Bronca en Aguilar de la Frontera por el derribo de la Cruz de las Descalzas

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin

El Gobierno de IU de Aguilar de la Frontera ha ordenado el derribo de la Cruz de las Descalzas.

Ha sido el Ayuntamiento, gobernado por mayoría absoluta por Izquierda Unida, quien dio la orden de retirar la Cruz que estaba situada frente a la Iglesia de las Descalzas de la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera. Y en plena pandemia, la grúa cumplió la orden de la alcaldesa Carmen Flores. Al día siguiente, un grupo de vecinos indignados colocó otra cruz de madera en el mismo lugar.

Según los contrarios a la medida, la Cruz ornamental situada ante las Descalzas no contravenía la normativa sobre la Memoria Histórica. En la placa conmemorativa, recoge Sevillainfo, se recuerda que dicha Cruz se levantó como homenaje religioso a todos los caídos aunque la alcaldesa ha interpretado que se erigió sólo en consideración al bando nacional.

La Comisión de Patrimonio le informó de que la cruz era un símbolo meramente religioso y que no era necesario proceder a su eliminación. Según este órgano, la Cruz era un símbolo religioso visible, al lado de una iglesia y, por tanto, sin ninguna otra connotación diferente que no fuese la muerte de Cristo y el sentimiento religioso de los cristianos.

A pesar de todo, cuando alguien del Ayuntamiento filtró que era inminente el expediente de obras abierto para hacer desaparecer la Cruz, la alcaldesa aceleró la ejecución del derribo por considerar que fue instalada por los vencedores de la Guerra Civil y la Cruz fue derribada ayer.

Las acciones judiciales anunciados por el colectivo Abogados Cristianos, que defiende los símbolos religiosos en toda España, han llegado tarde. Cuando estaba anunciando el recurso la grúa ya estaba procediendo al derribo de una Cruz, que, según el colectivo, «no incumple con la Ley de Memoria Histórica ya que no contiene ni ninguna inscripción».

Ahora, anuncian una vía penal acusando a la alcaldesa de IU de «los delitos de prevaricación con el agravante de discriminación y daños contra el patrimonio» y pedirá también su «inhabilitación para ejercer cargo público». Al parecer, la decisión de destruir el monumento no se aprobó en pleno municipal ni cuenta con el proyecto competente para actuar en un entorno de un Bien de Interés Cultural, por lo que podría ser ilegal.

A la protesta ciudadana, que ha colocado otra cruz de madera tras el derribo al pie de la Iglesia de las Descalzas, se ha producido un hecho político poco frecuente: Vox y el PSOE han coincidido con el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que advirtió de las consecuencias del ataque a los sentimientos religiosos. En una misa celebrada en Aguilar de la Frontera, dijo: «Los cristianos no somos violentos, pero tomamos nota».

El diputado nacional por Córdoba Antonio Hurtado (PSOE), cuenta ABC, ha considerado que la cruz derribada es un símbolo religioso y ya no representa a la etapa franquista. El senador Carles Mulet, del grupo parlamentario Izquierda Confederal-Compromís, ha solicitado al Senado que se le pida al Ayuntamiento aguilarense (gobernado en estos momentos por Izquierda Unida) copia de las actas de acuerdos de pleno o de órganos de gobierno competente en los que se apruebe la retirada de la cruz de los caídos.

A ello ha contestado el socialista Hurtado, paisano de Aguilar de la Frontera, que, desde hace muchos años, «ya no existe placa alguna en la que aparezcan nombres de personas del bando ganador y, por ello, ha quedado en un sencillo símbolo religioso en la portada de una maravillosa iglesia barroca». Además, insiste en que hay que cumplir con la ley de memoria histórica. Pero añade que «para la gente de Aguilar creo que esa construcción ha quedado en una simple cruz, desligada del franquismo».

El portavoz de Vox el portavoz de Vox en la Diputación de Córdoba, Rafael Saco, si bien reconoció que la cruz en sus comienzos conmemoraba a los caídos del banco nacional, «hace muchos años que se retiró la placa que lo manifestaba quedando la cruz como símbolo de todos los aguilarenses fallecidos».

La versión de la alcaldesa comunista y de los medios

Según Carmen Flores en sus declaraciones a eldiario.es la cruz es la «Cruz de los Caídos» que ha tenido siempre vinculación con el franquismo. Por ello, a las 10,30 de ayer, ya estaba la grúa para proceder al derribo del símbolo.

La alcaldesa se refirió a un «Consejo Sectorial de Memoria Histórica» que ha abordado no sólo el asunto de la cruz sino «la retirada del yugo y las flechas de la barriada del Carmen» y la retirada de honores y distinciones al dictador Francisco Franco.

La forma de relatar los hechos del eldiario.es es iluminador: «La polémica por la pervivencia de esta parafernalia simbólica del fascismo español y enaltecimiento de la dictadura está llena de episodios controvertidos. Con el paradigma del Valle de los Caídos que mantenía la momia de Franco y casos como el de Cáceres (Extremadura), donde el Gobierno de España insta al Ayuntamiento a desmantelar la ‘Cruz de los Caídos’ porque «contribuye a perpetuar el recuerdo del odio y el enfrentamiento entre españoles en contra del modelo constitucional de convivencia». Tanto la Ley de Memoria Histórica estatal como la legislación andaluza regulan la «exhibición pública» de elementos de enaltecimiento del franquismo.»

A pesar de que un informe municipal advertía que la Cruz no estaba vinculado directamente con una vulneración de la Ley de Memoria Histórica, se justificó el derribo de la Cruz porque estaba «entorpeciendo la visibilidad de un monumento histórico catalogado». O sea que como la Iglesia no se veía bien por culpa de la Cruz, se ha derribado la Cruz.

El diputado provincial de IU y delegado de Memoria Histórica en la Diputación de Córdoba, Ramón Hernández, afirmó que «elementos como la cruz que se instaló en homenaje a los ‘caídos’, según la terminología franquista, son contrarios al articulado de esta Ley, y su retirada nunca puede entenderse como un ataque a los sentimientos religiosos ni de ningún tipo, como ha dado a entender el obispo, sino como una reparación a las víctimas del golpe de estado y de la dictadura franquista».

Para Cecilio Gordillo, uno de los impulsores de la «memoria histórica» desde la rama anarcosindicalista, en su origen la Cruz «es un símbolo fascista, por mucho que le quiten placas, que se adornen, que se blanqueen o lo que sea, sigue siendo la Cruz de los Caídos y no tiene otra lectura, está identificada con el golpe de Estado.

Gordillo acusó de mentir al obispo de Córdoba: «No hay ofensa a los elementos religiosos, eso no es un símbolo religioso porque los franquistas también fusilaron a muchos cristianos, y como es un símbolo de odio, de apología del golpe de Estado, el primer interesado en quitar esas cruces debía ser la propia Iglesia para separarse del franquismo». Y añadió: «El problema es que pasados 40 años de la muerte de Franco el único análisis que hacen los alcaldes es que «si quito la cruz, pierdo votos», y esta situación deja con el culo al aire la formación de muchos político».

Tras su análisis anunció que «la semana que viene pedimos desmantelamiento de cruz de los caídos de Peñaflor» (Sevilla).

(Pedro de Tena. Libertad Digital)

Deja un comentario