Los separatistas republicanos de ERC trabajan ya en la siguiente fase para la independencia de Cataluña. Confía en la debilidad y entreguismo de Pedro Sánchez y que cumpla su promesa de ofrecerle un Tribunal Constitucional ad hoc y diseñe su futuro referéndum de independencia.
Además, esta vez, sería un referéndum independentista sin necesidad de ataques callejeros porque el desafía pleno a la Constitución y la unidad de España contaría con la venia del Gobierno y de los organismos asaltados previamente. Esto es, desde el mismo gobierno de España se apoyaría y promocionaría la independencia de una parte de España. El mundo al revés.
Claves del referéndum
Los separatistas republicanos de ERC trabajan ya en una pregunta «clara, específica y concreta como la del 1-O». En esa ocasión la pregunta fue la siguiente: «¿Quiere usted que Cataluña sea un estado independiente en forma de república?».
Además, quieren que se pueda tener derecho al voto para edades por encima de los 16 años y con la única exigencia de tener «residencia» en Cataluña para poder decidir el futuro de esta región española. De ese modo, el voto joven y el inmigrante -unos de los focos más mimados por ERC de forma totalmente tradicional- podrían participar en el referéndum. Eso sí, el resto de españoles no podría votar, claro está. Hablan de una mayoría potencial del «80% del país favorable al referéndum para llevarlo a la mesa de negociación con España», tal y como defienden en su propia documentación. Y subrayan que ese referéndum de independencia es «la mejor vía para lograr la República Catalana».
Congreso Nacional
Todo el texto se expondrá y debatirá en la ponencia política del «Congreso Nacional» que celebrarán este próximo enero de 2023. Quieren «una victoria clara del ‘sí» para «dar lugar a un proceso de negociación de igual a igual entre los Gobiernos catalán y español, con mediación europea e internacional, de cara a llegar a un acuerdo que permita la creación de una República Catalana independiente reconocida a nivel internacional». Y argumentan todo ello, según su versión, en base a los postulados establecidos por el dictamen del Tribunal Supremo de Canadá sobre el referéndum de Quebec. Por lo que respecta a los resultados, ERC no baraja mayorías reforzadas: «La victoria del «sí» sería clara si se reunieran a la vez un mínimo de un 50% de participación, y un mínimo de un 55% de apoyo al «sí» a la independencia». Su versión es que estas exigencias están copiadas de la fórmula de Montenegro.