Hemos llegado a un punto de desorientación total y absoluta. Con la cifra de paro, tanto porcentual, como en números totales de parados, aunque sean encubiertos bajo la denominación de “ERTES”. Con una destrucción real de las pequeñas y medianas empresas, sobre todo de los autónomos. Con una paralización de las grandes empresas, que si bien no cierran, pasan a deslocalizarse o a mantenerse en “paradas técnicas”. Con una inflación real tres veces superior a los datos oficiales. Nos encontramos con que el gran problema de esta “Sociedad” según el desgobierno de la Nación y por boca de su Vicepresidenta es: “la desigualdad de sexos”.
Cualquiera pensaría que esta señora y toda su concurrencia política esta bajo tutela de algún afamado médico de trastornos neurológicos o emocionales, pero no. También podríamos pensar que su desinformación la lleva al desvarío y el alejamiento de la realidad, pero tampoco. ¿Qué pensar pues, poca cosa no queda, más allá del sectarismo por un lado y el encubrimiento de una ineficacia planificada por el otro. Lo que nos hace pensar únicamente en Corrupción y Destrucción llevadas ambas a sus más lejanos extremos de consecución por parte de quienes, inexplicablemente, nos gobiernan.
Y porque en medio de tanta hipocresía, no solo la que pueda representar uno de los 23 miembros del desgobierno, nos fijamos en una única persona; pues porque su desprecio hacia el intelecto de quienes estamos, por desgracia, bajo su tutela, en forma de gubernatura, ha llegado a extremos de verdadera audacia.
En este País, antes llamado España, rige desde 1978 una Constitución. Esta fue redactada y aprobada por unas Cortes Constituyentes, salidas de unas elecciones teóricamente libres y sin mácula. Que fue aprobada por la inmensa mayoría de los ciudadanos que en ese momento tenían derecho a voto, aunque los actuales representantes de ellos quieran hacernos ver que en sus circunscripciones el si no supero a la abstención y al no, como sucede en Cataluña o las Provincias Vascongadas, donde parece ser que eso sucedió según ellos, aunque en ese momento nadie de entre los suyos lo denunciara y tampoco ninguno de ellos en este momento renuncie a los cargos y sus correspondientes prebendas obtenidos gracias a esa Constitución.
Volviendo a otra de las que no deben haber leído o comprendido el citado texto constitucional y las Leyes, Normas y Reglamentos que de ella dimanan, se encuentran la totalidad de los integrantes e “integrantas” de este desgobierno, permítasenos ser transversales e igualitarios, aunque solo sea para nombrar a este ganado insulso, porque de verdad es que a ellos sí que habría que aplicarles lo prescrito por la “Ley de Leyes”; pero ya se han preocupado los que les anteceden y ellos mismos de eliminar cualquier garantía de cumplimiento de la legalidad y la conversión de estas leyes en: “el todo vale”.
Y la ultima de la ministra de trabajo y vicepresidenta del desgobierno es: textual …//… Los hombres y las mujeres cobrarán lo mismo, cuando el trabajo que hayan desempeñado sea el mismo. …//… ; “ole tus narices”, que por cierto y como diría Cyrano de Bergerac, eres una mujer a una nariz pegada. Lo que no quita, para que tus asertos, según tú de nuevo cuño, sean falaces y mentirosos. Esa Constitución que a mi no me obligaron a aprender de memoria, sino como dijo el profesor de la Academia Militar: “simplemente bastaba con que dijese de memoria”, ya obliga desde mucho antes que tú te pusieras en marcha a estudiar, algo que no creo que hayas hecho con mucho entusiasmo, pues de vez en cuando se te notan lagunillas en tus obligados conocimientos de leguleya.
Que cincuenta años más mal llevados para España, pero tan bien llevados al servicio del social-comunismo globalista. Ciertamente, esa frase que tú pronunciaste ya deviene de los artículos 14 y 35 de la Carta Magna. Pero claro al decirnos que gracias a tus gestiones y las de tu desgobierno descubrimos que una de dos: ¿o no te has leído la Constitución y el Estatuto de los trabajadores? O simplemente ¿ nos estás mintiendo y tratando de engañar, como a los idiotas? Más bien creo que esto último, porque en el minuto y cuarenta y cinco segundos que dura tu proclama, en la que además te recreas en hablar de que se elimina la brecha salarial, se crea una herramienta de igualdad retributiva, siendo esta herramienta “gratuita” la que permite a las empresas cumplir con la obligación de crear un registro retributivo.
Bueno, no se como las personas que la escuchan, hartas de que las tomen el pelo, no asaltamos ya el Palacio de Invierno, porque no se de que habla esta señora, por llamarla finamente, pues, esta tipificado como delito la existencia de esa brecha salarial, y también esta tipificado como delito el conocer de la existencia de un delito y no denunciarlo a las autoridades competentes, para que se actúe en consecuencia contra los ejecutores del mismo se tomen las medidas oportunas, y finalmente se juzgue a los culpables. Pues bien, este desgobierno va y crea una legislación para evitar un delito, en lugar de denunciarlo, perseguirlo y realizar acciones contra los delincuentes. De lo que deducimos que no es mas que una cortina de humo tras la que esconder las verdaderas intenciones de quienes nos desgobiernan.
En definitiva y si no conociéramos a los «pergeñadores» de la norma, pensaríamos acertadamente que aquí lo único que se pretende, como siempre, es en primer lugar el engaño, escondiendo una maniobra tras la palabra “gratuita”, para a continuación actuar en forma de normas que obliguen a realizar nuevas imposiciones retributivas. Crean la obligatoriedad de algo, con lo que cumplir, algo que a cualquiera le parecería obvio, pero lo más obvio es que ya existía esa obligatoriedad, y la de la igualdad retributiva. Entre otras miles viene aquí una pregunta, si ya existía lo anterior, ¿por qué nuevamente se incide en una nueva creación?.
Lo anterior me da que pensar que las empresas no cumplen una norma, lo que implicaría una sanción y no un nuevo procedimiento, lo cual no creo, porque las empresas se andan con mucho cuidadito por si acaso les viene el palo. Inclinándose más bien a pensar que hay que justificar que se está haciendo algo en el tema de la “igualdad” y de paso acreditar nuevas medidas extractoras de dinero para con los que contribuyen. Porque se necesitan muchos impuestos para pagar los desmedidos sueldos de nuestros políticos y sobre todo mucho dinero para los caprichitos de las ministras, como por ejemplo, por si no lo saben de esas cosas que se promueven con los 20.319 millones de marras.
¡Ah! ¿Qué no sabían lo del taller: ¡Píntame el toto!, pues si en Soria, donde un afamado poeta canto a un amor perdido y a un olmo, se convocaba a un cursillo feminista que iba a enseñar a las jovencitas a pintarse sus órganos sexuales. Por supuesto esto significaba dinero público, de nuestros impuestos para pagar a las «enseñantas» de pintoras, así como los gastos derivados del citado curso. Don Carlos Martínez Mínguez, alcalde, procurador en Cortes, Portavoz, Secretario General del PSOE de Soria, etc., etc., etc…., mantuvo y no enmendalla la citada actividad que se realiza dentro de una jornadas de feminismo y que sin contar los gastos de infraestructuras, se va a los 20.000 euros de vellón. Algo que pagamos todos, pero con lo que se lucran determinadas personas que van de feministas.
Ahí, es donde se gastan “la pasta gansa” de nuestros impuestos y del ahogo a las empresas que tienen que cerrar. Pues sigamos con declaraciones innecesarias y de dudosa credibilidad y tras la línea de 20.000 euros, prosigamos al bingo de 20.319 millones de euros para las feministas y afines; y ahí lo dejo….
José Antonio Ruiz de la Hermosa | Escritor
