Sánchez impone un funeral laico y masónico a las víctimas de la Dana

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), el rey Felipe VI (3d), la reina Letizia (2d), la infanta Sofía (d) y la Princesa de Asturias (4d) momentos antes del comienzo del homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia de coronavirus celebrado en el Palacio Real de Madrid (España), a 16 de julio de 2020. 16/07/2020;CORONAVIRUS;COVID-19;HOMENAJE;FUNERAL 16/7/2020

Pedro Sánchez, siete meses después de la devastadora riada en la Comunidad Valenciana que dejó 228 muertos, vuelve a la escena. Esta vez, para anunciar un funeral de Estado de carácter laico y promasónico. Lo ha hecho tras reunirse en Valencia con tres asociaciones de afectados, que dicen representar a 150 víctimas.

Ahora, en una reunión a puerta cerrada, sin transparencia, orquesta junto a estas tres asociaciones su acto laico. No asiste solo: lo acompañan la ministra de Ciencia, Diana Morant, y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé. El mensaje es claro: el poder socialista lo decide todo, incluso cómo deben llorarse los muertos.

El Gobierno vuelve a usar a las víctimas como plataforma ideológica. Pero en lugar de respeto y respetar los sentimientos de las victimas, impone un mensaje político: borrar la huella católica de España, incluso en la muerte.

La única vez que Sánchez pisó la zona tras la tragedia fue cinco días después del desastre. La gente lo recibió con protestas. Tuvo que salir escoltado. La indignación era real. Ahora se venga.

¿Y los que no están representados?

De las 228 víctimas, solo 150 tienen voz en estas asociaciones. ¿Qué ocurre con las 78 restantes? ¿Por qué no estaban en la mesa? ¿Rechazarían un funeral sin cruz?

Estas preguntas no interesan al Gobierno. No interesan a Sánchez. Lo que interesa es escenificar, ocupar titulares y seguir moldeando una sociedad sin raíces.

Funeral sin Dios: más que una decisión, una declaración

Sánchez no oculta su desprecio y odio a la religión católica. Es normal. Son conocidas sus tendencias anticatólicas y promasónicas. Pero lo más alarmante no es su actitud, sino que las propias familias de las víctimas lo secunden. ¿Qué ha pasado con España para que ya nadie quiera rezar por sus muertos?

Este funeral no es un simple acto. Es un símbolo. La masonería, vieja enemiga de la fe, siempre ha intentado destruir la esencia católica de la nación. Ahora, con gobiernos cómplices y un pueblo dormido, lo hace impunemente. Y lo hace desde el poder.

¿Dónde está el clamor por las almas?

La fe católica nos enseñó a rezar por los difuntos, por sus almas, a velar por su descanso eterno. Hoy, ni una palabra. Ni un rezo. Ni una misa. La ausencia de Dios en este funeral será el reflejo de una España desarraigada, vacía de valores y anestesiada por la propaganda.

Los familiares que hayan aceptado este formato de acto dan mucha pena. Mucho más pena que los difuntos, Por renunciar a lo más sagrado que un ser humano puede ofrecer a un ser querido: la oración por su alma.

Performance política

Este acto – no se le puede llamar funeral- no busca consolar. Busca reforzar la agenda anticristiana de un Gobierno que desprecia nuestras raíces. No se trata de una ceremonia piadosa, sino de un acto más de propaganda. Una performance ideológica en la que Dios no cabe.

¿Por qué aceptar que el Estado secuestre incluso el luto? ¿Dónde están los obispos? ¿Dónde están los católicos valientes que alcen la voz?

Cuando se pierde la fe, se pierde la dignidad

Este acto laico y promasónico de la DANA es otro clavo en el ataúd de la España católica. La fe desaparece. Y con ella, la dignidad. Sin Dios, ni los muertos importan. El Gobierno lo sabe. Por eso se atreve. Por eso lo impone.

Mientras no protestemos, tendremos más de lo mismo: más laicismo forzado, más desprecio por lo sagrado, más complicidad del poder con la ingeniería social.

La esencia católica en juego

España no se entiende sin el catolicismo. Negarlo es amputar nuestra historia. La religión católica ha vertebrado nuestra cultura, nuestro arte, nuestra identidad.

Un funeral sin Dios no honra a nadie. Solo complace a los enemigos de nuestra fe. Y, como siempre, los masones aplauden desde la sombra.

Comparte con tus contactos:

4 comentarios en «Sánchez impone un funeral laico y masónico a las víctimas de la Dana»

  1. Según mi opinión este es el orden de jerarquías que están convirtiendo a gran parte de la humanidad (mundo de las personas humanas) en una granja de cerebros controlados y en escala descendente: Grado 34 entes diabolicos, grado 33 1/2 sionismo(sectas judías de la época de Jesús) y sectas secretas, grado 33 masonería, Grado inferior al 33 Instituciones internacionales y nacionales con los gobiernos demoniocráticos al frente y los partidos de oposición como comparsas de boca abierta y manos extendidas. A pesar de todo no son tan fuertes como podamos creer porque sin nuestra colaboración se disuelven como un azucarillo. ¿Será la humanidad capaz de adquirir conciencia? No olvidar que Nuestro Creador está de nuestro lado y al lado?

    Responder

Deja un comentario