Las compañías de más de 50 trabajadores deberán tener un protocolo específico a partir del próximo 10 de abril
El Ministerio de Trabajo y Economía Social, liderado por la comunista Yolanda Díaz, continúa con su agenda ideológica y sectaria, ahora imponiendo a las empresas exigencias LGTBI que afectan directamente a la mayoría de trabajadores y empresarios. A partir del 10 de abril, todas las compañías con más de 50 empleados estarán obligadas a implementar un protocolo específico de igualdad LGTBI, bajo amenaza de sanciones severas, tal como señala El Debate.
Un nuevo Real Decreto para la agenda LGTBI
El Real Decreto 1026/2024, que desarrolla la ley trans, establece que todas las empresas con más de 50 trabajadores deberán contar con un plan de medidas y recursos para garantizar la igualdad real y efectiva de las personas LGTBI. Esto incluye un protocolo obligatorio de actuación en casos de acoso o violencia. Las empresas con menos de 50 trabajadores, aunque no están obligadas, recibirán presiones gubernamentales para adoptar estas medidas.
Este plan debe contemplar:
- Cláusulas de igualdad de trato y no discriminación.
- Formación obligatoria para el personal de recursos humanos sobre acceso al empleo de personas LGTBI.
- Módulos de formación específicos sobre los derechos LGTBI en el ámbito laboral para toda la plantilla.
- Consideración de las familias diversas en permisos y beneficios sociales.
- Inclusión en los reglamentos internos de infracciones y sanciones contra conductas que vulneren la libertad sexual y la expresión de género.
Sanciones desproporcionadas
Las empresas que no cumplan con este protocolo se enfrentarán a multas que oscilan entre los 200 y los 150.000 euros. En los casos más graves, el Gobierno podrá imponer sanciones adicionales como:
- Supresión de subvenciones y ayudas públicas.
- Prohibición de operar con la administración.
- Cierre del establecimiento e incluso cese de actividad.
El radicalismo del Ejecutivo español demuestra una vez más su sectarismo ideológico, imponiendo medidas contrarias a la mayoría de los trabajadores y empresarios, en lugar de centrarse en los problemas reales de la economía. España sigue el camino contrario al del mundo libre, poniendo en riesgo la competitividad de sus empresas y coartando las libertades fundamentales del sector privado.
El retroceso de la ideología Woke en EE.UU.
Mientras en España se endurecen las normativas para favorecer la agenda LGTBI, en Estados Unidos, grandes multinacionales han comenzado a dar marcha atrás en sus políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI). Empresas como Google, Disney y Boeing han actualizado sus reglamentos para desmarcarse de la ideología woke y centrarse en la rentabilidad y eficiencia.
Además, las embajadas estadounidenses están revisando sus contratos con proveedores locales para asegurarse de que cumplen con las nuevas órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump, evitando programas que promuevan la diversidad y equidad que choquen con la legislación federal.
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