La extrema izquierda del Grupo de Puebla arropada por Zapatero traza la hoja de ruta para llegar al poder

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El Grupo de Puebla comienza a coordinar la política de la izquierda latinoamericana. El expresidente español detalla una hoja de ruta para alejar a Iberoamérica de EE.UU. y acercarla entre otros a China

Los ponentes defienden la creación de un nuevo organismo multilateral de izquierda que desbanque a la OEA

El llamado Grupo de Puebla, que agrupa a decenas de líderes de izquierda, extrema izquierda, comunistas e incluso guerrilleros de Iberoamérica, ha cerrado en México su séptimo encuentro con una hoja de ruta para lograr un cambio de gran relevancia e inminente en el continente americano: un dominio casi completo de la izquierda, que ya aspira a imponerse también en Chile y Brasil y, no descarta Colombia, tras victorias decisivas en otros países.

El Grupo de Puebla, un foro creado en la ciudad mexicana en 2019 -constituido como plataforma para la coordinación de las políticas izquierdistas latinoamericanas, -, debate también estos días sobre las nuevas tecnologías en la acción política, los medios de comunicación y “la utilización del poder judicial como arma de persecución política”. Respalda también ese grupo el proyecto de México de crear un nuevo organismo de representación multilateral que sustituya a la Organización de los Estados Americanos, cuya sede está en Washington.

Relación entre el Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla

El Grupo de Puebla no sustituye al Foro de Sao Paulo, creado en 1990, sino que lo complementa tácticamente, como su brazo político para el día a día: mientras que el foro es una alianza de partidos y organizaciones de izquierda y extrema izquierda, que busca la ayuda mutua para el acceso al poder –o el mantenimiento en él una vez alcanzado– y establece líneas estratégicas, el Grupo de Puebla es una asociación de líderes de ese mismo ámbito ideológico que pretende influir en la gestión política diaria de los distintos países.

El foro es un instrumento de carácter orgánico, mientras que el grupo se ha dotado de mayor agilidad: es menos centralizado y más activo en las redes sociales.

El primero fue impulsado por el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva cuando se iniciaba una época de liderazgo brasileño en Latinoamérica; cerrada esa etapa, el segundo ha sido promovido por sugerencia del presidente argentino, Alberto Fernández, y el apoyo del mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

Dirigentes asistentes

En la Ciudad de México ha tenido lugar la VII Cumbre del Grupo de Puebla y donde estuvieron presentes 150 líderes de España y América entre los que destacan, sobre todo, exmandatarios, encabezados por José Luis Rodríguez Zapatero y Dilma Rousseff. Procedentes de España también acudieron Baltasar Garzón y Gerardo Pisarello, teniente alcalde de Barcelona hasta 2019 por Barcelona en Comú.

La mayoría de las figuras visibles en las ponencias han sido expresidentes iberoamericanos como Ernesto Samper (Colombia), Rafael Correa (Ecuador) y Fernando Lugo (Paraguay). Alberto Fernández, el actual presidente de Argentina, lo ha hecho por videoconferencia tras su varapalo electoral. Luis Arce, presidente de Bolivia, también ha optado por la retransmisión virtual ya que vive un mal momento ante la derogación de leyes.

Lula da Silva ha enviado un vídeo pregrabado al Grupo de Puebla constatando que este espacio de debate, del socialismo y comunismo iniciado en 2019, ha sido relegado mayoritariamente a exmandatarios. Una de las misiones de esta cumbre será reconocer a Lula como candidato gracias a que un juez del Tribunal Supremo de Brasil anuló todas sus condenas por lo que podrá presentarse tras ser encarcelado en 2018. Estará sobre la mesa las elecciones de Honduras en las que lleva ventaja la izquierdista Xiomara Castroo las votaciones de Chile.

El ministro de Asuntos Exteriores de México, Marcelo Ebrard, ha ejercido de anfitrión tras recibir a Nicolás Maduro en la reunión de la Celac. Por este motivo, México vuelve a ser el centro del socialismo y el comunismo en Iberoamérica.

 

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