El ‘comando Madrid’: en libertad los asesinos de 80 personas

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Este grupo de ataque de ETA fue creado en los años ochenta con el cometido de sembrar el caos en la capital. 

Cuando le localizaron en Londres en el año 2012, Antonio Troitiño llevaba encima seis carnés de identidad, dos tarjetas sanitarias europeas y dos permisos de conducir. Una ingente cantidad de documentación falsa. Luego los investigadores supieron que era ETA la que se la había proporcionado. Al comenzar a indagar comprobaron que el histórico líder pretendía integrarse de nuevo en las estructuras de poder de la banda. Quería volver a la organización terrorista.

Muchas veces no era él quien apretaba el gatillo, pero su mano dirigía desde la sombra los explosivos adheridos a los coches que colocaban otros terroristas. También las emboscadas. Los ataques furibundos. Los asaltos a punta de pistola. Basta retroceder hasta 1986 para dar con un ejemplo de aquel sanguinario modus operandi. 

Concretamente, al 14 de julio de 1986, cuando un artefacto explosivo estalló en medio de la Plaza de la República Dominicana de Madrid segando la vida de 12 agentes de la Guardia Civil. Detrás de aquel ataque estaban él y sus secuaces, quizás los más sangrientos en la historia de la banda terrorista ETA.

Antonio Troitiño, alias ‘Antxon’, ha sido el último de todos los peligrosos integrantes del ‘comando Madrid’, grupo autor de 80 asesinatos, en salir de prisión. Esta semana, la Audiencia Nacional ha decretado la excarcelación de este histórico etarra que cometió 22 asesinatos y fue condenado por todos ellos a 2.700 años de cárcel. En el auto, el juez aduce «razones humanitarias y de dignidad personal» para liberarle de la prisión con muchos años todavía por cumplir.Los mismos etarras que en la foto inicial, en el mismo orden de aparición.

Los mismos etarras que en la foto inicial, en el mismo orden de aparición. EL ESPAÑOL

Troitiño padece un tumor en un estado muy avanzado. Se trata de una enfermedad incurable tras la cual ya solo le queda recibir cuidados paliativos, recluido en su vivienda. Se trata de uno de los supuestos por los cuales los jueces pueden optar por enviar a un preso a su domicilio.

En estos casos, según indican la jurisprudencia y la legislación, deben primar las razones humanitarias que permitan que un enfermo terminal viva sus últimos años, meses o días, en condiciones lo más adecuadas posibles. Esto es, al lado de su familia o amigos, y procurándoles la mejor calidad de vida en sus últimos momentos.

El etarra era el último encarcelado de un siniestro club, una estirpe integrada por algunos de los más crueles asesinos. El ‘comando Madrid’, relatan fuentes de la lucha antiterrorista, fue creado en los años ochenta con el cometido de sembrar el caos en la capital. Sus miembros lo lograban a través de continuos ataques a mandos de las Fuerzas Armadas, agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad e incluso contra altos funcionarios del Estado. 

Además de Troitiño, el grupo lo llegaron a componer nombres como Santi Potros, Idoia López Riaño (‘La Tigresa’), Iñaki de Juana Chaos, Soares Gamboa, Inés del Río o Esteban Esteban Nieto. Todos habían cumplido ya sus respectivas condenas. El único que sigue en el punto de mira de las autoridades es De Juana Chaos, huido de la justicia desde el año 2008.

Potros y Soares Gamboa

¿Qué ha sido de todos ellos? ¿Dónde han acabado estos hombres después de tantos años causando dolor y luego pagando por ello en prisión. Santiago Arrozpide Sarasola, también conocido como ‘Santi Potros’, abandonó la cárcel de Topas (Salamanca) en agosto de 2018. Había cumplido ya 30 años en prisión. 

Potros había volcado su existencia en ETA. Para él no había (no hay) una vida más allá de las proclamas terroristas. Salió a la calle como un septuagenario irredento que nunca pidió perdón por el dolor causado. Con él al frente, los comandos de la banda adoptaron técnicas de guerra. Hipercor y República Dominicana son, quizá, los principales ejemplos de esto.Antonio Troitiño, en una foto de archivo.

Antonio Troitiño, en una foto de archivo.

Su intención era la de potenciar el instinto mortal de sus pistoleros. Quería grandes explosiones, golpes contundentes que calasen en una sociedad permeable al terror. Por eso se sentía especialmente cómodo con el comando Madrid. Así lo atestiguaba el archivo secreto de este jefe de ETA, una ingente documentación que fue incautada tras su detención en 1987 en la localidad francesa de Anglet.

Eider Nafarrate, periodista e investigadora, se ha topado en diversas ocasiones con los miembros de este grupo de etarras en las indagaciones que realiza para su tesis doctoral. Y corrobora la dirección en la que apuntan otras fuentes. «Fue un comando que durante esos años, dentro de los años de plomo, atentó mucho, e hizo mucho daño».

El final de la historia de Potros conduce, años después de su ingreso en prisión, el etarra Juan Manuel Soares Gamboa comenzó a colaborar con la justicia. También él había pasado por las filas del comando Madrid. Quién le iba a decir que precisamente su testimonio iba a resultar determinante a la hora de esclarecer la participación de Santi Potros, uno de los jefes de esa unidad, en un atentado fallido perpetrado durante el año 1986 contra el entonces fiscal general del Estado.

La confesión de Soares Gamboa llegó en el año 2015. Sus revelaciones fueron corroboradas con los legajos antiguos de la documentación que se le sustrajo a Potros cuando cayó en 1987.

Soares Gamboa es uno de los principales arrepentidos de ETA. Acusado de 29 asesinatos, en 1995 se ocultaba en la República Dominicana, desde donde anunció que abandonaba la banda y que se ponía a disposición de la justicia. 

‘La Tigresa’

El nombre de Idoia López Riaño todavía provoca escalofríos entre las familias de las 23 víctimas mortales que asesinó durante una década de militancia en la banda (1984-1994). Su extenso historial dentro de ETA la eleva a los altares de los más mortíferos terroristas.Idoia López Riaño, la Tigresa, tomando lecciones de conducir en mayo de 2015.

Idoia López Riaño, la Tigresa, tomando lecciones de conducir en mayo de 2015. Atlas

Cuenta el periodista Florencio Domínguez en su libro Dentro de ETA. La vida diaria de los terroristas el terremoto que supuso el desembarco de Idoia López en el ‘Comando Madrid’. En aquel momento aquel grupo lo conformaban Belén González Peñalba, Juan Manuel Soares Gamboa, Iñaki de Juana Chaos e Ignacio Arakama Mendia, alias Makario.

La clave de aquella cuadrilla era que sabían moverse con un enorme sigilo. La forma de desenvolverse de López Riaño, por el contrario, no encajaba con las directrices de la banda, que exigía la máxima discreción a sus integrantes. 

De ella cuentan que soñaba con “pegar un tiro en la boca” a los txakurras (policías y guardias civiles destinados en Euskadi) con los que se acostaba. Por eso se le conoce como ‘La Tigresa‘. Lo último que se sabe de ella es que salió de la cárcel a mediados de junio de 2017. Había pasado 23 años en prisión.

De Juana Chaos y la huelga

En 2006, De Juana Chaos se convirtió en una figura mediática al acometer una huelga de hambre que terminó postrándole en el hospital. Nunca se había arrepentido de sus actos. Durante muchos días utilizó esa estrategia con la que chantajear y a su vez protestar contra el sistema penitenciario español. De Juana Chaos, durante su huelga de hambre.

De Juana Chaos, durante su huelga de hambre.

De Juana Chaos ya había sido condenado, en aquel momento a casi 3.000 años de prisión. Llegó a cumplir tan solo 18. Dos años después, en 2008, acabó huyendo del país. Desde entonces vive escondido presumiblemente en Venezuela, en la localidad de Chichiriviche.

Allí regenta una tienda de licores donde pocos hacen preguntas sobre su pasado y sobre ella. El diario El Mundo le encontró en esa ubicación hace apenas un lustro. Sigue reclamado por las autoridades españolas.

Esteban Esteban y Del Río

En 2013, Estrasburgo (TEDH) le dio la razón a la etarra Inés del Río. El recurso que presentaron sus abogados fue el que sirvió para derogar la doctrina Parot. Esta defendía que las redenciones de condena deberían aplicarse sobre el total de la pena impuesta (en ocasiones miles de años) y no sobre el límite máximo de cumplimiento, que en España eran 30 años (hasta 2003 que se aumentó a 40).

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad la detuvieron en julio de 1987 en un piso de Zaragoza en el que permanecía tras seis meses huyendo de las autoridades. Nacida en Tafalla (Navarra) en 1958, esta histórica integrante del ‘comando Madrid’ abandonó finalmente la cárcel de Teixeiro el 22 de octubre del año 2013. Había sido condenada a 3.828 años de prisión tras cometer 24 asesinatos.

A su salida regresó a su Tafalla natal. Durante su detención, hace tres décadas, cayó también su colega y compañero Esteban Esteban Nieto, otro de los más peligrosos integrantes de este comando. Existen enormes similitudes entre su historia y la de Troitiño: Esteban sería excarcelado el año en que murió también debido a su grave estado de salud.El etarra Santi Potros, a su salida de la cárcel el pasado 4 de diciembre de 2014.

El etarra Santi Potros, a su salida de la cárcel el pasado 4 de diciembre de 2014. Efe

La Audiencia Nacional le mandó a su casa a principios de abril del año 1999 debido a un cáncer en avanzado estado de metástasis. Falleció ese mismo mes de septiembre en su casa de Tolosa (Guipúzcoa). Tenía 44 años. Había sido condenado a más de 3.000 en prisión por sus crímenes.

Sin pedir perdón

El etarra Troitiño no daba problemas dentro de la prisión. Participaba en las actividades como todos los demás y no tenía faltas disciplinarias. Sin embargo, el histórico miembro de ETA saldrá sin haber pedido perdón nunca por sus crímenes. Sin tampoco haber reconocido el dolor que durante tantos años él y sus adláteres causaron con los múltiples atentados que perpetraron principalmente en Madrid, pero también en otras regiones del territorio nacional.

Por eso el magistrado, al redactar el auto con el que le ha permitido salir de la cárcel, explica que solo toma esa decisión atendiendo a los criterios sanitarios. No podría atenerse a otras consideraciones. Los informes, en ese sentido, no hablaban de un modo favorable acerca de su examen de conciencia con respecto a los asesinatos perpetrados décadas atrás. 

Esa actitud de arrepentimiento y de colaboración con la justicia resulta indispensable para muchos como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Que el verdugo nunca pidiera perdón no impidió que el pasado mes de octubre el Ministerio del Interior, con Fernando Grande-Marlaska al frente, decidiera acercarle al País Vasco, desde Estremera a Soria, tal y como ha venido haciendo el Gobierno con otros 134 terroristas encarcelados. Así ha sido desde su llegada a la Moncloa en el verano de 2018. 

(Brais Cedeira. Diario El Español)

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