramienta que utiliza la IA para predecir la capacidad de una nueva variante del virus de “escapar a la inmunidad”. También está construyendo una “ Biblioteca Global de Vacunas ” que utilizará tecnología de IA para predecir cómo podrían mutar los virus existentes con el fin de identificar los próximos “objetivos de la vacuna”.
Para informar su trabajo sobre contramedidas médicas en los EE. UU., el HHS utilizará varios programas diferentes de biovigilancia desarrollados por Palantir, informó Jones . Por ejemplo, un programa llamado HHS Protect , “una base de datos secreta que almacena información relacionada con la propagación de COVID-19 recopilada de ‘más de 225 conjuntos de datos , incluidas estadísticas demográficas, pruebas basadas en la comunidad y una amplia gama de datos proporcionados por el estado’”. La base de datos incluye información sanitaria privada.
El software “ Gotham ” de Palantir , utilizado como base para HHS Protect, también ha sido utilizado por departamentos de policía de todo el país para iniciativas de “vigilancia predictiva” y por el ejército estadounidense para “detectar enemigos”.
Jones dijo que esto plantea la pregunta: «¿Palantir y otras agencias gubernamentales utilizarán los datos de salud a los que la CFA puede acceder para fines de seguridad nacional de ‘doble uso’?»
Un ejemplo: Kinsa Health
Las tecnologías digitales para la atención médica predictiva ya se están implementando en forma comercial. Por ejemplo, Kinsa Health vende termómetros que las personas conectan a una aplicación de salud en sus teléfonos inteligentes que les brinda consejos sobre cómo tratar sus enfermedades y registra sus datos de salud.
Estos datos también se transmiten a la empresa, que los utiliza para predecir la propagación de la enfermedad. Durante la pandemia de COVID-19, Kinsa predijo qué lugares se convertirían en “epicentros de COVID-19” más rápido que los sistemas de vigilancia existentes.
El éxito de Kinsa con sus termómetros le permitió conseguir lucrativos contratos con importantes empresas del sector sanitario. En 2024, la empresa de tecnología sanitaria patentada Healthy Together adquirió Kinsa. Healthy Together se ha propuesto proporcionar tecnología de inteligencia artificial a empresas farmacéuticas, proveedores de atención sanitaria, compañías de seguros, Medicaid y otros.
Healthy Together se desarrolló en los primeros días de la pandemia de COVID-19, con financiación pública y privada. Vende software a universidades, agencias gubernamentales y a los principales administradores de atención médica, como el Departamento de Asuntos de Veteranos de los EE. UU. Recopila datos de ubicación de salud y otros datos en una única plataforma para administrar la elegibilidad y la inscripción de las personas en servicios gubernamentales como Medicaid.
Los fundadores de la empresa tienen vínculos con Silicon Valley y la administración Trump, informó Jones. El fundador de Kinsa, Inder Singh, fue anteriormente vicepresidente ejecutivo de la Clinton Health Access Initiative , también financiada por la Fundación Gates .
La IA también se está haciendo cargo de la gestión diaria de la atención sanitaria. Palantir ha pasado recientemente a la gestión de las operaciones diarias en los hospitales, donde su software gestiona todo, desde la programación de las citas de las enfermeras hasta el alta de los pacientes. Ya está haciendo este trabajo en más del 15% de los hospitales de Estados Unidos, escribió Jones.
No venden tus datos, los comparten
Nolan Higdon, coautor de “ Educación sobre vigilancia : cómo navegar por la notoria ausencia de privacidad en las escuelas”, dijo a Jones que estos son simplemente esquemas de recolección de datos orientados a la “eficiencia” que se realizan a expensas de los trabajadores del hospital y los pacientes.
La recopilación de datos ampliada también puede utilizarse para ayudar a las aseguradoras a realizar un seguimiento de los perfiles y comportamientos sanitarios, lo que puede ayudar a las compañías de seguros a establecer primas más altas. Higdon ha demostrado que empresas como Palantir prometen a los usuarios que no venderán sus datos, pero sí los comparten con otras instituciones y empresas que también tienen acuerdos de uso con Palantir.
En definitiva, estos diferentes aspectos de las crecientes redes de biovigilancia casi siempre están vinculados a través de asociaciones público-privadas con Silicon Valley, instituciones sanitarias gubernamentales y, a menudo, con el Departamento de Defensa, concluyó Jones.
El CFA, que es emblemático de estas nuevas asociaciones público-privadas en el corazón de un sistema de salud impulsado por IA, “no significa un cambio en la política de salud pública, sino más bien un firme paso adelante en un esfuerzo de años para poner todo el aparato de salud pública en manos de ideólogos de seguridad nacional de línea dura y sus benefactores oligárquicos y tecnocráticos”.
Brenda Baletti | The Defender
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