España entre los países de la UE-15 con valores más bajos en calidad de empleo

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España está entre los países de la UE-15 con valores más bajos en calidad de empleo, debido fundamentalmente al «alto índice de temporalidad» del mercado laboral, así como a los riesgos laborales, según los datos recogidos en Panorama Social, publicación editada por Funcas. Así, se sitúa un 10% por debajo de la media de la UE-15.

El indicador de calidad de empleo (ICE)

El indicador de calidad de empleo (ICE) -basado en variables no monetarias como las jornadas laborales, las condiciones contractuales y las perspectivas de desarrollo profesional de los trabajadores españoles., entre otras- sitúa a España entre los países de la UE-15 con valores más bajos.

En concreto, detalla Funcas, el ICE de España, estaría prácticamente un 10% por debajo de la media de la UE-15 y a un 20% de distancia de Finlandia, que lidera el ranking.

El 34% de los españoles podría teletrabajar completamente

En cuanto a su implantación, se explica que se ha dado un fuerte incremento del teletrabajo permanente durante la pandemia: desde un 3% para asalariados en 2019, un 1,7% en España; hasta un 11% en 2020 que baja al 9,5% en España.

«A pesar de este aumento sin precedentes (casi un 400% en un año), la cifra sigue lejos del nivel potencial estimado en más de un tercio del total de asalariados», se añade en la nota de Funcas.

Más aún, añaden, puesto que casi dos terceras partes de esos empleos «susceptibles de teletrabajo» implican interacciones sociales complejas, es probable que, tras la pandemia, «muchos empleados que hoy todavía trabajan total o parcialmente en remoto, aumenten la presencia física en sus empresas».

Preocupación por el futuro del empleo

Además, el estudio también analiza la preocupación por el futuro del empleo ante el avance de las tecnologías digitales y su extensión en las últimas décadas. Diversos autores plantean cuestiones como la de hasta qué punto está justificado ese temor o si caminamos de la mano de la automatización y la inteligencia artificial hacia un escenario de obsolescencia del trabajo humano. En este número se señala la complejidad de los procesos de digitalización del trabajo y sus efectos diverso en las condiciones laborales y de vida en nuestras sociedades.

«La penetración masiva de las tecnologías digitales no reduce necesariamente el trabajo humano y, por tanto, el empleo agregado. Sí supone, sin embargo, un cambio en su composición, así como también en los contenidos y condiciones de los puestos de trabajo. Esta evidencia aconseja enfocar la atención más en cuestiones relacionadas con la calidad del empleo que con su cantidad», señalan desde la publicación.

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