Feliz Navidad | Jacinto Seara

Según la Real Academia Española de la Lengua, Navidad procede del latín tardío “nativitas, -tis”, que significa nacimiento. Lo define tanto como la festividad anual en la que se conmemora el de Jesucristo pero también, por extensión, como el tiempo comprendido entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos. Por lo tanto, feliz celebración del nacimiento de Jesús, que revolucionó la vida del mundo y que con su muerte trajo la salvación a toda la humanidad. Sus discípulos y creyentes lograron que su mensaje, pese a ser perseguidos, triunfase entre judíos y gentiles, y a lo largo de más de dos mil años se sigue extendiendo. Aun hoy muchos son martirizados y asesinados por creer en su mensaje y practicarlo. Pocas veces a lo largo de la historia, especialmente en estas últimas décadas, se ha visto un ataque tan masivo contra el mensaje del Niño-Dios del que por estas fechas celebramos su nacimiento (sabemos por los diferentes documentos y hechos que nació aproximadamente el 9 de septiembre).

Están utilizando el miedo; los mapas del tiempo rara vez enseñan los frentes, los colorean desde el blanco al rojo para decir lo que va a pasar

La festividad de la Navidad se está sustituyendo por una fiesta en donde tras las luces y árboles con bombillas se esconde el deseo de que desaparezca. Sí, simplificando, quieren sustituir la civilización greco-romano-judeo-cristiana por otra, en donde los dogmas son el cambio climático y el dios es nuestro hermoso planeta Tierra. Están utilizando el miedo; los mapas del tiempo rara vez enseñan los frentes, los colorean desde el blanco al rojo para decir lo que va a pasar. Muy cierto que el preaviso es bueno, aunque en muchas ocasiones no se cumple, pero el miedo es lo que importa en esta nueva religión auspiciada por los globalistas de Davos y Puebla.