El inicio del proceso fue admitido a trámite, pero la oposición aún no reúne los apoyos necesarios para que la destitución sea una posibilidad real.
Se necesitan 87 votos de los 130 congresistas.
Hay que señalar que para que el tema de fondo sea debatido se requieren 52 votos a favor- aunque que parece que aún no tiene el apoyo necesario para que sea admitida a debate-, y para la eventual destitución del mandatario, 87 votos de los 130 congresistas.
Los firmantes añaden que durante el gobierno de Castillo, que comenzó el pasado 28 de julio, se ha presentado un «debilitamiento de la libertad de expresión», además de un «maltrato a medios de comunicación y negativa a rendir cuentas a la sociedad», así como una «permisibilidad a la violencia contra la mujer».
El objetivo, tal y como señala el líder del partido Renovación Popular, Rafael López Aliaga, es destituir a Castillo y a Boluarte, por lo que el cargo sería asumido por la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, tras lo cual tendría que convocar de inmediato a elecciones generales. López Aliaga afirmó que esa norma debe ser modificada para que solo se llame a elecciones presidenciales y el actual Congreso, que dominan las agrupaciones de derecha, se mantenga.
Gobierno tambaleante
La posible destitución de Castillo ronda en el aire desde el día siguiente de su elección, cuando los partidos de derecha denunciaron fraude.
Castillo, quien asumió la presidencia el pasado 28 de julio y cuyo mandato finaliza en julio de 2026, es objeto de críticas por su falta de rumbo y constantes crisis ministeriales. En menos de 120 días de gestión ha cambiado a una docena de ministros y enfrenta divisiones en la coalición que lo respalda. La desaprobación presidencial llegó a 57%, según un sondeo de Ipsos difundido el 14 de noviembre.
Respuesta de Carrillo
Castillo, por su parte, retó a los congresistas opositores que promueven su destitución a pedir su salida en las calles y en las plazas «y no dentro de cuatro paredes».
El gobernante sostuvo que ha «guardado silencio» y ha sido «respetuoso» de estos planteamientos, pero anticipó que se siente en la obligación de salir a hablar frente a las críticas constantes de la oposición en el Congreso.
Sin embargo, Castillo también ha recibido cuestionamientos de congresistas de la facción «cerronista» -por su apoyo al Vladimir Cerrón– del partido Perú Libre, que lo critica por haber alejado de su entorno a personajes de esa agrupación y este jueves anunció que evaluará el pedido de destitución, según declaró su portavoz en el legislativo, Waldemar Cerrón.