Según informes gubernamentales y encuestas de opinión pública recientes, la aceptación de las vacunas está disminuyendo.
“Todo el mundo tiene que conocer los problemas de las vacunas, del mismo modo que todo el mundo sabe que fumar cigarrillos es malo para la salud”, afirmó la bióloga Christina Parks,
La aceptación y la demanda de vacunas está disminuyendo, según informes gubernamentales y encuestas de opinión pública recientes, y los defensores de la libertad sanitaria dicen que esta es una buena noticia.
Según un informe de septiembre de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las tasas de vacunación entre los niños nacidos en 2020 y 2021 fueron inferiores a las de los niños nacidos en 2018 y 2019. La disminución se observó en “casi todas las vacunas” y osciló entre 1,3 y 7,8 puntos porcentuales.
El informe también indicó que sólo 12 estados cumplieron con el objetivo de cobertura del 95% de los CDC para la vacunación contra la difteria, el tétanos y la tos ferina ( DTaP ) y la polio en niños. Sólo 11 estados cumplieron con el objetivo del 95% para las dos dosis infantiles de la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola ( MMR ).
La demanda de vacunas también está disminuyendo entre los adultos. Los datos de seguimiento de los CDC indican que, al 19 de octubre, solo el 13,5 % de los adultos había recibido la formulación de este año de la vacuna contra la COVID-19 , en comparación con el 17 % en octubre de 2022. Solo el 15,5 % de los adultos dijo que «definitivamente» recibirá la vacuna contra la COVID-19.
La demanda de la vacuna contra la gripe también está disminuyendo. Según un informe de julio de Axios que cita datos de los CDC, “la demanda de vacunas contra la gripe está disminuyendo, particularmente entre algunos de los grupos más vulnerables desde el punto de vista médico”.
Según los datos, aproximadamente el 47% de los adultos informaron haber recibido una vacuna contra la gripe durante la temporada de virus respiratorios 2023-2024, una disminución respecto del 50% en 2020-2021.
El porcentaje de personas mayores que recibieron la vacuna contra la gripe fue del 70% en 2022-2023, una reducción respecto del 75% en 2020-2021. Entre los adolescentes, la tasa en 2023-2024 fue del 47%, una reducción respecto del 56% en 2020-2021, mientras que entre las mujeres embarazadas, la cifra se redujo del 53% al 36% durante el mismo período.
Según Axios, las cifras sugieren que “las vacunas podrían estar perdiendo popularidad en un mundo pospandémico”.
“Estamos viendo un avance hacia un mundo consciente de los riesgos de las vacunas”
Para los expertos y científicos y defensores de la libertad sanitaria el que las vacunas “estén en desgracia” es una buena noticia.
La bióloga Christina Parks, Ph.D., dijo que «ya era hora» de recibir esa noticia, o «ya era hora, porque muchos han resultado heridos innecesariamente «.
Karl Jablonowski, Ph.D., científico investigador principal, dijo que los últimos datos sugieren que «estamos viendo un avance hacia un mundo consciente de los riesgos de las vacunas. Es una historia de triunfo humano, ya que no sería posible sin el simple, pero peligroso, acto de cuestionar a la autoridad».
Según el epidemiólogo Nicolas Hulscher, “hemos llegado a un punto de inflexión. Una gran parte de la población mundial ha tomado conciencia de la captura regulatoria generalizada y de los inmensos daños que plantean las inyecciones genéticas ”.
Jablonowski dijo que la literatura científica aún no se ha puesto al día con las actitudes cambiantes del público. Agregó: “Lamento la oportunidad perdida para que el discurso científico brille. Las revistas científicas todavía elogian la incuestionable seguridad de las vacunas, mientras que en el ámbito de las encuestas nacionales y los márgenes de beneficio corporativos, saben más. Los gobiernos estatales están intensificando sus esfuerzos para realizar la investigación que nuestro gobierno federal no hará”.
El mes pasado, un informe oficial del gobierno eslovaco calificó las vacunas de ARNm de “peligrosas” y pidió que se prohibieran en el país. También el mes pasado, un consejo municipal de una ciudad de Australia Occidental aprobó una resolución que pedía la prohibición de las vacunas Pfizer y Moderna contra la COVID-19.
Las encuestas muestran que más personas creen que las vacunas son más peligrosas que las enfermedades que atacan
Una encuesta realizada en septiembre por el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio encontró que menos de la mitad de los adultos (43%) planean vacunarse contra el COVID-19, mientras que el 37% de los encuestados dijeron que no creen que necesiten vacunarse.
Según una encuesta de Gallup de julio, el 20% de los adultos encuestados respondió que las vacunas son más peligrosas que las enfermedades que atacan, en comparación con el 11% en 2019 y el 6% en 2001.
Según la misma encuesta, más estadounidenses creen que existe un vínculo entre las vacunas y el autismo . La cifra de este año, el 13%, es superior al 10% en 2019 y al 6% en 2015. Solo el 36% de los estadounidenses descartaron las vacunas como causa del autismo.
Los padres de menores de edad eran “ligeramente más proclives que los adultos estadounidenses en general a creer que las vacunas causan autismo”, a una tasa del 18%, mientras que sólo el 29% de los padres dijo que las vacunas no causan autismo. El porcentaje de encuestados que dijo que “no es en absoluto importante” que los padres vacunen a sus hijos fue del 7%, frente al 1% en 2001.
El apoyo a la vacunación obligatoria también está disminuyendo, según la encuesta de Gallup: el 51% de los encuestados la apoya, frente al 62% en 2019 y el 81% en 1991.
Una encuesta de ResearchCo realizada en Canadá el mes pasado encontró que el 29% de los canadienses cree que los padres “definitivamente” o “probablemente” deberían ser los que decidan si sus hijos están vacunados, un aumento de nueve puntos respecto de 2022 .
La encuesta también mostró que el 31% de los canadienses cree que existe una conexión entre la vacuna MMR y el autismo, un aumento de 12 puntos respecto de 2022.
Según Yahoo! Life , “estas cifras demuestran una tendencia más amplia: el cambio de actitud hacia las vacunas en Estados Unidos”, y cita factores “complejos” y “sensibles” que contribuyen a este cambio.
Por ejemplo, el Dr. Peter Hotez , decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical del Baylor College of Medicine y codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Texas Children’s Hospital, dijo a Yahoo! Life: «Ha habido un marcado aumento en la cantidad de padres que piden exenciones para las vacunas».
Parks dijo que la confianza del público en las vacunas “se ha roto” y “la gente ahora está buscando fuentes alternativas legítimas de información sobre cómo proteger y recuperar mejor su salud ”.
Parks dijo que la gente “se da cuenta de que les mintieron una y otra vez” sobre la pandemia y las inyecciones que los funcionarios de salud les dijeron que eran vacunas que evitarían la transmisión.
“Más tarde, la gente se dio cuenta de que [las inyecciones contra el COVID-19] eran una forma de terapia genética experimental que no prevenía la transmisión y solo brindaba una protección muy limitada contra los síntomas después de la primera inyección”, dijo Parks.
Jablonowski dijo: “ Las grandes compañías farmacéuticas operaban bajo el supuesto de que si repetían lo suficiente la mentira de que ‘las vacunas son seguras’, se convertiría en una verdad innegable”. En cambio, cuando salieron a la luz los riesgos de las vacunas contra la COVID-19, a pesar de la narrativa pública de que eran “seguras y efectivas”, se produjo la “inevitable revelación de la mentira y de los mentirosos”.
Los fabricantes de vacunas recortan sus previsiones de ventas ante la caída de la demanda
A medida que la confianza pública en las vacunas ha disminuido, las grandes farmacéuticas están sintiendo los efectos en sus bolsillos.
A principios de esta semana, GSK redujo sus previsiones de ventas de vacunas para 2024 “debido a la débil demanda estadounidense” de sus vacunas contra el virus sincitial respiratorio y el herpes zóster. Las ventas de vacunas de GSK bajaron un 18% en comparación con el mismo período del año pasado.
El mes pasado, Moderna redujo su previsión de ventas para 2024 de sus vacunas contra la COVID-19 y el VRS hasta en un 25%. Según Reuters , esto se debe “en parte a las bajas ventas de la COVID a la UE, que espera que continúen en 2026” y a una adopción “más lenta de lo previsto” de la vacuna contra el VRS.
A principios de esta semana, Merck también redujo su pronóstico de ventas para todo el año , una disminución impulsada por la menor demanda de su vacuna Gardasil contra el VPH en China.
El Dr. Jonathan Miller, jefe de atención primaria pediátrica en Nemours Children’s Health en Delaware, dijo a Axios que sospecha que «la pandemia de COVID y el tipo de entorno político durante este tiempo han tenido un gran impacto en la confianza en las vacunas y un aumento en las dudas sobre las vacunas».
El informe de Axios también sugirió que puede haber “confusión o fatiga por las vacunas” para algunas personas después de recibir tantas inyecciones de COVID-19 y potencialmente recibir vacunas contra el VSR por primera vez.
Kai Ruggeri, Ph.D. , profesor de políticas y gestión de la salud en la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, atribuyó la creciente reticencia a las vacunas a “una polarización y desconfianza más amplia en la autoridad ”, que lleva a la gente a consumir “información errónea”.
Pero para Parks, un porcentaje cada vez mayor del público busca “fuentes de información alternativas y confiables”. Parks espera que, a medida que la gente descubra esta información, las actitudes cambien aún más. Dijo: “Estamos a punto de repensar todo el cronograma de la infancia y nos estamos acercando a un momento en el que todos sabremos cómo ayudar a nuestros hijos a desintoxicarse y reforzar su sistema inmunológico de forma natural, al tiempo que garantizamos opciones de estilo de vida que promuevan el estado antiinflamatorio necesario para el desarrollo adecuado del cerebro infantil”.
Hulscher dijo que la gente “debería seguir difundiendo datos vitales sobre la seguridad de los productos a pesar de los fuertes vientos de censura” y las acusaciones de desinformación.
También deberían “seguir educando a nivel de base”, dijo Parks. “Quienes están informados deben seguir educándose para poder servir como un recurso para otros que recién comienzan este camino. Todos deben conocer los problemas de las vacunas de la misma manera que todos saben que fumar
Fuente: Michael Nevradakis | The Defender
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