Cosas del pasado | Paco Álvarez

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Para Pedro Sánchez, necesitado de pactar con Bildu o con el diablo, el terrorismo de ETA es “cosa del pasado”. No así el franquismo, que 45 años después de la muerte del titular, les sirve, día sí y día también, para agitar fantasmas ultramontanos.  En paralelo, el terrorista convicto Otegui, ratifica su apoyo a Pedro Sánchez para «abrir una ventana de oportunidad a la democratización de España». Es decir, que un señor que organiza homenajes a asesinos tarde sí y tarde también, que nunca ha sido capaz de condenar ni un atentado, ni la muerte a sangre fría de niños, es decir, este tipejo va, por fin, a democratizar España. Menos mal. Tras 42 años de Constitución, necesitábamos que este mastuerzo viniera por fin a bendecir o a cambiar, nuestro sistema tan garantista que incluso permite en su seno, partidos antisistema, antidemocráticos, y anti españoles. De hecho el señor Otegui, ese hombre que nos va a democratizar, fue condenado por secuestro. Ahí es nada… claro, será cosa del pasado…

Si personajes como Otegui van a garantizar nuestra democracia, démonos por jo…robados. Más nos valdría poner camellos a vigilar los patios de los institutos para prevenir la drogadicción. Hablando de Institutos, parece ser que enseñar a nuestros hijos en el idioma mayoritario, en el nuestro, en español, también es cosa del pasado, como elegir dónde queremos que estudien nuestros hijos, salvo que seas millonario y puedas permitirte, como la ministra del ramo, llevar a tus hijos a carísimos colegios privados.

También es cosa del pasado la Navidad… ¿alguien me puede explicar qué tiene que ver el toque de queda con la difusión de la pandemia? Nada, ¿verdad?, pues eso. Pronto, gracias a que la medalla de la vacunación universal se la quiere poner Sánchez, como si él mismo hubiera estado investigando, la pandemia será cosa del pasado también, pero el virus nos habrá dejado este gobierno con presupuestos pactados entre tres morlacos tres, partidos que odian nuestro país, nuestro sistema democrático e incluso nuestro idioma. Permitir a Podemos pactar con Bildu y ERC los presupuestos es tan contrario a nuestra democracia como pactar los presupuestos españoles con China o con los Ayatollahs.

Cosas del pasado es (por fin) pedir pruebas pcr a los que aterrizan en Barajas, tantos meses después de que se vengan solicitandopor la Comunidad de Madrid, o bajar el IVA de las mascarillas más baratas, también ocho meses después de que todo el mundo lo venga pidiendo. Por si acaso, sólo han bajado el IVA de las quirúrgicas, pero no de las buenas, las FFP2 que regalaba Ayuso, ni siquiera de las de tela. ¿Y del gel hidroalcohólico? Pues ya veremos…

Cosa del pasado es que la Comunidad de Madrid lleva también meses pidiendo que se puedan hacer pruebas rápidas en las farmacias, pero  todavía no están permitidas, dicen que porque las farmacias no tienen esa capacidad ni sus empleados esa formación. Pero claro, un filósofo, sí que puede ser ministro de sanidad con la que está cayendo…

Cosa del pasado es que sigan diciendo los muchísimos sanitarios que van a contratar desde el gobierno, cuando el gobierno no tiene potestad para contratar a ninguno. Cosa del pasado es la verdad, que ya tergiversan descaradamente como si tal cosa con sus anuncios hablando de la bondad de pactar con Bildu, de negar ese pacto y de inscribirlo en la normalidad, todo esto dicho por la misma persona sin despeinarse a pesar de ser completamente contradictorio entre sí. Abalos dixit.

Cosa del pasado es la libertad de expresión, porque si eres un artista que hablas contra el pacto de Bildu, te destrozan en la SER con groserías y descalificaciones demasiado soeces hasta para ser dichas en un burdel a oscuras. Cosa del pasado es la ética, ya que la mitad del hemiciclo tiene que ponerse en pie y gritar LIBERTAD para que los del PSOE se planteen si no han tirado demasiado de la cuerda.

Cosas del pasado es que los separatistas pidan cosas para ellos a cambio de apoyar los presupuestos. Ahora van tan sobrados que lo que piden es que nos fastidien a los demás. Ahí está Rufián pidiendo que se suban impuestos en Madrid y el PSOE justificándolo. Vergüenza ajena dan.

Cosa del pasado es hacer oposición a la oposición. En Madrid, si aumentan los casos, es porque Ayuso es malísima y si disminuyen, será que Ayuso miente. Así cualquiera. Mientras, cosa del pasado es evitar que nos invadan. El ejército es una ONG y los mandos de la Guardia Civil sosn todos nuevos. 18.000 marroquís alojados en hoteles canarios pero nadie dice cómo vamos a devolverlos a Marruecos. Hombre, si ya estaban en el puerto, lo único que había que hacer era subirlos a un barco y dejarlos a pie de playa del otro lado ¿o es que la defensa de nuestro territorio es también cosa del pasado?

Ni Canarias ni España puede resistir la continua incorporación de personas jóvenes en edad militar, con móvil y pasta, que vienen aquí a que les demos una paga, sanidad, educación, vivienda y que luego se quejan de que su habitación no tiene vistas al mar.

Y no, no me puedo solidarizar con los que están en el puerto. No es mi culpa que crucen a Europa ilegalmente. Existen los medios para emigrar legalmente a Europa y quien no los cumple, está cometiendo una ilegalidad, premiarlos con estancias en hoteles es cuando menos, absurdo. Con quien nos tenemos que solidarizar es con los canarios que ven cómo su principal riqueza, el turismo, desaparece en las manos del ministro del interior que todavía no sabe lo que está pasando, demasiado ocupado está con los beneficios a etarras condenados, que esos asesinatos terroristas, ya se sabe, son cosas del pasado.

Pero amigo, algún día, este gobierno también será cosa del pasado y entonces por fin, empezarán los felices veinte. Algún día pasará la pandemia y dejarán de tener excusa los políticos para coartarnos la libertad aludiendo una hipotética seguridad.  Algún día, la democracia volverá a gozar de buena salud en España, pero no será gracias a Otegui ni a sus socios con manos sucias. El hidrogel no limpia la sangre de tantos inocentes.  No, el terrorismo de ETA no es cosa del pasado, es el ejemplo más sangriento de cómo el nacionalismo ha sido el mayor enemigo de nuestra democracia durante todos estos años. Ahora además, tiene cómplices en el gobierno. ¿Pueden hacerlo peor? Y ellos contestaron: Podemos.

Paco Álvarez | Escritor

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