El ministro Oscar Puente, cuyo entusiasmo verbal para insultar es encomiable, se le desliza con frecuencia la lengua viperina, aunque no haga falta, siempre que se trate de defender al puto amo, es decir, al presidente Sánchez. La visión insultadora de este ministro de canales y puertos sostenibles y resilientes, va con años de adelanto respecto al resto de lenguaraces del gobierno. No obstante, se merece otra mención especial, como lenguaraz insultador impenitente, otro Oscar, en este caso ministro digital y jefe de la función, Oscar López. Algo tienen los Oscar cuando se les bendice como entusiastas habladores a destiempo.
Cuando los periodistas le preguntaron al Oscar Puente por esa manera de señalar a su jefe, puto amo, divagó como pudo ante la prensa, pero muchos españoles hemos terminado por darle la razón y creemos firmemente que, Sánchez, es el gran puto amo del cotarro gubernamental y de su partido.
Puto, en puridad, significa exactamente lo mismo que puta, y colocamos en masculino singular esta palabra, como calificó Camilo José Cela a este grupo de mujeres del amor, previo pago, también podríamos definir al presidente Sánchez como izo amo, rabizo amo y colipoterro amo que, a nuestro entender, es la manera más intelectual de llamar, presuntamente, puto al presidente Sánchez, sin escandalizar a los menores de edad.
De los actos de un presunto puto, que se vende por cuatro perras para ir tirando millas, no queremos escribir hoy, ya tendremos ocasión de hacerlo pues las putadas políticas son tan constantes y frecuentes que ya nada nos sorprende, incluida la presunta putada del Tribunal Constitucional (o como le ha definido un conocido periodista español, Tribunal Prostitucional) aprobando la puta amnistía que beneficia a otros putos traidores separatistas, vivan en cualquier ciudad europea, en Vietnam o en cualquiera de las regiones españolas.
Ello es que ya no dudamos que, en la política española, hay chaperos y chaperas; el chapear se ha extendido tanto entre los políticos que, no tardando mucho, sería conveniente que los partidos exijan el carnet de redomado chapero a quien tenga altas aspiraciones políticas en la democracia española.
Resulta que han salido en procesión miembros y membrillas del gobierno alabando al puto amo, Sánchez, por sus últimos logros nacionales e internacionales. Una de estas membrillas ha sido la jueza, y ministra de Defensa, que se ha diluido en afirmaciones celebrando la firma informal y sospechosa del puto amo, Sánchez, aprobando y renunciando, a la vez, el famoso 5 % de inversión en la defensa nacional, en la pasada cumbre de la OTAN. Esta señora pertenece al nutrido grupo de la Petronila que, sin excusa ni pretexto, cambiaron el mandil por el mantón de Manila (que, por cierto, ese mantón de graciosa seda natural se fabricaba en China, aunque lo transportaba nuestro extraordinario Galeón de Manila)
Pero la membrilla más elocuente en alabanzas meritorias dirigidas al Tribunal Constitucional y, presuntamente, a su puto amo, Sánchez, artífices ambos del bodrio parido, ha sido la ministra Diana Morant quien, nada más producirse la coz contra la Constitución, y sin que se la cayera la cara de sospechosa, han salido de su boquita de piñón unas asquerosas afirmaciones acerca de la bondad del evento, que han revuelto las tripas a la mayoría de los españoles. Afirma la ínclita Diana que la Constitución, se blinda contra aquellos que quieren que este país no evolucione, añadiendo a continuación otra impresionante boutade cuando dice que la aprobación de la amnistía es una conquista de derechos en nuestro país porque ha venido a unir, a sumar, y a reconciliar, frente a lo que era una división real en nuestro país, de Cataluña con España y entre catalanes. Después de estas gubernamentales declaraciones de la ministra Morant, se ha quedado muy satisfecha, aunque no ha podido disimular su cara de susto, cuando piensa la flagrante mentira que ha salido de su descentralizado cacumen.
Y para más escarnio de los presuntuosos autores, y de la Morant, ha salido en los medios un traidor separatista, conocido por el Turull, desmintiendo a todo bicho viviente, diciendo que ha sido él quien ha participado en la redacción del texto de la amnistía. Cría cuervos…
Total, ¡Vaya días de puto calor político que estamos padeciendo durante este mes de junio! Según apuntan los “meteos”, este mes de Junio es el más caluroso “desde que se tienen datos”. Sin duda, refrescará el ambiente cuando los políticos se vayan de vacaciones, mire usted.
Madrid, días de calenturientos cerebros políticos, a 29 de junio de 2025
Juan Hernández Hortigüela | Historiador y escritor




