Estamos desprotegidos | Jacinto Seara

Lo sucedido el lunes 28 de abril nos tiene que dejar enseñanzas y, sin dudarlo, tomar las medidas adecuadas para paliar lo máximo posible las consecuencias que ha traído para que no vuelva a suceder. Cierto que se anunció por todos los gobiernos y la propia UE que esto podía pasar recomendando el “kit de supervivencia”; podría ser un apagón, una guerra, o una nueva pandemia. Tiempo atrás Alemania ante la escasez de producción energética ya dijo a sus ciudadanos que era probable un apagón energético. No puedo entrar en más detalles porque sería mera especulación, pero si tan seguros estaban ¿cuál es la razón por lo que solo se recomendó el kit y no se tomaron además medidas paliativas?

Estamos a tiempo de estudiar cuáles son los lugares o elementos a proteger, ¡hacerlo ya!

En la época en que estamos ya tuvimos avisos y los sufrimos (al margen los atmosféricos y la pandemia), incluso a nivel mundial sufrimos apagones energéticos. Recordemos que no funcionaron en buena parte del mundo los cajeros para obtener efectivo. Ahora, aquí en España, se cierran centrales nucleares, se derriban presas, más de 106. Se habla por parte de la UE de eliminar el euro en papel moneda y sustituirlo por euro digital. Me pregunto ¿realmente estamos preparados?, ¿sirve para algo, salvo disminuir un poco más la libertad? Si vuelve a pasar algo similar estamos hundidos, ni el famoso “kit de supervivencia” nos salvaría del caos. Revisemos el sistema SCADA (Supervisory Control and Data Acquisition) y las tecnologías IT y OT software y hardware. ¿Manipulados u obsoletos? Hagamos lo necesario y en el próximo apagón que nos anuncian esté todo bien.

Seamos positivos, desde hace muchos años se viene enseñando que en los lugares estratégicos y vulnerables tienen que tener una salvaguarda que salte en el momento que al lugar o elemento le falte la energía. Lo hay en algunos sitios, en la mayoría no, y hemos tenido que vivir el cierre casi total de España. Estamos a tiempo de estudiar cuáles son los lugares o elementos a proteger, ¡hacerlo ya! Después y, poco a poco, se puede ir extendiendo hasta que el riesgo sea el mínimo posible. No es nada utópico, hace falta un plan estratégico de energía y simultáneamente otro de seguridad. No es inalcanzable, tenemos los elementos necesarios para hacerlo y personal con experiencia para llevarlo a cabo.

Para terminar, lo mejor: ¡la ciudadanía, personal sanitario, farmacéuticos, las fuerzas de seguridad y las armadas!

Jacinto Seara | escritor y científico

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