En el último año se ha producido el mayor crecimiento de la población en 14 años con cerca de 600.000 habitantes más, pero todo se debe a la inmigración. De hecho, los residentes con nacionalidad española han caído en 13.000 personas y los nacidos en España, en 101.000
El número de españoles no ha aumentado
Tras el varapalo de la covid-19, que hizo descender en cerca de 100.000 personas el número de habitantes con nacionalidad española, esta parte de la población no ha experimentado apenas cambios y se mantiene en los 41,9 millones. Antes de la pandemia, esta cifra también llevaba años ‘estancada’, con los mismos residentes españoles en 2019 que en 2016.
Los extranjeros no paran de crecer
Por el contrario, el número de extranjeros que viven en nuestro país no deja de crecer. Por primera vez en la serie histórica la población residente en España con nacionalidad extranjera superó los 6 millones de personas a inicios de año y la cifra ya está en 6,3 millones, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto significa que el 13% de la población española es extranjera, o lo que es lo mismo, 1 de cada 8 personas ya son extranjeros en España.
Aquí hay que tener en cuenta también que hay otros dos millones de residentes que nacieron en el extranjero pero tienen la nacionalidad española. Por esa razón la cifra de residentes nacidos en el extranjero es de 8,3 millones, dos millones superior a la de residentes con nacionalidad extranjera.
Este colectivo ha experimentado un crecimiento de 691.000 personas en el último año, frente al descenso de la población nacida en España (-101.000). Es decir, que si se descuentan los aumentos de los residentes con nacionalidad extranjera y de los de nacionalidad española pero nacidos en el extranjero, la evolución de la población española resultaría negativa, con 101.000 habitantes menos en un año.
(Con información de Voz Populi)