‘Amenazas híbridas’. Un documento del Gobierno alerta de olas de pateras provocadas

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Lo avisa la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima, que advierte también de ataques a buques y de contaminaciones causadas intencionadamente

La mar es un área propicia para la potenciación y materialización de buena parte de las amenazas identificadas en la Estrategia de Seguridad Nacional”, advierte la nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024, aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional.

Esas amenazas abarcan las tensiones regionales y geoestratégicas, el terrorismo y la radicalización violenta, las epidemias y pandemias, las amenazas a las infraestructuras críticas o de interés para la seguridad, las emergencias y catástrofes, la inestabilidad económica, los ciberataques, el crimen organizado, la vulnerabilidad energética, la proliferación de armas de destrucción masiva, la degradación del medio natural y los flujos migratorios irregulares.

Precisamente sobre ese último ámbito de amenaza, la inmigración irregular, ese documento oficial del Gobierno de Pedro Sánchez reconoce que España se puede enfrentar, no sólo a llegadas de inmigrantes irregulares a las fronteras, sino también a “actividades que favorezcan olas incontroladas de inmigración irregular”.

El periodista Aurelio Ruiz Enebral lo aborda en el Confidencial Digital y por su interés reproducimos párrafos del mismo

Riesgos y amenazas para la seguridad marítima

Unos de los capítulos de la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima 2024 trata sobre “Riesgos y amenazas para la seguridad marítima”.

Divide esos riesgos y amenazas en cuatro categorías. Las tres últimas son las amenazas contra los intereses nacionales en el ámbito marítimo; los tráficos ilícitos por vía marítima y la delincuencia transfronteriza; y los riesgos para el buen estado ambiental del medio marino, incluidos sus recursos vivos, así como los efectos en la costa del cambio climático.

La primera amenaza, una categoría central que se extiende por todo el espectro de las amenazas para la seguridad marítima, la representan las “acciones atribuibles a una estrategia híbrida”.

Estrategias híbridas en el mar

La nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima define estrategia híbrida como “un término que engloba todo tipo de actuaciones coordinadas y sincronizadas, dirigidas a explotar las vulnerabilidades de los estados y sus instituciones mediante acciones que tienden a fomentar la desestabilización política de las instituciones nacionales e internacionales, empleando la coerción económica y la presión sobre el suministro de energía desde el exterior, ciberataques, campañas de influencia, terrorismo y otras clases de violencia de baja intensidad, además del empleo de capacidades militares”.

Precisamente “las características legales que rigen el empleo del mar hacen de este ámbito un espacio propicio para esta clase de amenazas que se dan en la zona gris”, se advierte en la estrategia, ya que “la dificultad para aplicar el régimen jurídico y la difícil atribución de responsabilidades favorece la realización de acciones desestabilizadoras”.

Cita casos de amenazas híbridas en el mar que se han traducido en sucesos concretos: “Las acciones de sabotaje en el mar Báltico de los gasoductos Nord Stream I y II, sucedidas en septiembre de 2022, o determinadas acciones asertivas que afectan a las flotas mercante y de pesca, constituyen un claro ejemplo de acciones híbridas”.

Olas incontroladas de inmigración irregular

El documento avisa de que “el papel de España, como receptor de buques gaseros con gas licuado para su regasificación y distribución a Europa, y como punto de entrada de gasoductos y cables submarinos, significa que las estrategias híbridas representan una amenaza muy tangible”.

Dentro de esa estrategias híbridas contempla también los “sabotajes y ciberataques contra buques (incluyendo su carga y pasajeros), o su toma de control remota”.

Menciona otras posibles amenazas: “Podrían también darse otros casos como contaminaciones marinas provocadas, explotación no autorizada de recursos naturales, o incluso actividades que favorezcan olas incontroladas de inmigración irregular”.

Ese punto no desarrolla la última amenaza sobre inmigración, de dónde procederá, cómo se puede ver potenciada, etc.

Explotar las vulnerabilidades de los estados

Es destacable que no se hable de “olas incontroladas de inmigración”, sino de “actividades que favorezcan” esas olas. Igualmente reseñable es que se incluya esa amenaza de llegadas de inmigrantes dentro del punto de la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima sobre “estrategias híbridas”, lo que claramente significa que se consideran acciones voluntarias, conscientes, organizadas como parte de una estrategia híbrida.

De hecho, el mismo documento habla sobre esas estrategias como “acciones coordinadas dirigidas a explotar las vulnerabilidades de los Estados y sus instituciones mediante el uso de la desestabilización política, la coerción económica, la inmigración irregular y la presión por la dependencia energética del exterior”, y también mediante ciberataques, campañas de influencia e incluso el empleo de capacidades militares.

El Estrecho de Gibraltar

Aunque es cierto que la referencia sobre “actividades que favorezcan olas incontroladas de inmigración irregular” no va seguida de detalles sobre el origen de esas olas, en otra parte de la estrategia se indica que “el continente europeo y africano tienen en el Estrecho [de Gibraltar] su punto geográfico más próximo, cuestión que facilita los flujos norte-sur por vía marítima y submarina, y que, por otro lado, también facilita determinadas amenazas a la Seguridad Nacional, como es el caso del tráfico ilegal de estupefacientes o la inmigración irregular por vía marítima”.

En otro apartado de la estrategia se puede leer: “España, en su condición de frontera exterior de la Unión Europea, se encuentra especialmente expuesta a flujos migratorios irregulares por vía marítima. Estos flujos representan un riesgo para la seguridad de la navegación, la vida y la integridad física de los inmigrantes, que son vulnerables a la explotación por parte de redes de crimen organizado”.

Más inmigrantes por guerras, hambrunas…

Cabe deducir que esas actividades que favorecen las olas de inmigración irregular pueden ser directamente intencionadas para potenciar los movimientos migratorios, o puede tratarse de acontecimientos que acaban desatando olas migratorias.

Entre los segundos, se pueden citar fenómenos como hambrunas, sequías, golpes de estado, terrorismo y guerras, factores todos ellos que pueden provocar desplazamientos masivos de personas.

Desde hace años, expertos, think tanks, e incluso discursos y documentos oficiales del Ministerio de Defensa y de otros organismos públicos, advierten de que una mayor inestabilidad en África, sobre todo en el Magreb y en la zona conocida como Sahel, puede tener efectos amenazadores sobre la seguridad de España.

Por otro lado, se teme que los flujos migratorios que ya existen se vean exacerbados ante un conflicto a gran escala en la zona: flujos migratorios que acabarían llegando a España, tanto en las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos, como a las costas de las Islas Canarias, el sur de la España peninsular e incluso las Islas Baleares.

Avalanchas en las fronteras de España

Si estos conflictos e inestabilidades en África pueden tener como consecuencia no buscada el aumento de las migraciones ilegales hacia España, también se sospecha que en ocasiones algunos gobiernos azuzan esos movimientos por motivos políticas.

La avalancha de miles de personas llegadas desde Marruecos que desbordaron las fronteras de Ceuta en mayo de 2021 coincidió exactamente con la estancia en España de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, presidente de la proclamada República Árabe Saharaui Democrática y uno de los principales enemigos para el gobierno marroquí.

Esa ola incontrolada de inmigración ilegal, con miles de personas que entraron en Ceuta en pocos días, fue principalmente terrestre (aunque llegaran algunos nadando a las playas de Ceuta), no en embarcaciones.

Pero, por ejemplo, Canarias sufrió en torno al año 2006 la conocida como “crisis de los cayucos”, con la llegada de miles de personas en pequeñas embarcaciones desde las costas de Marruecos, Sáhara Occidental, Mauritania y Senegal.

El pasado año 2023, los accesos de inmigrantes sin papeles a Canarias por mar superaron las cifras de 2006.

El aviso del CNI por Argelia y el Sáhara

Otro ejemplo claro del temor a que un estado extranjero provoque “olas incontroladas de inmigración irregular” como forma de intentar “explotar las vulnerabilidades” de España -todo en términos de la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima- se dio en 2022.

Cuando Marruecos dio a conocer, por sorpresa, que Pedro Sánchez había avalado en una carta a Mohamed VI el plan de “autonomía” para el Sáhara Occidental, el gobierno de Argelia, tradicional patrocinador del Frente Polisario, suspendió el tratado de cooperación por España.

El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) había advertido al Gobierno de Sánchez de que Argelia podía ‘vengarse’ de España favoreciendo la salida de inmigrantes sin papeles desde sus costas en dirección a España.

La vía marítima se dispara un 300%

Las últimas estadísticas del Ministerio del Interior parecen justificar la preocupación por las olas de inmigrantes ilegales que puedan alcanzar España cruzando el mar.

Del 1 de enero al 15 de marzo de este 2024 llegaron a España por vía marítima 14.405 inmigrantes irregulares. En el mismo período de 2023 fueron sólo 3.528 personas, lo que supone que el flujo de inmigración ilegal se ha disparado más de un 300%.

Las llegada la Península y Baleares por mar aumentaron un 54%, pero en Canarias el repunte de la vía marítima fue del 469%.

Explotación no autorizada de recursos naturales

La estrategia también contempla, entre las amenazas en el marco de las estrategias híbridas, la “explotación no autorizada de recursos naturales”.

Una vez más, no se desarrolla ese concepto, que remite (de nuevo) a la tensión con Marruecos. En este caso, hay que recordar que el vecino del sur empezó hace unos años a autorizar actividades de piscifactorías en zonas que pueden coincidir con las aguas de soberanía española, o con las rutas de barcos que unen los territorios españoles del norte de África con la Península Ibérica.

La Armada intensificó la presencia de buques en torno a las Islas Chafarinas y a Melilla, e incluso el Estado Mayor de la Defensa exhibió públicamente esas navegaciones, frente a los movimientos marroquíes.

Y no hay que olvidar las prospecciones petrolíferas marroquíes en aguas fronterizas con Canarias.

Protección de infraestructuras submarinas

El Gobierno estaba preparando una nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima, que iba a sustituir a la aprobada en 2013. Entre otras novedades, estaba ya previsto que en la nueva estrategia se concediera más atención a aspectos relacionados con la seguridad del fondo del mar, que adquiere un mayor protagonismo estratégico.

Eso abarcaba hacer más hincapié en la protección de infraestructuras submarinas frente a acciones de sabotaje o de espionaje, así como en la apuesta por las nuevas tecnologías para desarrollar sistemas de vigilancia marítima.

Esas novedades se plantearon después de episodios como el ya citado sabotaje en el mar Báltico contra el gasoducto Nordstream, que conduce hidrocarburos de Rusia a Europa Occidental.

También se han producido amenazas de Rusia de destrucción de cables submarinos de comunicaciones, y sospechas de acciones de espionaje sobre esas infraestructuras.

La nueva estrategia señala que “por nuestros espacios marítimos transcurren cables submarinos, gasoductos y oleoductos de importancia estratégica, cuya protección requiere vigilancia y cooperación con la comunidad internacional”.

Destaca como de especial interés “las conexiones eléctricas y digitales con nuestras ciudades autónomas y archipiélagos, a las que se suman los grandes cables de fibra que nos conectan con América, África y Asia, y algunas de las interconexiones eléctricas internacionales que confieren mayor estabilidad”.

Y advierte de que “el sabotaje al gasoducto Nord Stream, o las acciones de disrupción de cables submarinos de telecomunicaciones, sitúan actualmente a la seguridad de estas infraestructuras marítimas entre los factores de mayor preocupación”.

Pocas referencias en la estrategia

La nueva Estrategia Nacional de Seguridad Marítima no presta demasiada atención al problema concreto del narcotráfico, que como tal sólo se cita en una ocasión, dentro de la acción propuesta de “Potenciar la cooperación internacional para hacer frente a los tráficos ilícitos por vía marítima y la delincuencia transfronteriza”.

Incluye el tráfico de drogas dentro de “la delincuencia transfronteriza o transnacional”, como “un fenómeno que afecta a la seguridad de las personas y que ha traído aparejado crecientes niveles de violencia que ponen a prueba la acción del Estado”.

Ese problema engloba las redes de crimen organizado que “están detrás de actividades delictivas como el contrabando, el tráfico de substancias psicotrópicasarmamento y de armas de destrucción masiva, la explotación de migrantes por vía marítima y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”.

La estrategia reconoce que “los tráficos ilícitos por vía marítima y la delincuencia transfronteriza son amenazas para la Seguridad Nacional que se caracterizan por un elevado nivel de conectividad entre redes criminales de naturaleza transnacional”.

Para hacer frente a esos tráficos ilícitos, propone mejorar la cooperación internacional: “En particular, desde su condición de Estado miembro, España apuesta por una mayor profundización en los mecanismos de cooperación con las agencias de la Unión Europea para hacer frente de forma conjunta a importantes retos en dimensión europea, tales como el crimen organizado, los flujos migratorios irregulares y la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, desde los principios de solidaridad y responsabilidad compartida entre Estados”.

Aurelio Ruiz Enebral | Confidencial Digital

3 comentarios en «‘Amenazas híbridas’. Un documento del Gobierno alerta de olas de pateras provocadas»

  1. Un 400% se ha disparado según los datos facilitados por el artículo, no un 300%. En cualquier caso, ya sabemos que la invasión de ilegales musulmanes es uno de los pilares de la abyecta, infame y criminal Agenda globalista masónico-satánica, y que el desgobierno mafioso totalitario y antiespañol que estamos sufriendo la alienta, subvenciona y se lucra con ella. O la sociedad civil reacciona urgente y masivamente y pone coto a una autodestrucción perfectamente diseñada por sus enemigos internos y externos desde hace décadas, algo que se antoja ilusorio a estas alturas, si no imposible, o de España en breve no quedará sino un triste recuerdo.

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  2. Plan Kalergi es cómo se llama la aberrante sustitución de la población cristiana occidental por la musulmana procedente de África, en dudoso honor de su ideólogo.

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