Cortinas de humo, “Charos” y esperanza para 2025

En un año crucial para la política española, el gobierno del PSOE se enfrenta a una serie de juicios por escándalos de corrupción que amenazan con erosionar más aún su credibilidad. Para desviar la atención pública, el ejecutivo de Pedro Sánchez está recurriendo a diversas estrategias de distracción, conocidas popularmente como «cortinas de humo».

El año ha comenzado con la resucitación de la propuesta de derogación de los delitos contra los sentimientos religiosos. Esta iniciativa resurge tras un polémico incidente durante las campanadas de TVE, donde se mostró una estampa del Sagrado Corazón de Jesús con una vaca cornuda por cabeza. Esta provocación, además de la blasfemia en sí, es una clarísima maniobra para desviar la atención de los juicios de corrupción. La estrategia más socorrida este año será la utilización del «de derogación de lo“.

El gobierno ha anunciado una serie de actos conmemorativos para celebrar los 50 años de la muerte de Franco, la figura con la que el PSOE lleva años tratando de generar divisiones en la sociedad española.

El gobierno también tratará de impulsar varias reformas legislativas que no serán más que intentos por cambiar el foco de atención. Entre ellas se encuentran la reforma de la Ley de Vivienda, destinada a ampliar los controles al mercado de alquiler, y otra vuelta de tuerca a la Ley de Memoria Democrática, que continuará con la estrategia de polarización utilizando el franquismo. En un intento por lavar su imagen y dárselas de muy progresistas, el gobierno ha anunciado una serie de proyectos de infraestructura y obras públicas. Estas iniciativas, a modo de trilero, también sirven para desviar la atención de los escándalos de corrupción que se están juzgando.

El uso de campañas de comunicación y propaganda pagadas con los impuestos de todos, utilizando mensajes optimistas, anuncios de logros, el ejecutivo seguirá comprando a los medios y tratando de mantener una imagen aceptable entre los suyos mientras continúa desviando la atención de los problemas internos. El gobierno recurrirá a polémicas relacionadas con los derechos LGTB para desviar la atención. Ya lo hizo en el pasado con el «famoso bulo del culo «. La controvertida Ley Trans será también explotada para desviar la atención de otros problemas.

Otra posible cortina de humo es el aumento de privilegios a los abortorios a los que tratará de dotar con zonas a su alrededor en las que no existan ni el derecho de reunión ni el de la libertad de expresión para que no pueda haber ni personas rezando ni dando información a las madres que acuden a dichos negocios. Esta situación será también utilizada para generar un debate alejado de los trapos sucios judicializados.

La reciente reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales también podría ser utilizada como una cortina de humo. Dadas las características de esta medida populista, su implementación y las posibles consecuencias económicas generarán mucho debate para desviar la atención de otros problemas. Un elemento clave en la estrategia de polarización y distracción del gobierno es el apoyo de un grupo demográfico conocido coloquialmente como las » Charos «. Estas fanáticas del PSOE, muchas de ellas mujeres de mediana edad con una fuerte identificación con los valores del partido socialista, juegan un papel crucial en la defensa y promoción de las políticas del gobierno. Su lealtad inquebrantable y su activa participación en redes sociales y todo tipo de foros públicos ayudan a mantener la narrativa del partido y a contrarrestar las críticas. Este grupo es esencial para la estrategia del PSOE de mantener el poder a toda costa, utilizando la polarización como herramienta para consolidar su base electoral.

Las tácticas de distracción del gobierno tendrán gravísimas consecuencias a corto y largo plazo. A corto plazo, pueden ser efectivas para desviar la atención de los escándalos de corrupción y mantener el apoyo de su base electoral. Sin embargo, a largo plazo, estas estrategias van a erosionar la confianza pública en las instituciones democráticas. La constante utilización de cortinas de humo creará un clima de desconfianza y cinismo entre los ciudadanos, quienes cada vez serán más conscientes de que el gobierno está más interesado en mantener el poder que en resolver los problemas reales del país.

Dios quiera que la acumulación de escándalos y la deriva ruinosa a la que están empujando a España conlleve una pérdida significativa de apoyo y a una esperadísima crisis de gobernabilidad. Es fundamental que los ciudadanos mantengamos una actitud crítica, no nos desorientemos con tanta propaganda y exijamos que se respete el estado de derecho ante el proceso de bolivarización al que Sánchez está sometiendo a España.