Decenas de empleados actuales y antiguos del globalista Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) están denunciando lo que describen como un “lugar de trabajo insoportablemente tóxico”, a menudo impulsado por su director ejecutivo Klaus Schwab, en un artículo publicado en el Wall Street Journal .
Esto ocurre apenas unas semanas después de que Schwab, globalista del NOM y fundador del WEF y organizador de sus reuniones anuales de Davos (el “Hombre de Davos”), anunciara su renuncia. ¿Será causa-efecto su renuncia?
Informe que denuncia los abusos sexuales y discriminación laboral
El informe, publicado el 29 de junio, relata varios casos de discriminación laboral basada en el sexo o la raza que supuestamente han tenido lugar en el WEF, así como acoso sexual y, en general, mala conducta hacia los empleados por parte de los niveles más altos de la dirección de la organización.
Por ejemplo, Schwab supuestamente una vez ordenó a su departamento de Recursos Humanos que despidiera a la mayoría de los empleados de WEF que tuvieran más de 50 años, simplemente porque el octogenario quería reducir la edad promedio en la empresa.
Otra denuncia involucra a una joven a quien Schwab promovió para ser la cabeza de iniciativas en nuevas empresas, pero la expulsó tan pronto como descubrió que estaba embarazada.
El informe también señala que la agencia tenía reputación de discriminación étnica y racial, especialmente contra los empleados negros, quienes a menudo habían sido ignorados durante las promociones, e incluso llamados «N-word» por sus jefes en algunos casos.
Acoso sexual
Pero las mujeres se llevaron la peor parte, dice el Journal. Según ex empleados, el acoso sexual leve por parte de los altos ejecutivos no era la excepción sino la norma diaria en el WEF, lo que hacía que muchos empleados tuvieran miedo de ir a trabajar. Según un miembro del personal: «Fue angustioso ver a colegas aislarse visiblemente de sí mismos ante la avalancha de acoso a manos del personal de alto nivel, pasando de sociables y alegres a autoaislarse, evitando el contacto visual y compartiendo pesadillas durante años.»
Se decía que el propio Schwab era conocido por hacer sentir incómodas a las mujeres que lo rodeaban con comentarios espeluznantes, y las nuevas empleadas solían recibir advertencias de sus compañeras más experimentadas sobre qué esperar.
La reiterada indecencia de Schwab cuando estaba en privado con empleadas fue «algo horrible por lo que pasar como mujer», afirmó una ex empleada que trabajó con el jefe de Davos en Ginebra en la década de 2000. Según ella, Schwab una vez apoyó su pierna sobre su escritorio con su entrepierna frente a su cara y le dijo que deseaba que ella fuera hawaiana porque le gustaría verla con un disfraz hawaiano.
Naturalmente, el WEF ha negado las acusaciones. Con respecto a esta historia en particular, la organización dijo que no pudo haber sucedido porque Schwab ni siquiera sabía lo que era un traje hawaiano. Pobrecito…
Y es que pasa siempre lo mismo. Toda esta gentuza da «lecciones morales» imponiendo leyes y normas cuando ellos son los primeros en saltárselas. Se creen superiores a los demás porque pertenecen a la élite globalista que intenta regir los destinos del mundo. Pero al final son chusma.
Fuente: Tamás Orbán | europeanconservative.com
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