Cuando se cumple un mes del asesinato de un sacristán y de las agresiones a varios fieles en templos católicos de la localidad gaditana, la presidenta del OLRC, María García, ha enviado una carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en la que afea la falta de reacción ante el ataque directo a los católicos y acusa al departamento de Grande-Marlaska de “silencio e inacción” en relación con lo sucedido el pasado 25 de enero
García considera que “resulta inexplicable el silencio y la inacción» del Ejecutivo en este caso en el que un individuo de origen marroquí, Yassin Kanjaa, atacó varias iglesias en Algeciras (Diócesis de Cádiz y Ceuta).
“Es evidente que los atentados de Algeciras son constitutivos de un delito de odio, tal como lo define la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), definición aceptada por el Ministerio del Interior de España”, que se puede consultar en este enlace, detalla María García
En el momento del atentado, el Obispo de Cádiz-Ceuta, Mons. Rafael Zornoza, se encontraba en la localidad realizando una visita pastoral.
Misiva del OLRC
“Señor ministro: las víctimas de atentados cometidos por odio a las creencias religiosas importan”. Así se dirige la presidenta del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC), María García, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. En la misiva, García recuerda que “no cabe ninguna duda» de que el objetivo del terrorista estaba dirigido a «los fieles católicos y, en particular, a los sacerdotes”.
El OLRC inquiere al Ejecutivo español en calidad de entidad asesora del organismo dependiente del Ministerio del Interior. “Por ese motivo, le ruego que tenga a bien reunir, a la mayor brevedad posible,
la Comisión de Seguimiento del Plan de Acción contra los Delitos de Odio para abordar los atentados de Algeciras y los delitos de odio cometidos contra personas que profesan una determinada fe”.
Valoración “dispar” de los delitos de odio
Así, rememora que en septiembre de 2021 se convocó de urgencia a la Comisión de Seguimiento “con motivo de una supuesta agresión homófoba” ocurrida en Madrid. Este caso resultó ser una denuncia falsa. Pocas horas después la supuesta víctima reconoció que mintió al asegurar que ocho encapuchados le asaltaron.