Feminismo Made in Spain: Un feminismo tóxico y sin credibilidad | José Riqueni Barrios

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Un feminismo tóxico y sin credibilidad

            “Yo critico al patriarcado, pero en realidad vivo de ese patriarcado, de sus rentas y de su patrimonio inmobiliario”. 

Este discurso del feminismo español sin duda alguna es nocivo a la causa feminista verdadera de que todos apoyamos con total sinceridad y convicción, causa feminista que debiera estar sustentada en valores muy diferentes, no en exclusiva materiales, sino enfocados y referidos a una auténtica promoción-capacitación de las mujer, no en seguir orientándolas hacia un materialismo inmovilizador como es retener la vivienda conyugal y recibir una pensión compensatoria de por vida del macho que antes se denuncia y proviene del trabajo de éste. Otra cosa bien distinta es que así, de este modo, lo que se pretenda en el fondo sea entretener a las mujeres, mantenerlas varadas, pedigüeñas y siempre dependientes de los logros y estatus patrimonial de los varones, para de este modo, las creadoras de tal ardid, permanecer en política durante años, viviendo así de este daño a las mujeres en la tan conocida Industria Nacional de Género Española (Sociedad del Estado), ese modo de vida tan próspero y tan indecente que han inventado aquí.

He ahí, pues, la gran mentira del feminismo español, engañar a las mujeres con el fantasma ese del heteropatriarcado opresor, de varones sueltos que esperan detrás de una esquina para violarlas y asesinarlas, en vez de impulsar su independencia económica vía capacitación desde planes interministeriales, sino manteniéndolas asustadas y sostenidas por un nuevo macho, el Gran Macho Estado de Género, un patriarcado en condiciones Gran mentira que debe ser puesta al desnudo e informar con urgencia a las mujeres de que están siendo manipuladas por una casta dañina tanto a la propia condición de mujer como a su papel a desarrollar en una sociedad moderna, civilizada, justa, igualitaria.

Por su parte, la “Industria de Género” española se sustenta en un axioma falso como es el art. 1 de la LIVG 1/2004, que “el hombre es un maltratador por el sólo hecho de ser hombre”, y basar todo el funcionamiento de esa colosal maquinaria, encaminada a la compra ilegal de votos de las mujeres, en un único combustible, la denuncia falsa o denuncia de género.

Tal despropósito, tras 18 años (2004-2022) -casi dos décadas- , está resultando un fracaso sangriento que se ha llevado por delante la vida de algo más de 1.000 mujeres y cerca de 20.000 hombres conducidos al suicidio al negarles el Poder Ejecutivo de turno cualquier hálito de esperanza y aplicarles en la más absoluta frialdad una Jurisprudencia penal de Género -léase de autor- en Juzgados de Género y por Jueces de Género cuyo resultando es, por arte de fotocopiadora industrial, ya que todas son calcadas, una Sentencia de Género.

Tras dos generaciones de menores maltratados por el régimen feminista, niños y niñas a quienes se les estafó su infancia, ahora las encuestas muestran que tanta mentira, tanta injusticia, tanta niñez destrozada y tanta paternidad prohibida son un fracaso, porque sólo la justicia, la verdad y el tratamiento en igualdad de hombres y mujeres conllevan credibilidad y respeto tanto a quienes gobiernan como a las medidas que ponen en práctica.

En un artículo fechado el 30/09/2021, www.newtral.es presenta las conclusiones más relevantes del informe elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud.

Se trata del último barómetro sobre Adolescencia y Juventud, realizado a partir de una encuesta a 1.200 personas de entre 15 y 29 años.  Dicho informe es un indicador de la percepción que tienen los jóvenes de la violencia de género, el feminismo o las relaciones de pareja.

Como datos globales, “uno de cada cinco chicos jóvenes cree que la violencia de género es un invento ideológico y uno de cada cuatro cree que el feminismo busca perjudicarles”.

Ciertamente, la juventud española parece despierta y atenta a la manipulación política, ya que es cierto que el feminismo Made in Spain es un invento ideológico que busca perjudicar al hombre.

Cabe explicitar que el Centro Reina Sofía comenzó a realizar estos barómetros bianuales en 2017, por lo que este último, de 2021, es el tercero que se publica. De modo que es posible hacer una comparativa entre algunas variables.

Por ejemplo, a la pregunta de si las mujeres jóvenes se consideran feministas, se observa un incremento en los últimos cuatro años: 46,1% en 2017, 62,1% en 2019 y 67,1% en 2021. En esto, el régimen feminazi parece avanzar, se trata de un aumento de feligresas de la “Orden del Hábito Morado”, las mismas que llevan a sus hijas a la manifestación de cada 8 de marzo, Día de la Mujer Denunciadora, para que esas niñas, aún en edad escolar, pisoteen una muñeca que tenían en casa, son las futuras mamás feminazis prestas a vivir, como lo hicieron sus madres, a costa del patrimonio del patriarcado opresor y bajo el amparo protector del gran macho Estado.

En cambio, cuando son los hombres jóvenes los que responden a la cuestión anterior, se observa un descenso respecto al último barómetro: 37,3% en 2019 y 32,8% en 2021.

También hay -según recoge Newtral- una variación en considerar la violencia de género como un problema social inexistente, calificándolo de invento ideológico. El porcentaje de quienes afirman esto aumenta respecto a 2019 (en el barómetro de 2017 no se incluye esta afirmación concreta) tanto en hombres como mujeres, aunque este incremento es más significativo en ellos.

Así, un 5,7% de mujeres jóvenes consideraba en 2019 que “la violencia de género no existe, es un invento ideológico” frente al 11,9% de hombres.  En 2021 ambos porcentajes aumentan: un 9,3% de mujeres lo creen frente a un 20% de hombres (uno de cada cinco entrevistados).

En realidad, ese 20% de hombres para quienes “la violencia de género no existe, es un invento ideológico”, lo que hacen es negar que dicha violencia de género sea la única que existe, manifestando así un rechazo a ser engañados, a aceptar una falsedad. Otra cosa hubiese sido haber actuado con cordura, sensatez y responsabilidad por parte del gobierno, explicando a la ciudadanía que es menester luchar contra múltiples tipos de violencias, la del hombre a la mujer, la de la mujer hacia el hombre, la violencia entre mujeres o entre hombres, la violencia hacia los hijos, dependientes o ancianos…

De manera que, un plan integral que abordase todas las formas de violencia, sí sería creíble, asumible y respetable por la población en general. No lo que pretenden, meternos por el cuello de un embudo y hacernos creer que sólo son violentos los hombres. Eso es una mentira tan basta y de tal calibre que está ocasionando un descomunal despilfarro de los recursos públicos, una pérdida de decenas de años y una ruptura creciente del tejido social, ya que el diagnóstico inicial ha sido interesado y erróneo, a manos de los madrileños despachos de abogadas feministas subvencionadas que asesoran a políticos sin escrúpulos, pues los hombres no son los causantes al 100% de las distintas violencias que operan en la sociedad, ni el conjunto de medidas para atajar  la violencia debe encaminarse en exclusiva a los hombres, porque ciertas mujeres también matan a hombres, bebés y enfermos, porque determinadas mujeres maltratan a todos los miembros que conviven con ellas en el hogar e incluso algunas secuestran, esconden, embrujan (SAP) e impiden que los padres que ejerzan de padre, aunque paradójicamente, y sólo por el hecho de ser mujer, todas  y cada una de ellas supuestamente superan los estándares básicos de salud mental, ninguna de ellas miente y siempre, en cualquier caso y circunstancia, son las más idóneas para criar y educar a los hijos que el mejor de los padres, cuanto todo eso es absolutamente falso, ya que la idoneidad para ser padre o madre, como la salud mental o la maldad humana son atributos propios y distintivos de cada persona en concreto, sin relación alguna con el sexo biológico que le ha sido dado al nacer.

¿Y qué percepción tiene la juventud respecto a la violencia de género y al feminismo? Sobre este último, los hombres puntúan más alto que las mujeres en todas aquellas afirmaciones negativas sobre este movimiento social. Un 24% de ellos considera que el feminismo “busca perjudicar a los hombres” frente a un 13,9% de mujeres que afirman esto mismo.

Otro de los ítems donde hay una diferencia significativa es el correspondiente a la afirmación “El feminismo no es necesario porque ya existe la igualdad entre hombres y mujeres”: un 26,4% de hombres jóvenes están de acuerdo con esta frase, frente a un 12,9% de mujeres.

El informe analiza también las percepciones en torno a las relaciones de pareja y la conciliación, donde los hombres “tienden a posicionarse en lógicas más conservadoras”, tal y como apunta el documento.

Así, en cuanto a lo que piensan de un género y otro los jóvenes sobre conciliación, los porcentajes son bastante similares excepto la afirmación: “Trabajar está bien, pero lo que la mayoría de las mujeres quiere es crear un hogar y tener hijos” (un 15,5% de mujeres lo cree frente a un 26,9% de hombres).

Estos porcentajes corroboran lo que venimos sosteniendo: Que se está produciendo una inversión de los roles tradicionales, en tanto los hombres están cada vez más volcados por preservar la familia, en lo que es, en cierta forma, un acercamiento a los valores de protección y cuidado de los otros (cónyuge e hijos), valores que encarnaban las madres de antes y, en el lado opuesto, enfrentado a esto, las mujeres caminan hacia una alejamiento tanto de la maternidad como de los parabienes del hogar y la convivencia en pareja.

Se constata, pues, que en la actualidad opera una divergencia en los objetivos que cada sexo se plantea cuando entra en contacto con el otro, metas que son incompatibles por ser opuestas. Siendo el resultado más palpable el descenso en picado de la natalidad entre españoles, asumiendo este papel la extranjería que a corto plazo provocará un cambio de cultura, tradiciones y religión en lo que es una conquista silenciosa, implacable e indolora.

Tampoco hay una gran diferencia por género en cuanto al deseo de tener descendencia, aunque en ambos casos hay un descenso. Si en 2017 un 71,9% de hombres y un 67,6% de mujeres afirmaban querer tener hijos, en 2021 esos porcentajes disminuyen: 63,8% en ellos y 64,3% en ellas.

Donde el barómetro sí encuentra diferencias significativas por género es en la percepción de las relaciones de pareja. Uno de los datos que destaca el Centro Reina Sofía es el de que algo más del doble de hombres jóvenes que de mujeres afirma que “en una relación sentimental es normal que existan celos, ya que son una prueba de amor” (27,9% ellos, 13,4% ellas).

También un mayor porcentaje de hombres considera que ellos deben proteger a las chicas (41,8% de ellos frente a 25,6% de mujeres que consideran que deben ser protegidas).

            Fuente: https://www.newtral.es/jovenes-violencia-de-genero-feminismo-barometro-2021/20210930/

José Riqueni Barrios | escritor | Autor, entre otros, de “La industria de género al desnudo”, “Feminismo Made in Spain” e “Hijos del feminismo”.

NOTA: Este capítulo es uno de los 95 que componen la obra “Feminismo Made in Spain”, cuyo autor es el escritor José Riqueni Barrios, estando disponible para su compra en AMAZON desde el enlace https://www.amazon.es/Feminismo-Made-Spain-Riqueni-Barrios/dp/B09WCM8YVW

Deja un comentario