La huelga de los transportistas provoca cierres temporales y  estantes vacíos en los supermercados. El fantasma del desabastecimiento planea sobre la economía española. Los camioneros no aceptan la propuesta del Ejecutivo, cuya ayuda de quinientos millones de euros consideran una limosna humillante.
Cierre de fábricas
La falta de suministro a la planta y las dificultades para distribuir los productos al punto de venta han hecho que la fábrica de conservas Calvo, la única del grupo en España que se dedica a las conservas de pescado (atún, sardina o mejillón), haya detenido la cadena. La razón: la huelga de transportes convocada en España desde hace más de una semana.

Calvo no es la única

La situación de Calvo no es excepcional. Fábricas como las de Azucarera, Cuétara o Dcoop (antigua Hojiblanca) ya han paralizado también su actividad, mientras que otras grandes empresas, como Danone o Heineken -que fabrica marcas como Cruzcampo o El Águila-, se preparan también para paralizar su producción esta semana. «Si la situación continúa así, será imposible servir los productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes, y aprovisionarse de materias primas, debido a los violentos piquetes que impiden las normales operaciones de la compañía», aseguraba la cervecera.

Danone

El gigante de los yogures, sin embargo, iba un paso más allá, y acotaba el plazo, dando por hecho que tendrían que cerrar las fábricas ya este miércoles: «En caso de no alcanzarse una solución de forma inmediata, Danone advierte de que en el plazo máximo de 24 horas se verá obligado a interrumpir de forma temporal su actividad tanto en sus cuatro plantas en España de productos lácteos, como en las tres de agua mineral natural». Para la compañía, «la inaudita situación de inestabilidad y el agravamiento de los paros ya están comenzando a afectar al aprovisionamiento de materias primas esenciales para  sus productos como leche entera o nata«.

De hecho, es toda la cadena alimentaria y del gran consumo la que ahora mismo acusa falta de suministros. Las industrias de alimentación animal y ganadería, insisten en que se encuentran «al borde del colapso sin poder abastecerse de materias primas para elaborar alimento para ganado ni hacer llegar ese alimento a la ganadería». «Nos encontramos, no sólo con un gravísimo problema económico y de bienestar animal, sino con un riesgo inminente de salud pública al no poder alimentar animales en las granjas», explican las asociaciones que representan a estas industrias, quienes han encontrado problemas estos últimos días para suministrar de materias primas y pienso a las explotaciones ganaderas.

De las fábricas a los ‘súper’

¿Y en el supermercado? Aunque la dificultad para distribuir frescos -frutas, verduras, pescados- ya era evidente la semana pasada por las limitaciones en el transporte, la situación se ha agravado estos días. En este sentido, las cadenas de supermercados se encuentran «adaptando el surtido», buscando productos que puedan sustituir a los afectados «con el fin de que el consumidor pueda realizar su compra con la mayor normalidad posible«.

Reclamaciones al Gobierno

El sector de gran consumo insta al Gobierno a actuar con la máxima urgencia para acabar con un conflicto que es ya «un problema de Estado» y golpea a todo tipo sectores: construcción, siderurgia, automoción o industria del plástico.

Todas las reclamaciones se dirigen al Gobierno que, aunque mantuvo este lunes una reunión con la patronal mayoritaria del transporte, no lo hizo con los convocantes del paro, la Plataforma Nacional del Transporte por Carretera.

Las compañías de la industria alimentaria piden al Ejecutivo que trate de solucionar ya el conflicto: «Confiamos en que puedan acelerarse las negociaciones para alcanzar un acuerdo bilateral en el mínimo plazo de tiempo posible y poder así retomar la actividad cuanto antes», apuntaba Danone este martes. En un comunicado conjunto, las patronales Aecoc, Aces, Anged, Asedas, Fiab y Cooperativas Alimentarias hacían un llamamiento al Gobierno exigiendo “una intervención urgente en un conflicto que se ha convertido en un problema de Estado con un  impacto sobre la economía y los ciudadanos que no admite demora”.

Desde el Gobierno, no obstante, evitan hacer ningún movimiento hasta el viernes, cuando se concreten los 500 millones de euros en ayudas al gasóleo profesional anunciados por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. «Es demasiado tiempo, las medidas tienen que llegar ya», insisten desde el sector.

(Con información de Voz Populi)