España, paraíso del Okupa: la ley les protege y el Gobierno los mima

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Llevamos tiempo asistiendo en España un cambio terrible en el panorama de la ocupación ilegal de pisos: los okupas ganan, los propietarios, están vendidos.

La ley española se ha convertido en una norma que ampara a los okupas, que ya se las saben todas y que tienen muy claro la forma de proceder al okupar un piso. En ocasiones el piso está vacío desde hace décadas, en otras, se trata de un inquilino que de pronto no puede seguir pagando el alquiler, pero en otras, el piso es una segunda vivienda, incluso primera, de alguien que ha salido a por tabaco y que ya no podrá volver a su domicilio.

A partir de ese momento, la Policía poco puede hacer y la Justicia es lenta y muy deteriorada para estos casos. Además de que contamos con un Gobierno de socialistas y sobre todo podemitas, muy conocidas sus costumbres de mimar a esta suerte de ‘clase’ social nómada y dedicada al allanamiento.

Son ya conocidos centenares de situaciones en España dantescas para los propietarios de pisos okupados y muy favorables para los inquilinos okupas. 

El tema es desolador, y la crisis económica derivada del coronavirus solo ha hecho que acrecentar esta penosa situación. Pero como en España vivimos en el paraíso de la okupación, pues todo bien para estos inquilinos ilegales y todo mal para los legales propietarios.

El diario ABC publicó en este agosto de 2020 que la desbordada situación está ya en nuestro país en 40 casos de ocupación al día:

7.450 denuncias relacionadas con este delito en España en el primer semestre, lo que supone un 5% más respecto al mismo periodo de 2019. Es decir, en la primera mitad del año se registraron más de 40 denuncias al día en España por ocupaciones ilegales.

Cataluña, ciudad perfecta para ser okupa

Publicó un dato estremecedor el diario El Español: Cataluña es la comunidad más paradisíaca para la ocupación ilegal de vivienda, llegando a multiplicar por seis veces a los casos acaecidos en la Comunidad de Madrid.

La mayoría de las okupaciones en Cataluña tienen lugar en Barcelona. Durante los seis primeros meses de este año, el número de okupaciones denunciadas en la ciudad fue de 2.644, aunque la cifra real es con toda seguridad mucho mayor. Según el censo oficial del Ayuntamiento de Barcelona, en la ciudad hay aproximadamente 10.000 pisos vacíos, el 1,22% del parque inmobiliario local.

Son muchos los factores que afectan a esta situación creciente y de muy creciente preocupación para los españoles. Pero es que en Cataluña la cosa está tan desbordada que hasta cuentan con una ‘oficina de okupación’, en la que se dan consejos para estar buen asesorado y tener éxito en el allanamiento y sus consecuencias.

Nunca olvidar en este punto que la alcaldesa de Barcelona es Ada Colau, que ya sabemos de dónde viene y las simpatías que tiene.

Ada Colau no está sola en su defensa de esos modelos alternativos de vivienda que pasan por la okupación de las viviendas ajenas. El pasado mes de febrero, el parlamento autonómico catalán aprobó un decreto ley de vivienda que obliga a los propietarios a ofrecer un alquiler social a los okupas cuando estos lleven seis meses afincados en la vivienda de un tercero.

Reacción contra los okupas, un fenómeno al alza

Cuando la ley de un país no da respuesta ni garantías a los que la siguen y sí amparo a los que la quebrantan, el asunto se desborda.

Y eso es lo que está empezando a ocurrir en España, donde están proliferando los propietarios que se lanzan a los brazos de grupos que se organizan al margen de la ley para solventar esta terrible problemática.

Son incluso, en ocasiones, una suerte de empresas, dedicadas a la desocupación y que ya están dando lugar incluso al concepto de ‘grupos desokupa’.

Publica ‘El Independiente’ que estas compañías se dedican a la expulsión de los pisos de sus asaltantes con el fin de devolver las casas a sus verdaderos propietarios y por una equis cantidad de dinero.

La empresa Fuera Okupas es un ejemplo; lleva activa desde el 2018 y tiene tres sedes, repartidas entre Madrid, Barcelona y Valencia. Su plantilla se compone de 15 miembros, actualmente tienen 240 casos activos en toda España.

Un equipo formado por luchadores profesionales, algo que no invita a la confrontación. A pesar de ello, explica que la actitud de los okupas cambia favorablemente tras la mediación: «Con la puerta abierta, son más razonables».

La mayoría de estas empresas funcionan para la tarea de la desocupación con fornidos trabajadores; exboxeadores, porteros de discoteca o derivados, en los que la violencia siempre sobrevuela pero parece, que por la capacidad de intimidación, el okupa siempre es más tendente a llegar a un acuerdo… Por la cuenta que le trae.

(Periodista Digital)

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