Huawei sigue en el candelero. La empresa, cuya tecnología está vetada en Estados Unidos hace encaje de bolillos para seguir manteniendo influencia. José Manuel Albares, ministro de Exteriores, mantiene una relación personal con Theresa Jamaa, vicepresidenta de la compañía en España.

Huawei es conocida por la fabricación de teléfonos móviles, pero uno de sus negocios más fuertes es el tendido de redes de telecomunicaciones. Esa es la parte más sensible para Estados Unidos. El 5G es el estándar a través del cual, en el corto plazo, se comunicarán entre sí todos los usuarios de telefonía móvil del mundo. Quien tenga la red, tendrá el control sobre lo que suceda en ella.

Una ley abierta a todo, a vetar o permitir a Huawei tender red

Nadia Calviño, vicepresidenta primera del Gobierno de España desde julio de 2021 y ministra de Economía, ha estado al frente de la elaboración de la Ley de Ciberseguridad 5G que, de forma previa al listado de proveedores de confianza, marca si el fabricante Huawei puede o no ser considerado un proveedor de confianza. Lo cierto es que los puntos fundamentales dejan la puerta abierta de todo. El Gobierno podría calificar de una u otra forma a aquellos desarrolladores de red en función de lo siguiente:

  • Los vínculos de los suministradores y de su cadena de suministro, con los gobiernos de terceros países.
  • La composición de su capital social y la estructura de sus órganos de gobierno.
  • El poder de un tercer Estado para ejercer presión sobre la actuación o ubicación de la empresa.
  • Las características de la legislación y la política de ciberdefensa y el respeto al derecho internacional y a las resoluciones y acuerdos de la Organización de las Naciones Unidas de ese tercer Estado.

Calviño tenía en mente desarrollar el listado desde hace tiempo, pero últimamente no lo tiene tan claro. Elaborar un listado señalaría a empresas, especialmente a Huawei si se diera el caso, lo que generaría controversia. «Con una ley de Ciberseguridad 5G tan abierta no es necesario ser tan explícito, porque su ambigüedad permite manejar, a gusto del Gobierno, la situación» los proveedores que son o no de confianza.

El verdadero motivo de la disputa entre EEUU y China

Internet ya no es una red que conecta a todo el mundo con todo el mundo. China es un internet aparte. EEUU es una internet aparte. Y Europa es una internet aparte. Por eso se pelean por ver quién desarrolla el 5G. Internet, tal y como surgió, ya no existe ni va a existir, habrá diferentes redes conectadas a diferentes empresas

Tal y como señala Marta Peirano, que  es una de las voces más respetadas en nuestro país sobre privacidad y seguridad en internet, en una entrevista en el Confidencial: « La clave no es económica. EEUU no puede competir con China en precio, Huawei está vendiendo sus redes 5G muy baratas. La clave está en que el 5G no es como la infraestructura tradicional de internet, basada en los protocolos de TCP/IP, que era el sistema diseñado en los 80 precisamente para impedir que los dueños de las infraestructuras, en ese momento las operadoras de telefonía, tuvieran control sobre el tráfico de datos. El 5G deja pleno control de todo. ¡Por supuesto que se están peleando por dominar esta infraestructura!

Sobre el espionaje, Peirano señala: «Es tan lógico pensar que Huawei pueda enviar datos al gobierno chino como que cualquier compañía estadounidense tecnológica lo haga para su gobierno. Ahora mismo se están peleando por Europa, somos la parte del mapa que no se tienen repartida. Todo el mundo en Europa tiene contratos firmados con Huawei pero si eso se deshiciera sería una brutal victoria para EEUU. A Europa ahora mismo no le queda más remedio que elegir que le chuleen los americanos o que le chuleen los chinos. Para mi el problema está en creer que necesitamos una infraestructura 5G».

Y concluye sobre lo que supondrá el 5G: «No, creo que la infraestructura 5G es una necesidad creada para la explotación de datos. Nuevamente, no creo que su objetivo sea servir al bien común sino tener un control absoluto y mucho más granular de todo lo que pasa en el espacio en el que opera. Es una red de vigilancia mucho más densa y rápida. Nos venden que con el 5G habrá coches autónomos, operaciones quirúrgicas a distancia… cuando en realidad tienes problemas comprando un medicamento en una región que no es la tuya. ¿Qué realidad nos están vendiendo? En realidad nos están engañando a todos, el 5G es una farsa, es una gran trampa para espiarnos. 

Lo que de verdad implica es que todas nuestras infraestructuras críticas van a estar gestionadas por un gigante de EEUU o China que ni siquiera paga impuestos o cumple la legislación en el sitio en el que opera. Cualquier infraestructura crítica que usemos en Europa debería ser desarrollada en Europa, aunque solo sea por cumplir la normativa europea. Mira el caso del incendio de Seseña. Llevamos un año esperando a que Google facilite los datos. Hace un año que tenemos una regulación europea que dice que los datos generados por usuarios europeos tienen que quedarse en territorio europeo y tienen que estar legislados por la normativa europea. Google se la salta por completo. Es así de sencillo: no puedes regular una infraestructura cuando no es tuya».

(Con información de Voz Populi/El Confidencial)