Los principales sindicatos españoles CCOO y UGT no han anunciado movilizaciones contra el Gobierno por la escalada de los precios hasta ahora, – a excepción del sindicato minoritario de Solidaridad- .
La única «movilización» será el 23 de marzo, y solo se dirigen contra las empresas energéticas y no contra el Gobierno.  Van a protestar contra las empresas y contra un ente abstracto denominado «El alza de precios». El Gobierno no es el receptor de sus críticas. Al contrario, UGT y CCOO han secundado todas y cada una de las medidas que el Gobierno ha puesto encima de la mesa -y que no ha aplicado todavía-.
El Gobierno duplica las subvenciones a los sindicatos

A pesar de la crisis vinculada a la epidemia del Covid-19 que ha hecho que muchos trabajadores vayan al paro, las subvenciones directas que, a través de los Presupuestos Generales, reciben en cada ejercicio los sindicatos españoles no han dejado de crecer. En el periodo transcurrido entre 2020 y 2022 será para recordar en las centrales sindicales, dado que esas asignaciones ven duplicada su cuantía en tan solo dos años.

En concreto, pasan de los nueve millones desembolsados en 2020 a los 17 millones de euros contenidos en las Cuentas del Estado que están en vigor desde el mes pasado. Nada hay comparable a un avance tan rápido, y de tanta envergadura, en la evolución de las subvenciones sindicales registrada en las últimas dos décadas.

Estos desembolsos, cuyos principales beneficiarios, aunque no los únicos, son UGT y CCOO. Sólo puede llamar la atención el marcado afán del Gobierno por gratificar de un modo tan generoso a las centrales. Y por otro lado, una decreciente y llamativa ausencia de crítica de los sindicatos hacia el Gobierno y sus medidas.
Gran diferencia con el movimiento sindical de otros países

Este escenario contrasta vivamente con el papel que están desempeñando las centrales sindicales de otros países, que además están muchos de ellos aplicando medidas de emergencia desde hace semanas. Sindicatos británicos, franceses, portugueses e italianos están exigiendo a sus respectivos gobiernos más ayudas y se están movilizando en este sentido.

Reino Unido

«Los trabajadores de Reino Unido necesitarán protección contra aumentos aún más pronunciados en las facturas del gas debido al conflicto. El ministro de Hacienda debería introducir subvenciones para ayudar con los precios de la energía, implementar un programa de emergencia de aislamiento de viviendas y financiarlo con un impuesto sobre las ganancias extraordinarias de la energía”. Así lo ha pedido Frances O’Grady, secretaria general del TUC, la Confederación de sindicatos británicos, fundada en 1868, que se define como «la voz de los trabajadores británicos». El TUC y los sindicatos más grandes de Gran Bretaña están ejerciendo una presión creciente sobre el Gobierno y, en concreto, sobre Rishi Sunak, ministro de Hacienda y Finanzas, para que lance un paquete de apoyo de emergencia de ayuda a los hogares del Reino Unido con facturas de energía desbocadas. Se da por descontado que Sunak lo hará el próximo miércoles en su tradicional Declaración de primavera en la que suele presentar medidas en lo que se denomina el Minipresupuesto.

Portugal

En Portugal, tras una reunión de varias horas con António Costa  las críticas del sindicato CGTP arreciaron. El socialista Costa acababa de ofrecer la ampliación y aumento del valor del Autobono de 5 a 20 euros mensuales, que ya se había anunciado, una rebaja del Impuesto sobre Hidrocarburos, contemplaba una rebaja del IVA a estos productos a la espera de lograr el aval de la UE -que si no se logra se compensará, de hecho, ya ha anunciado que subvencionará 40 céntimos de euros por cada litro de combustible-, descuentos en gas envasado para familias de bajos ingresos y 150 millones de euros para el Fondo Medioambiental en la tarifa de acceso a la red para consumidores industriales. Isabel Camarinha, secretaria general de CGTP, ha advertido de todo tipo de movilizaciones contra el Ejecutivo de Costa.

Francia

Los sindicatos franceses CGT, Force Ouvrière, Sud-Solidaires y varios colectivos estudiantiles han impulsado una jornada de protestas y huelgas parciales a finales de enero para exigir aumentos salariales y así compensar la fuerte inflación. En París, la marcha culminó delante del Ministerio de Economía. Hubo unas 170 manifestaciones en todo el país.

Ante el alza de la inflación, el Gobierno francés anunció en otoño un cheque de 100 euros para la mitad de los trabajadores, que ganan menos de 2.000 euros. También ha bloqueado en un 4% la subida de la electricidad en febrero. Los conductores tendrán un descuento de 15 céntimos por litro de carburante, una medida que costará unos 2.000 millones de euros. Pero los sindicatos consideran estas medidas insuficientes.

Hace unos días, el Gobierno confirmó la intención del presidente y candidato en los comicios de abril, Emmanuel Macron, de extender la jubilación hasta los 65 años, una medida que genera un rechazo amplio. La Confederación General del Trabajo (CGT), la Federación Sindical Unitaria (FSU), los Solidarios y la Unión Nacional de Sindicatos Autónomos (UNSA) salen hoy a la calle contra esta reforma de las pensiones y para demandar subidas salariales.

Italia

En Italia, el transporte ha bloqueado carreteras en protesta por el precio del gasóleo. En diciembre, la Confederación General Italia del Trabajo (CGIL) y la Unión Italiana del Trabajo (UIL) convocaron huelga general en contra de los Presupuestos de Mario Draghi. Para afrontar la subida de precios, Draghi ha prometido una ayuda de 16.000 millones de euros para a familias y empresas; además, va a eliminar en la factura los cargos del sistema para los usuarios domésticos de electricidad y para las empresas, y va a rebajar el IVA al 5%.

(Voz Populi)