Hacia el suicidio como sociedad: En España hay 17 mascotas por cada niño

El otro día el diario online Hispanidad recogía tuit que reproducimos abajo que nos tiene que hacer reflexionar profundamente: «En España hay casi 17 mascotas por cada niño«.  No es una afirmación gratuita, sino la constatación de una tendencia que amenaza el porvenir de la nación.

España es una sociedad que está renunciando a su futuro. Los datos del tuit son espeluznantes y reflejan una realidad alarmante: por cada niño, hay 17 mascotas. Los datos son claros: En 2023 nacieron apenas 320.000 niños, una cifra que palidece frente a los 669.000 nacimientos de 1976. Actualmente, hay 1,8 millones de niños menores de 4 años, mientras que el número de mascotas – perros, gatos, etc.- supera los 30 millones, según datos de ANFAAC. Este cálculo confirma una tendencia preocupante: la sociedad española ha sustituido a los niños por los animales de compañía.

Estos números revelan una realidad irrefutable: España ya no apuesta por la infancia y, por lo tanto, no apuesta por su futuro. Un país que prefiere la comodidad de los animales al sacrificio de criar hijos está destinado al fracaso. Es una sociedad que elige la comodidad sobre la responsabilidad. La sociedad española ha cambiado sus prioridades. Se ha pasado de valorar la familia y la natalidad a una cultura del bienestar individualista, donde las mascotas ocupan el lugar que antes pertenecía a los hijos. Esto no es un hecho anecdótico, sino un reflejo de una crisis más profunda. No se trata de estar en contra de los animales, – ni mucho menos-, sino de reconocer que el declive demográfico es una señal de alerta que no puede ignorarse.

Cuando una sociedad deja de apostar por los niños, pierde su capacidad de renovación y crecimiento. Se condena al envejecimiento, a la crisis de las pensiones y, en consecuencia, a la dependencia de la inmigración masiva – ya sea legal o ilegal- para sostener su economía. Esto, a su vez, trae consigo enormes consecuencias de integración, problemas de delincuencia y conflictos religiosos. Se está sembrando el caos de mañana con las decisiones de hoy.

La paradoja es evidente: la sociedad actúa como un bombero pirómano. Se adoptan posturas antinatalistas, se promueve la ideología de género y se desprecia la institución familiar, pero luego se llora por la falta de apoyo gubernamental a la natalidad, por los problemas de las pensiones o las dificultades derivadas de la inmigración descontrolada. Es una hipocresía que está condenando al país a una crisis irreversible.

Las políticas izquierdistas del gobierno – y la dejación de responsabilidades de los de derechas- han contribuido a este desastre al promover la cultura del hedonismo y la comodidad frente al esfuerzo y el sacrificio que supone criar hijos. La ideología dominante demoniza la maternidad y la paternidad, promoviendo modelos de vida centrados en el placer inmediato en lugar de la construcción de un legado para las generaciones futuras.

España debe reaccionar. Apostar por los niños no es solo una decisión individual, sino un compromiso colectivo con el futuro. Si no se revierte esta tendencia, España se enfrentará a un destino oscuro, marcado por el declive económico, el envejecimiento poblacional y la pérdida de identidad.

El futuro no se construye con mascotas, sino con niños. Es hora de que la sociedad española tome conciencia antes de que sea demasiado tarde.

Aquí te dejamos el tuit en cuestión:

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