Que Amazon no quiere personas es una realidad. Quiere robots. Solo robots o drones. Ya se sabe: trabajan 24 horas al día, 7 días a la semana y no piden aumento de sueldo. Son los sustitutos de los humanos.
Amazon ya cuenta con robots de 1,80 metros en los almacenes y ha anunciado que empezará a repartir paquetes con drones en Reino Unido e Italia a finales de 2024.
No a las personas: Menos trabajadores y con condiciones más precarias
La empresa de comercio electrónico, que ya se ha convertido en cuasi un monopolio de la distribución mundial no quiere trabajadores y ya ha anunciado el despido de otros 9000 trabajadores, hasta un récord de 27.000 en todo el mundo. Quiere ir eliminándolos a marcha forzadas. De hecho, ha pasado a liderar la lista de despidos entre las tecnológicas, superando a Meta, matriz de Facebook, que ya ha lleva un total 21.000 (cerca del 25% de su plantilla)
A esto se une la apuesta por la precarización laboral del resto de los trabajadores, con diversos ejemplos: el mal trato que da a proveedores, el uso de Empresas de Trabajo Temporal (ETT), el incumplimiento de compromisos… y la creación de mal ambiente en el centro logístico de San Fernando de Henares, así como en el empleo de repartidores como falsos autónomos.
Su apuesta son los robots y no las personas
Los nuevos robots bípedos se dedican fundamentalmente a trasladar containers con los pedidos entre estanterías y cintas transportadoras, para hacerlos llegar a los trabajadores humanos que llevan a cabo las tareas de embalaje y etiquetado. Esto es, total sustitución de personas por robots en sus procesos
Y los drones sustituirán a los repartidores
Asimismo, acaba de anunciar que también repartirá paquetes con drones en Reino Unido e Italia a finales de 2024, después de iniciar este servicio el pasado diciembre en dos ciudades de EEUU: Lockforden (California) y College Station (Texas). Todo esto con un objetivo: sustituir a las personas por máquinas.
Amazon quiere vender más y obtener más beneficios y para ello quiere sustituir las personas por robots. Cuando hagas un pedido por Amazon piensa que en algún lugar del mundo un robot lo está gestionando a costa de un trabajador que ha sido despedido.