Jule Goikoetxea es una radical de extrema izquierda conocida por su radicalismo feminista, su independentismo y ser anticapitalista: «Al fascismo hay que hacerle frente con violencia»
Canal Red y el discurso del odio de la extrema izquierda
El Canal Red del comunista Pablo Iglesias vuelve a estar en el centro de la polémica. El canal de Pablo Iglesias llama a agredir a los disidentesLa plataforma mediática creada por el exlíder de Podemos, y financiada por sectores afines al chavismo, ha dado voz a la feminista radical de extrema izquierda Jule Goikoetxea, quien ha defendido públicamente el uso de la violencia contra quienes considera “fascistas”.
En una entrevista emitida en el propio canal, Goikoetxea declaró sin matices que, además de la protesta y el diálogo, “probablemente hagan falta también estrategias que incluyan el uso de la fuerza”. Estas palabras constituyen una clara incitación a la violencia política contra los disidentes ideológicos.
El canal, vinculado al comunista Pablo Iglesias, se ha convertido en un altavoz de la extrema izquierda más agresiva, radical y antisistema. Desde su creación, ha promovido mensajes que relativizan la violencia, justifican la confrontación y atacan los fundamentos democráticos.
Jule Goikoetxea: del feminismo radical al elogio de la violencia
Jule Goikoetxea no es una desconocida. Ideóloga del independentismo vasco y militante de extrema izquierda, su trayectoria está marcada por la radicalidad y el enfrentamiento. En 2024 fue invitada por el régimen de Nicolás Maduro como “observadora internacional”, participando en una declaración que reconocía la victoria del dictador venezolano.
Ahora, sus declaraciones en Canal Red la colocan nuevamente en el foco. En su intervención, afirmó que el fascismo “no tiene pinta de ser deliberativo” y que resistirlo únicamente con métodos pacíficos “implica tener un interlocutor dispuesto al diálogo”, lo cual, según ella, no se da.
Con esa afirmación, la feminista justificó la posibilidad de usar la violencia como herramienta política, presentándola como parte de un supuesto “abanico de mecanismos diversos” frente al enemigo ideológico.
Para Goikoetxea, la violencia tiene un “carácter ético-político”, lo que le permite relativizar el daño físico si la causa lo justifica. Llegó a comparar, textualmente, “tirar una piedra a una señora que va por la calle” con “tirar una piedra a un tanque israelí”. Una comparación moralmente aberrante que intenta normalizar la agresión en nombre de causas políticas.
El canal de Pablo Iglesias: altavoz del comunismo y del odio
Desde su creación, Canal Red actúa como un instrumento ideológico del comunismo internacional. Su objetivo no es informar, sino adoctrinar y expandir el comunismo. Las voces que se sientan frente a sus cámaras comparten un mismo patrón: odio a todos lo que no piensen como ellos, desprecio por la Iglesia, burla hacia la familia tradicional y justificación del enfrentamiento social.
El propio Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno y fundador de Podemos, dirige el medio con un discurso agresivo, amenaznte y polarizador. Su línea editorial responde al manual del comunismo y el marxismo cultural: dividir, confrontar y debilitar los valores nacionales.
Las palabras de Goikoetxea no son una excepción, sino la consecuencia lógica de una estrategia comunicativa que convierte la violencia en virtud y la disidencia en delito.
La extrema izquierda y su doble moral ante la violencia
Resulta revelador observar la doble moral de la izquierda radical. Cuando la violencia proviene de movimientos afines, se presenta como “resistencia al fascismo”. Ese discurso manipula el lenguaje para blanquear la agresión y criminalizar la discrepancia.
La izquierda no defiende la libertad de expresión; defiende su propia libertad de imponer. Cuando alguien cuestiona sus dogmas —ya sea en materia de género, inmigración o soberanía nacional—, se le etiqueta de “ultraderecha”, «fascista» o “enemigo del progreso”.
Las declaraciones de Goikoetxea son un ejemplo de manual de cómo el comunismo usa los medios para justificar la violencia. Y lo hace con el silencio cómplice de las instituciones y los medios públicos.
La deriva autoritaria del comunismo español
El problema no es solo una entrevista en Canal Red. Es la deriva totalitaria del comunismo español, amparado por el Gobierno y protegido por los grandes medios.
El proyecto de Pablo Iglesias busca reconstruir, desde el ámbito mediático, lo que perdió en las urnas. Su estrategia es clara: mantener vivo el enfrentamiento, dividir a la sociedad y sembrar miedo en quienes defienden ideas patrióticas.
Bajo la máscara del “antifascismo”, promueve un pensamiento único donde toda disidencia se castiga. Así se alimenta el odio y se debilita la convivencia nacional.
Responsabilidad de los medios: cuando informar se convierte en adoctrinar
La emisión de mensajes violentos en un canal público o privado tiene consecuencias. Los medios no pueden actuar como si no tuvieran responsabilidad. Cada palabra pronunciada deja huella, sobre todo cuando legitima la agresión.
Canal Red y su fundador deberían rendir cuentas por permitir que se promuevan declaraciones que incitan al enfrentamiento físico entre españoles. La libertad de expresión no puede servir como excusa para destruir la convivencia.
Los responsables de medios de comunicación deberían recordar que informar no significa transmitir odio ni promover la violencia, y que la pluralidad se basa en el respeto, no en la violencia.
Las declaraciones de Jule Goikoetxea y la permisividad del Canal Red de Pablo Iglesias son un síntoma claro del deterioro moral y político que sufre España.
La izquierda radical ya no debate ideas, impone consignas. Ya no busca convencer, sino amedrentar. Y lo hace desde medios financiados, directa o indirectamente, por el poder político.




