El coche eléctrico, otro fracaso de los ecologistas globalistas: Las bajas temperaturas paralizan la flota de autobuses eléctricos

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

Se puede ser ecologista, pero no caer en la idiotez

El coche eléctrico fracasa, a pesar de su creciente imposición por parte imposición de la agenda 2030 y desde los Gobiernos. No es que no pudiera ser una alternativa a los de combustión. El problema es que siguiendo un sectarismo ideológico se obliga y se impone estando aún sin desarrollar y siendo peor en muchos aspectos en la actualidad que los de combustión. Se puede ser ecologista, pero no caer en la idiotez

Los termómetros en Noruega, Finlandia y Suecia han caído abruptamente en los primeros días del año en algunos lugares, registrando las temperaturas más frías de este invierno hasta el momento.

El frío extremo que atraviesan estos días varias naciones de Europa —las temperaturas también se desplomarán esta semana en España con máximas que no superarán los diez grados—, así como la gran acumulación de precipitaciones en forma de nieve que se está produciendo en estos lugares, está provocando graves problemas en el transporte y cortes en los suministros eléctricos, y están afectado de una manera particular a los vehículos que, en cumplimiento de la «agenda climática», han abandonado los sistemas de combustión.

Los autobuses eléctricos fallan estrepitosamente con el frío

Así, en la capital de Noruega, unas 100 salidas de autobuses eléctricos fueron canceladas como consecuencia del clima. «Estamos afrontando algunos desafíos debido a que la autonomía de los autobuses es más corta en climas fríos «, ha reconocido un portavoz de Ruter, la empresa que gestiona el transporte público en la ciudad.

Oslo adquirió en el mes de abril 183 autobuses eléctricos de la marca Solaris por 100 millones de dólares, una inversión que calificó entonces como una «gran victoria para el medio ambiente». Estos vehículos estaban destinados a cubrir las rutas más transitadas, que utilizan casi 150.000 personas cada día. Sin embargo, la llegada del invierno está resultando un desafío, ya que los autobuses no soportan las temperaturas bajo cero que se han alcanzado durante estos días.

Cuanto más fría es la temperatura, más lentas son las reacciones necesarias en las baterías para generar energía. «A partir de -12 grados Celsius, un vehículo eléctrico estacionado puede perder entre un 30 y un 40% de su autonomía incluso antes de iniciar su ruta», ha explicado Anna Stefanopoulou, profesora de ingeniería mecánica en la Universidad de Michigan, a EURONEWS.

Alrededor de dos tercios de la energía adicional consumida se utilizan sólo para calentar el interior del automóvil para que sea cómodo para el conductor y los pasajeros. Los vehículos eléctricos no pueden aprovechar el calor producido por el motor para calentar el interior del coche. Por ello, tienen que generar calor de otras formas, por lo que utilizan más energía de la batería, lo que significa perder alcance.

Estos autobuses, con una batería de 520 kWh, fueron equipados con un “paquete especial de aislamiento térmico escandinavo” consistente, entre otras cosas, en un aislamiento adicional del habitáculo, lunas de doble acristalamiento, así como alfombrillas calefactoras instaladas en el suelo en la zona de las puertas de entrada.

Sin embargo, no se habla de un mayor aislamiento de la batería o de la presencia de una bomba de calor, algo que permite conservar la autonomía de los coches eléctricos en climas fríos. No es la primera ciudad de clima frío que experimenta retrasos y cancelaciones con sus autobuses eléctricos.

En 2019, los autobuses eléctricos BYD de Indianapolis, donde en enero puede llegar a hacer -10ºC  tuvieron el mismo problema en 2019.

«En los meses fríos habrá que ajustar las rutas y avisar a los pasajeros o equipar el autobús con calefactores diésel para compensar la pérdida de autonomía del 30% si quieren mantener un horario completo y sus rutas habituales», ha explicado Stefanopoulou.

Pero instalar motores diésel significa ir en contra del objetivo de cero emisiones que la ciudad de Oslo se esfuerza por alcanzar para 2024 en todo su transporte público.

A finales de 2024, el plan es sólo haya autobuses eléctricos en Oslo. Noruega tiene la mayor cuota de vehículos eléctricos en el mundo, el 80% de todos los vehículos matriculados en 2022.

Pero eso sí, en vez de rectificar y dar marcha atrás hasta que los motores eléctricos – y sobre todo sus baterías- estén perfectamente desarrollados, los ecologistas sectarios globalistas seguirán con su agenda 2030 de eliminación de los motores de combustión e imposición de los coches eléctricos. Pero ya saben, se puede ser ecologista, pero no caer en la idiotez.

(Con información de La Gaceta)

2 comentarios en «El coche eléctrico, otro fracaso de los ecologistas globalistas: Las bajas temperaturas paralizan la flota de autobuses eléctricos»

Deja un comentario